DESTACAMOS

El subsuelo del malpaís de Pozo Negro esconde un gran acuífero

Los cálculos iniciales estiman que puede recibir cada año tres hectómetros de agua de lluvia y que el coste para extraerla podría ser de unos cuatro millones de euros

Saúl García 0 COMENTARIOS 07/06/2021 - 19:40

Bajo el malpaís de Pozo Negro se esconde un gran acuífero, cuya agua podría ser extraída y aprovechada. Esta es la conclusión de un informe firmado por el ingeniero Carlos Soler, que fue jefe de Planificación, Estudios e Hidrología en la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias y es el descubridor del manantial de la Fuente Santa, en La Palma, y del acuífero de Timanfaya, en Lanzarote.

La existencia del acuífero es posible gracias a la formación geológica de esa zona. La infiltración del agua de lluvia, en la mayor parte del territorio de Fuerteventura, es muy escasa, sobre todo en los materiales basálticos y en los piedemontes.

Sin embargo, en el malpaís de Pozo Negro, también llamado Malpaís Grande, como es reciente (menos de 23.000 años), la infiltración del agua, es decir la cantidad de agua de lluvia que traspasa la primera capa y acaba en el subsuelo, es del cien por cien. Este malpaís está formado “por la recubrición del terreno antiguo, definido por las coladas emitidas por la Caldera de Liria y la Caldera de La Laguna”.

Estas coladas son extremadamente permeables y no hay escorrentía porque la lluvia se infiltra rápidamente. “En esencia, el malpaís se comporta ante la lluvia como una esponja que absorbe el agua caída y la traslada hacia el subsuelo”, señala este informe.

Soler analiza los documentos que han evaluado los recursos por infiltración en Fuerteventura: el Proyecto SPA-15 en el año 1975, el del Instituto Geológico y Minero de España en los años ochenta y los planes hidrológicos redactados desde 1993.

Ninguno tiene en cuenta que hay zonas en las que la permeabilidad del terreno en superficie es muy elevada y no solo en los malpaíses, sino también en las dunas de jable. Además, recogen valores medios de infiltración para toda la Isla, sin tener en cuenta los diferentes tipos de suelo.

Soler pone como ejemplo el acuífero de Timanfaya. Reveló su existencia en un informe de 2017 por encargo de Podemos. Posteriormente, gracias a dos inventarios, de aljibes y de fuentes, se documentaron un total de 80 fuentes donde antes se creía que no existía ninguna y con ellas se demostró la existencia del acuífero.

Con el estudio de aljibes se demostró que la infiltración del agua de lluvia en el malpaís equivalía prácticamente al cien por cien de la pluviometría, veinte veces mayor que lo que decían los planes hidrológicos de las dos últimas décadas. “El resultado de esta investigación en el malpaís de Lanzarote, a falta de comprobarlo en Fuerteventura, es extrapolable al malpaís de Pozo Negro”, señala Soler.

El malpaís se comporta ante la lluvia como una esponja que absorbe el agua

El ingeniero calcula aproximadamente la cantidad de agua que se puede infiltrar cada año en este malpaís, cuya superficie abarca desde el barranco de Pozo Negro hasta Agua de Bueyes y ocupa 36.515 kilómetros cuadrados.

Teniendo en cuenta que la pluviometría de la zona, según los datos climáticos el Plan Hidrológico de Fuerteventura, es de 80 mililitros por metro cuadrado al año, el valor obtenido es de unos tres hectómetros anuales. Es decir, 3.000 millones de litros, que sería el equivalente al consumo anual de una población de unas 45.000 personas, según su análisis.

Los siguientes pasos para tener un cálculo más exacto serían hacer un inventario de los aljibes más próximos a la zona de estudio y determinar el cociente entre el volumen de agua recogido en el depósito durante un año, dividido por la superficie de alcogida.

Calidad del agua

“La existencia de un malpaís sobre unas zonas concretas del acuífero insular debe lograr que aumente el nivel freático, lo cual debe traducirse en una mayor cantidad de agua y una mejor calidad”, dice el informe de Soler, que considera que la mejor manera de captar esta recarga sería mediante un pozo canario perforado hasta el nivel del mar “y, tras hacerlo, perforar dos galerías de fondo, una a cada lado, hasta abarcar por debajo el ancho del barranco”.

Las dos galerías de fondo, cuya longitud total debe abarcar el malpaís, deberán tener entre las dos alrededor de un kilómetro de longitud, explica. “El coste de una obra semejante estaría alrededor de los cuatro millones de euros y sería la forma de captar la totalidad del flujo de agua subterránea que circula camino del mar, procedente del acuífero insular más de la recarga del malpaís”, detalla.

“Aun en el caso de que estas aguas que se capten superen los límites tolerables para un riego de la mayoría de las plantaciones, cabe la solución de la mezcla con aguas desaladas”, señala el ingeniero sobre el posible uso para el sector primario de Fuerteventura.

“Haciendo este juego de mezclas se obtiene abaratar el precio del agua desalada a la mitad o a dos tercios de la desalada, a la vez que incluso se podría abaratar más al ahorrar el tratamiento terciario de la desaladora”, añade.

“Además”, insiste el ingeniero, “conseguiríamos reducir la potencia y con ella la demanda eléctrica de la Isla” y, de esta manera, “evitar las dos contaminaciones que lleva aparejada la desalación: el consumo de derivados del petróleo y el vertido de salmuera”.

“La forma más barata de captar, aunque no la totalidad de este flujo circulante, sino una parte que será mayor o menor en función del número de captaciones, sería hacer una batería de sondeos a lo largo de un perfil transversal al barranco y realizar un bombeo conjunto desde varios de ellos, de acuerdo con los descensos de niveles que se vayan obteniendo”, explica. Serían cinco sondeos de unos 70 metros de profundidad, con un coste de unos 150.000 euros.

Añadir nuevo comentario