MEDIO AMBIENTE

Resiliencia en Fuerteventura para enfrentarse a la crisis social y ambiental

Cuarta edición del Potaje Científico

Antonio González y Juan Miguel Torres.
Sofía Menéndez 0 COMENTARIOS 14/11/2019 - 05:44

La cosecha; la gavia y los elementos químicos de la tabla periódica; la agroecología para la transición a la sostenibilidad;  la dieta del cerebro; el cosco, como alimento de los aborígenes;  el léxico agrícola; la música del virtuoso guitarrista, Carlos Cabrera; forman parte, entre otras cosas, del IV Potaje científico dentro de la Semana de la Ciencia de Canarias de ACIISI, que se celebra en Raíz del Pueblo en La Oliva, los días 15 y 16 de noviembre. Junto al III Concurso de potaje de Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, en recuerdo de la agricultora y cocinera Lala Carreño.

La agroecología es salud y justicia socio-ambiental según la investigadoraMarina García Llorente, que inaugura el IV Potaje Científico de 2019, de la Semana de la Ciencia organizada por la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI).

García Llorente inicia está peculiar jornada de ciencia, gastronomía y música, el viernes 15 de noviembre, en el Centro Cultural Raíz del Pueblo, de La Oliva, a las 19:30 h., con una charla enfocada a las perspectivas agroecológicas para la transición hacia la sostenibilidad del sistema agroalimentario.

Esta profesora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), forma parte de diversos proyectos europeosy nacionales como son:  el proyecto Contracts 2.0 de la convocatoria Horizonte 2020 en el cual junto con 27 socios de 13 países europeos se profundizará en el diseño de incentivos efectivos y duraderos para el suministro de bienes públicos agroambientales.

A nivel nacional destaca el  grupo operativo Agroecologicam, centrado en la incidencia de la agroecología en la Comunidad de Madrid y el proyecto Simbiosis API-AGRO, de desarrollo rural resiliente que trata de incorporar innovación al sistema productivo convencional para conseguir rentabilidad y buenas prácticas agroambientales para la protección de polinizadores en un contexto de cambio climático.

Doctora de Ecología y Medio Ambiente por la UAM, García Llorente, ha centrado su investigación en el estudio de los vínculos entre el funcionamiento de los ecosistemas y el bienestar humano, con especial interés en el desarrollo rural y los sistemas agrarios.

Además, en la actualidad está tratando de abordar de forma explícita los vínculos entre salud, conservación y desarrollo rural a través de la importancia de las intervenciones y terapias asistidas con animales desde la perspectiva de los cuidados verdes (green care) y la agricultura social.

García Llorente, que ha trabajado en la valoración económica de los servicios de los ecosistemas de España, es también diplomada en terapia asistida con animales.

Se incorporó a la investigación en Ciencias de la Sostenibilidad a través del Laboratorio de Socio-Ecosistemas de la UAM. Desde entonces ha desarrollado su carrera vinculada a la ecología, el análisis social, el desarrollo rural y las ciencias agrarias.

Su línea de investigación une ciencia-gestión y práctica. “Esta aproximación me ha permitido, –subraya-, combinar el enfoque socio-ecológico y agroecológico profundizando en el análisis de los servicios de los ecosistemas agrarios, la promoción de la agroecología, la agricultura social inclusiva y la implantación de laboratorios de agricultura abierta (Agrolab, del que es coordinadora) para reactivar el sector agrario y el mundo rural. La red de Laboratorios de Agricultura Abierta para reactivar la agricultura en la Comunidad de Madrid. (www.agrolabmadrid.com).

Su pasión es la agroecología como política y práctica para promover el mantenimiento de servicios de los ecosistemas. Desde IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario)  hemos desarrollado una línea de investigación transdisciplinar centrada en “nuevas estrategias de desarrollo rural integrado”, combinando el enfoque socio-ecológico, basado en el mantenimiento de los servicios de los ecosistemas y el enfoque agroecológico, enfocado en la aplicación de conceptos ecológicos y de equidad en la actividad agroalimentaria, para que las agricultoras y agricultores ganen lo que es justo. 

Los resultados de investigación se han traducido en más de 40 trabajos en revistas científicas, difusión en conferencias, supervisión de casi 20 estudiantes y acciones sobre el territorio. Participa además como editora asociada en la revista Ecosystems and People.

Asimismo, esta profesora forma parte del Colectivo Fractal (http://colectivofractal.org/), un grupo de mujeres investigadoras que trabajan en un espacio de colaboración y apoyo mutuo y activismo feminista, para la (co)generación, difusión y transferencia de conocimientos en torno a la sostenibilidad y la justicia socio-ecológica.

