Regan Potenza, artesana: “Fuerteventura es inspiradora”
La artista presenta, bajo el nombre FuerteMente Arcoíris, su colección de joyas, adornos y otros objetos decorativos creados en arcilla polimérica o resina
FuerteMente Arcoíris es el nombre artístico de la artesana italiana Regan Potenza. Crea joyas, adornos y otros objetos decorativos en arcilla polimérica o resina. Asentada en Fuerteventura desde hace dos años, decidió volar hasta la Isla para quedarse. Dice que la primera vez que la visitó la consideró “el lugar más hermoso del mundo”. Asegura estar “enamorada de su naturaleza, el océano, la tranquilidad, el ritmo de vida relajado y la mezcla de culturas que solo una Isla tan multiétnica puede regalar”.
Conoció por primera vez Fuerteventura como turista hace más de 10 años. Confiesa que tuvo la clara sensación de haber encontrado su lugar en el mundo. Solía regresar a la Isla al menos dos veces al año. La conexión fue tal que decidió invertir en una vivienda propia en Costa Antigua. Una casa que mira al mar y que le ofrece cada día “una vista espectacular”. Allí se trasladó definitivamente junto a su pareja en cuanto su hijo fue independiente.
Dice también de Fuerteventura que es “una Isla de continua inspiración”. “Cada lugar me da emociones, las puestas de sol, los amaneceres, las playas, las mareas, los colores... Todo entra a formar parte de mí y me enriquece como nada más en el mundo. Tratar de reproducir toda esta belleza en mis creaciones es algo maravilloso y mágico”, apunta.
Ante la pregunta ¿de dónde surge su vertiente artística? Regan responde que desde niña siempre le ha gustado mucho el arte y las miniaturas. “Dibujaba, construía casas de lego que pintaba, hacía miniaturas con la arcilla y las coleccionaba, todo lo que podía ser creativo para mí era hermoso. A lo largo de los años mi pasión siempre ha aumentado, de hecho empecé a trabajar como decoradora y restauradora, fueron dos años maravillosos, lamentablemente el restaurador para el que trabajaba cerró el taller y por necesidad tuve que cambiar de empleo”.
Trabajó durante más de veinte años en una empresa de moda, estaba a cargo de la oficina de compras de marroquinería, una tarea muy exigente y satisfactoria, pero la creatividad siempre formaba parte de su vida, seguía restaurando y decorando muebles para su propio uso y amigos, hacía miniaturas con pastas poliméricas y pintaba cuadros. Fue entonces cuando los amigos empezaron a hablar con otros amigos y la gente comenzó a solicitar sus creaciones. Ese fue el punto de inflexión en el que se dio cuenta de que podía dar a conocer sus creaciones en los mercados artesanales los fines de semana. “Desde entonces no he parado, a pesar de que durante la semana hacía un trabajo muy exigente, dedicaba mis momentos libres a la creatividad y al arte, sólo así me sentía satisfecha”, explica.
FuerteMente Arcoíris
El nombre artístico FuerteMente Arcoíris nació de un juego de palabras “fuerte” y “mente” y el arcoíris, una de sus cosas favoritas en el mundo. “El arcoíris para mí representa la expresión extrema de los colores y, por tanto, del arte”, añade. “Quería que Fuerteventura (Fuerte) estuviera presente, le debo mucho a esta Isla y tenía que ser parte de mi nombre, como es parte de mi corazón y de mi mente. Precisamente, uniéndolos se crea este adverbio FuerteMente que tanto me representa. Siempre he vivido, soñado, reído, cantado y luchado fuertemente, no podía haber un adverbio más acertado para mí”. También ha creado la exposición que lleva a los mercados artesanales, ha restaurado maletas antiguas y las ha coloreado con los colores pastel del arcoíris que forman parte de su base cromática. “Estoy muy orgullosa del nombre que he elegido porque realmente me representa al cien por cien”.
En sus creaciones se aprecia la pasión y la creatividad con la que percibe el arte
En su obra se percibe la pasión y la creatividad con la que está hecha, algo que valoran sus compradores. De su clientela dice que “son personas muy interesantes, empáticas y curiosas. A veces llegan a mi mesa con los ojos abiertos, asombrados y secuestrados por los pequeños mundos que están guardados dentro de mis creaciones y para mí esta es la mayor satisfacción, saber que quien está comprando alguna de mis piezas, entiende que está a punto de llevarse un pedazo de mi corazón”.
Participa todos los domingos en el mercado artesanal de Oasis Park en La Lajita y cada dos o tres sábados en el de Lajares. De La Lajita destaca el “hermoso entorno” en el que se desarrolla, mientras que sobre Lajares dice que participar en el mismo es el deseo cumplido de todos los años de vacaciones. “Esperaba al sábado para correr allí e ir a comprar las obras de arte de estos excepcionales artesanos. Para mí es un inmenso honor poder ser parte de ese mundo encantado, tengo objetos comprados a lo largo de los años por cada uno de ellos; también hubo una artista y persona especial que se llama Betty, que me aconsejó, que creyó en mí y desde el primer día que nos conocimos, hace 10 años, siempre me apoyó, si ella no me hubiera animado, nunca habría tenido el coraje de presentarme en Lajares, no me sentía a la altura, sin embargo ella tenía razón y también realicé este inmenso sueño”.
Obras únicas
“Creo que cada pieza de artesanía es única e irrepetible, contiene la historia de quien la crea, la vida, las emociones, las noches de insomnio pensando en cómo crear un objeto determinado, cómo resolver un problema de construcción o cómo conseguir el color perfecto. No creo que mis piezas tengan algo diferente o particular, creo que todas son maravillosamente únicas”, dice sobre el trabajo artesanal al que dedica al menos diez horas diarias. Suele guiarse por la inspiración del momento. “Si hacer un collar de una casita en miniatura de Fuerteventura me lleva seis horas, pues se las dedico, no busco atajos. Mis creaciones deben ser exactamente como las imagino en mi cabeza, solo así puedo estar satisfecha”.
Si por algo le gusta la Isla es precisamente porque le da la oportunidad de conocer culturas y tradiciones diferentes. “Me enriquezco cada vez que conozco a una nueva persona”. Dice que lamenta no conocer más el idioma para saber expresar siempre lo que piensa, como lo haría en su lengua materna, con los matices correctos y un mayor conocimiento de vocabulario.
Lo que sí sabe expresar en pocas palabras es su entusiasmo y felicidad. “Me considero muy afortunada y estoy agradecida a este paraíso, a la Isla y a todas las personas fantásticas que he conocido aquí, que me permiten vivir la vida que siempre he soñado”.
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Comentarios
1 Un cotizante Lun, 02/09/2024 - 10:05
2 Otro cotizante Mar, 10/09/2024 - 10:18
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