“El grafiti es una expresión artística hasta que destroza el verdadero arte”
Higinio Jiménez Román, oficial del Cuerpo General de la Policía Canaria
Higinio Jiménez empezó con 12 años a visitar, junto a un amigo, los yacimientos de Gran Canaria, con una guía del Cabildo en mano. Siempre se planteó cómo era posible que sitios de gran interés, algunos de ellos Bien de Interés Cultural (BIC), estuvieran abandonados. Más tarde, entró en la Policía Local y comenzó a estudiar material legislativo relacionado con el patrimonio cultural y a hacer sus primeras actuaciones en la materia. En 2018 entró en el Cuerpo General de la Policía Canaria y, desde dentro, ha estado siempre ‘dando la vara’ en defensa del patrimonio. Forma parte de la Unidad Organizativa de Seguridad Interior y Policía Administrativa, un grupo que tiene pilares como el transporte por carretera, materia fiscal y medio ambiente y dentro de este, uno de los temas que trata es la protección del patrimonio cultural en Canarias. Higinio es su encargado. Recientemente, viajó a Fuerteventura para impartir una charla, organizada por la Asociación Patrimonial El Efequén.
-¿Cuándo se crea el apartado de patrimonio cultural y con qué objetivos?
-Dentro del Cuerpo General de la Policía Canaria hay una serie de funciones y dentro de esas funciones hay tres columnas importantes. En una de ellas, aparecen aquellas en las que se prestará especial atención y dentro de esas, está el cumplimiento de toda la normativa de patrimonio cultural de Canarias, evitando los expolios en los yacimientos. Eso ya aparece en nuestra ley propia, la 2/2008 del Cuerpo General de la Policía Canaria. El punto de partida fue 2021. A pesar de estar pasando por la pandemia y el volcán, me dieron el beneplácito para empezar a dar los pasos. Hasta ese momento, no se había desarrollado nada. Me puse en marcha en Gran Canaria. Empezamos allí a tener las primeras actuaciones, la mayoría en colaboración con el Cabildo y alguna a requerimiento de la ciudadanía. En 2022, me trasladaron a Tenerife y lo pusimos en marcha de forma efectiva. Las funciones en materia de protección del patrimonio cultural de forma continua son recientes.
-¿Cuántas personas están dedicadas en la Unidad a la protección del patrimonio?
-En Gran Canaria hay entre 16 y 18 y en Tenerife más o menos igual para transporte, fiscal y medio ambiente. Exclusivamente a patrimonio cultural yo soy el que organizo y gestiono. Tengo a otro compañero que me echa una mano en Gran Canaria, pero si hace falta pillamos a gente de transporte, fiscal o medio ambiente. De forma exclusiva somo dos o tres personas a diario dedicadas a esta materia.
“El 95% de las infracciones contra el patrimonio no son de extranjeros”
-¿Cuáles son las acciones de la unidad en materia de patrimonio cultural?
-Como funciones específicas, lo que hacemos es dar garantía y cumplimiento a la normativa que tenemos. Sobre todo, a la normativa canaria, que es muy reciente del año 2019: la Ley de Patrimonio. También intentamos trabajar de forma preventiva. Zonificamos las áreas de Gran Canaria y de Tenerife. Examinamos el bien: estado de conservación, riesgos naturales y antrópicos, nivel de fragilidad y lo hacemos constar en los informes. Luego, lo enviamos al técnico municipal y al Cabildo porque ambos son responsables de ese bien patrimonial.
-¿Cuáles son las infracciones en materia de patrimonio cultural más comunes en Canarias?