La dieta del cerebro

La neurocientífica Raquel Marín Cruzado, catedrática de Fisiología la Universidad de La Laguna (ULL), estará el sábado 16 de noviembre para hablar de la dieta del cerebro. Esta profesora autora de Dale vida a tu cerebro y Pon en forma tu cerebro, su último libro recién editado, escribe también un blog de divulgación sobre este desconocido órgano humano, con miles de seguidores (raquelmarin.net).

Sus “recetas cerebrales” con alimentos para mantenerlo joven están en los platós de televisión de gran audiencia. El cuidado del funcionamiento del intestino, es según Marín Cruzado, el mejor aliado del cerebro para amortiguar la perdida de memoria. También indica que hay que evitar el azúcar refinado, pues es un neurotóxico, como el alcohol y el café si se toman en exceso. 

A Marín  Cruzado le apasiona la divulgación de la neurociencia. Es además la directora de OTRI (la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de La ULL). Para ella, este organismo es muy importante, ya que trabaja con fondos públicos y pretende que todos los estudios retornen a la sociedad. Además coordina el grupo de investigación de «Señalización celular en enfermedades neurodegenerativas», de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la ULL.

Marín Cruzado estudió Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, y fue allí donde se inició en la investigación médica. Máster y doctora en Biomedicina por la Universidad Laval de Quebec, sus tesis se centraron en investigar el sistema nervioso. Con posterioridad, y antes de llegar a La Laguna, trabajó en la Universidad Rockefeller de Nueva York.

Investigadora de excelencia Ramón y Cajal durante cinco años, a lo largo de toda su carrera académica y profesional ha centrado su línea de investigación fundamentalmente en enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento. Es autora de varias monografías y de casi un centenar de artículos científicos publicados en revistas internacionales referentes de su ámbito de estudio, ponente invitada en una treintena de congresos internacionales. Ha recibido el Premio a la Mujer Investigadora en Biomedicina en la Universidad Laval (Canadá), el Premio de Investigación Agustín de Bethencourt de la Fundación Caja Canarias, la Medalla Europea al Trabajo de Economía y Competitividad, y la Medalla de Honor del Instituto de Ciencias Forenses (Barcelona).

La gavia

El año 2019 ha sido declarado por la ONU como el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos, por ello, el IV Potaje Científico se celebra de la mano del profesor de biología y geología del IES Gran Tarajal, Juan Miguel Torres, que impartirá una charla sobre La gavia y los elementos químicos de la tabla periódica.

Este experto en los sistemas agrícolas de zonas áridas como es Fuerteventura y Lanzarote es uno de los defensores de su conservación por considerarlos lugares únicos e imprescindibles para el futuro.

La tabla periódica es uno de los pilares esenciales en los que se apoyan la química y la ingeniería química, pero también lo hacen la edafología, arqueología, astronomía, biología, bioquímica, ciencia de materiales, ciencia medioambiental, física, geología, paleontología y todas las ingenierías. La tabla periódica es el icono de la ciencia y la tecnología y una de las imágenes más fácilmente reconocibles de nuestra civilización. Como indicó el escritor científico, John Emsley, profesor del Departamento de Química de la Universidad de Cambridge: “Cualquier civilización inteligente de otra galaxia tiene una tabla periódica muy parecida a la nuestra: es un icono universal en el sentido más amplio”.

Por su parte el agricultor Antonio González Carrión, de 92 años, nos hablará de la cosecha y cómo se recoge la sementera cuando está seca y se lleva a la era para ser  trillada con los animales para sacar la paja (cebada) y se empina el grano para aventarlo y sacar el tamo. En el Potaje del 2018 se trató la siembra y se debatió sobre el léxico de la siembra como el significado de mesana y melgar. Este año se tratará  de profundizar en las palabras “blandura” y “bronca”. Contaremos para ello con la presencia de Juan Jiménez, anterior consejero de Cultura del Cabildo y literato, actual alcalde de Puerto Rosario (Puerto Cabras).

El cosco, alimento de aborígenes

Por su parte, Pedro Carreño, historiador, ha conseguido la receta del gofio de cosco que utilizaban los aborígenes a falta de cebada y otros granos. Existen en la geografía de la isla numerosos puntos donde se puede observar lavaderos, como por ejemplo en el Jablito, que utilizaban los antepasados para introducir en el agua marina esta planta y así las capsulas que contenían las semillas se abrían en contacto con el líquido y liberaban el grano, de color oscuro.

Después de la conquista se siguió utilizando este alimento en los años ruines, hasta que la abundancia de otros granos, aproximadamente 1940, supuso que este recurso se olvidara como alimento para las personas. Carreño presentará en el IV Potaje científico este estudio sobre este peculiar gofio de características muy diferentes y sabores desconocidos, que bien podría suponer un producto revolucionario.

Viajeros del siglo XIX como Rene Verneau, en su libro, Cinco años de estancia en las Islas Canarias nombra el gofio de cosco, cuando habla de su camellero, indica: “…Lo único que poseía era su dromedario y con él intentaba alimentar a su familia. Con frecuencia tenía que reemplazar el gofio de trigo por el de cosco, pero no se lamentaba mientras pudiese dar de comer a sus hijos. Muchos infelices están en el mismo caso que él y en los años de sequía se les ve recoger el cosco (Mesembryanthemum nudiflorum), no para extraerle la sosa, sino para quitarle los granos, que son tan pequeños como los de la adormidera. Si no pierde tiempo un hombre puede recoger alrededor de dos kilos en un día. Se trillan las cápsulas, se limpia el grano haciéndolo pasar a través de un cedazo fino y se tuesta. Molidos luego en un mortero dan una harina que es el único alimento, durante meses, de cientos de seres humanos”.

Saga de mujeres

Este proyecto está basado en la historia de "Las Rufinas", generaciones de mujeres conocidas como tal en un pueblo de Gran Canaria, y  Fuerteventura. Es por ello, que cada mermelada tiene un nombre distinto en homenaje a las cuatro generaciones de mujeres: Micaela y Pilar como matriarcas; Amelia, Conchita, Carmela y Teresa, las tías de la familia; Maku, Noelia, Georgina y Rosa, las hijas, y Paula, la nieta. Una gran historia que merecía su debido reconocimiento por el aprendizaje desde las más mayores hasta la actualidad.

Rosa Delgado es la responsable de estos productos de calidad, la paciencia es una de sus virtudes, pues son horas frente a los fogones para destilar el zumo de tuno indio conseguido en los bancales de las fincas agrícolas de Gran Canaria, principalmente, un verdadero tesoro con grandes propiedades antioxidantes y lleno de vitaminas.

Desde las Islas Canarias, han lanzado este producto distinto en cuanto a formato, sabor y, sin lugar a duda, por el origen de los alimentos utilizados al ser 100% de la huerta canaria y sin ningún tipo de conservantes ni colorantes: todo natural, porque... ¡todo lo que comes es amor!, afirma la responsable de esta firma.

Reserva de Biosfera

En recuerdo a Lala Carreño, agricultora y cocinera, se celebra el concurso de semilla majorera patrocinado por la Reserva de la Biosfera del Cabildo de Fuerteventura. La primera en preparar unas lentejas majoreras –las más pequeñas del mundo- para este evento fue esta mujer que luchaba contra un cáncer, al siguiente año se fue justo de madrugada despues del potaje, dejando su impronta de fuerza y alegria en este evento científico y gastronómico.

Asimismo, el concurso de semilla majorera pretende potenciar la plantación de semillas endémicas de la isla, como es esta diminuta legumbre de color anaranjado, con gran valor en la cocina de la isla. Recuperar el garbanzo, el chicharo, la arveja, o también el trigo, practicamente extinguido, todas ellas cultivadas tradicionalmente en el campo majorero de ahí su riqueza y biodiversidad. De gran importancia para la Reserva de la Biosfera que acaba de cumplir diez añitos, una fecha a celebrar en este Potaje Científico. Este evento además es un acto reivindicativo contra los plásticos gracias a “Clean Ocean Project”. El objetivo de este concurso de potaje es inculcar la utilización de productos locales, sin pesticidas por eso está apoyado por Vidaloe, una marca de productos ecológicos de gran calidad que dirige Daniel Acosta y que este año ha lanzado al mercado la que es sin duda la mejor espirulina de Europa. El alimento de los astronáutas por su valor nutritivo. El Potaje Científico forma parte del Centro Cultura Raíz del Pueblo y desde el principio también lo apoya la Tienda Natural de Carmelo Padilla, El Teste, Mahoh, Casa Marcos, Gastro Escanfraga de Villaverde, La Panateca de Manuel Trenado y la de Casa Turismo Rural Pedro Carreño y la historica ong Agonane. Así como El Diario de Fuerteventura y el programa de Ecología de Radio Sintonía, Del Jable al Malpey.

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