-Las más comunes son sobreinscripciones sobre grabados prehispánicos. La gente va a tagorores, almogarenes o zonas de grabado y hacen grafitis. Cogen elementos punzantes y sobrescriben sobre los grabados. Últimamente, también se están dando usurpaciones. Siempre pensamos en los okupas en los inmuebles, pero también está pasando en la parte del patrimonio cultural. Me refiero a cuando okupan cuevas que son Bien de Interés Cultural, como ha ocurrido en Risco Caído o dentro de los búnkeres militares que son patrimonio militar y los okupan. Ahí, se inicia un procedimiento de acercamiento y de hacerles ver que va más allá de una simple okupación y que esa okupación puede derivar en un delito contra el patrimonio. En la mayoría de los casos, resolvemos el hecho sin necesidad de judicializar, pero es verdad que, en algún caso, hemos tenido que judicializar.
“Hay que divulgar y poner medidas de protección que se considere en cada yacimiento”
-¿Qué infracciones son las más usuales en Fuerteventura?
-Dentro de los diferentes tipos de patrimonio cultural, siempre pensamos en monumentos y arqueología, pero también está el patrimonio paisajístico. En Fuerteventura se suele dar la conducción de vehículos a motor por áreas de interés paisajístico o arqueológico, como el Barranco de Los Enamorados. También hacen sobreinscripciones en esas arenas. Me ha llegado también el tema de los grafitis. Actuamos cuando el grafiti de la torre de El Tostón, en El Cotillo. Vinimos por requerimiento de la Policía Local. Hicimos diligencias conjuntas, que llevó a efecto la Guardia Civil, con informes y diligencias previas nuestras. También hemos hecho informes sobre la ermita de Puerto Rico, sobre su estado de conservación y los niveles de fragilidad. Es cierto que las bases de la Policía Canaria están en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria y las veces que hemos venido es a requerimiento.
-Cada vez hay más grafitis en viviendas históricas, ¿cómo se puede evitar que se sigan produciendo estos daños?
-El tema grafiti es bastante complejo. En las Islas, no estamos muy acostumbrados a visualizar ese tipo de pinturas. Si vas a Madrid o Barcelona, es lo más común del mundo. Está considerado una forma de arte, pero es arte hasta que destrozas el verdadero arte. La base es la formación, desde que somos niños, para saber que no hay que hacerlos en esos sitios. Saber que se respeta porque tiene un valor. Si vamos a nivel policial y de seguridad, todos echamos de menos algo de formación en el aspecto policial en esos términos. Una vez está el grafiti hecho, puede derivar en varios tipos de infracciones.
-¿Y cómo acabó el tema de El Cotillo?
-Las diligencias las culminó Guardia Civil y Policía Local. Por nuestra parte, se localizó que la persona pudiera estar en Madrid. Era italiano, pero la culminación de la ejecución de esas diligencias, cómo terminó y si se pilló al delincuente o no quedó en manos de la Guardia Civil y del Juzgado.
“Es casi más importante robar una cesta de la compra que tirar un monumento”
-¿Son suficientes las sanciones en materia de patrimonio cultural?
-Las sanciones, si las comparamos con otros delitos, son irrelevantes. En cuanto a la Ley de Patrimonio sí las hay de bastante consideración económica, pero ¿hasta cuánto se aplican, se pillan todos y cuando se pillan se terminan los procedimientos? Esa es una pregunta. Desde el punto de vista del Código Penal son irrelevantes, cuando ves que un delito al patrimonio es de un año a tres de cárcel por lo que el primer delito no pasa nada. Casi es más importante robar una cesta de la compra en un supermercado de 400 euros que tirar abajo un monumento. Desde mi punto de vista, hay una descompensación. Si queremos paliar y disminuir los efectos de las infracciones que se están cometiendo no va en aras de poner grandes sanciones, sino en aras de que la gente tenga una mejor formación. Esa formación lleva a respetar.
-Se critica que un turista puede cometer una infracción y luego, de vuelta a su país, no tiene que pagar la multa…
-Es verdad que llevaría una tarea más ardua porque habría que pedir a su país la presentación en los Juzgados, etc. Es un poco más complicado, pero la mayoría de las infracciones y delitos que se cometen contra el patrimonio cultural, en un 95 por ciento, no la cometen los extranjeros. Tal vez, sean los extranjeros los que más relevancia tengan porque, bajo su ignorancia, lo publican. Sin embargo, cuando vemos las infracciones y delitos que se cometen durante un año vemos que abarcan un cinco por ciento. El resto son cometidas por los residentes canarios.
-¿Es suficiente la coordinación entre las unidades de patrimonio y los cuerpos policiales?
-Yo diría que la coordinación es regular. Es cierto que, desde el punto de vista de patrimonio cultural, no es una materia que, a nivel policial, se tenga una visión tan amplia y tradicional para llevarla a efecto. Existe una visión sesgada dentro del ámbito policial, pero también dentro de las instituciones en cuanto no dan la prioridad que se merece al patrimonio cultural. Hay pocos agentes dedicados a ello. Necesitamos que se incrementen los efectivos a nivel policial y de inspección del Cabildo y del Gobierno de Canarias.
-En una isla tan extensa como Fuerteventura y con una carta arqueológica inmensa, ¿cómo se puede hacer para controlar que no se produzcan expolios ni altercados?
-Cuando estamos en los foros de amantes al patrimonio, siempre nos planteamos por dónde empezar. Creo que hay que empezar por proteger. Lo ideal sería educar, pero, desde el punto de vista de partida que estamos actualmente en Canarias, vamos a comenzar a proteger. Una vez protejamos, empezamos a informar y divulgar. Una vez informes y divulgues, se comienza a entender y respetar lo que tienen cerca de casa. Cuando lo sienten y lo respetan, esa protección, de un segurata en cada sitio, no hace falta.
-Hay posturas a favor y en contra de poner señalética en los yacimientos arqueológicos. ¿Cuál es la suya?
-Hay arqueólogos e inspectores que dicen que una forma de proteger es con el conocimiento, que la gente sepa lo que tiene y mientras más se divulgue mejor para que el que comete esa infracción sepa lo que está haciendo. Hay otra vertiente que piensa que mientras menos se sepa más se protege. Mi opinión es que hay que divulgar. Hay que informar y poner las medidas de protección que se considere en cada uno de ellos. Está claro que hay elementos de gran valor patrimonial a los que no se puede poner alrededor elementos de protección pasivos como puede ser un entramado de rejas porque lo que hacemos es destruir ese entorno, pero sí se pueden establecer otras medidas de protección. Por ejemplo, planes de seguridad con diferentes medidas de protección activos y pasivos a un yacimiento arqueológico, como se pueden poner a un edificio como puede ser el del Gobierno de Canarias. Por ejemplo, unos grabados que están en la cima de una montaña pueden tener una microcámara que se active mediante un sensor en movimiento. Incluso, un cartel previo donde se diga que está entrando en una zona de protección arqueológica.
-¿Es buena idea grabar a una persona cuando está cometiendo una infracción y luego colocarlo en redes sociales, a modo de denuncia?
-Está la Ley de Protección de Datos. No podemos ir grabando a cualquier persona por la calle y colgándola en redes porque se puede estar incurriendo en una infracción. Cuando se graban esas imágenes, el deber del ciudadano es trasmitirlas a las fuerzas y cuerpos de seguridad o agentes del Cabildo. Creo que es más correcto que esas imágenes se pasen a las autoridades para que se haga un seguimiento de ellas.
-¿En Canarias, existen grupos que se dedican al expolio y venta de obras de arte?
-En Canarias, no tenemos conocimiento de ello. Es verdad que la riqueza arqueológica es muy diferente a la que pueda haber con respecto a la Península en la que sí existe mucha cantidad de elementos metálicos. El mercado es más amplio y está comunicado directamente con Europa a través de tierra. En Canarias resulta más difícil enviar esos productos fuera o venderlos. Hasta ahora, los casos son pocos y siempre son personas que han expoliado y después lo venden dentro de la misma isla. Bien la pieza como tal o, incluso, conocemos algún caso que han recogido muchas piezas de cerámica, han hecho un mosaico y lo han vendido. También conocemos algún caso de robo en iglesias alejadas, en La Gomera o El Hierro, pero son muy excepcionales.
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