El Ayuntamiento de La Oliva ha procedido a cubrir la boca de un antiguo pozo situado en el entorno de capital del municipio, una medida adoptada por motivos de seguridad tras haber vallado el perímetro en varias ocasiones y desaparecer el material de vallado después de cada actuación.

El concejal de Obras y Servicios, Oliver González, explicó que "el Ayuntamiento viene siguiendo desde hace tiempo la situación de este pozo" que "se ha vallado en varias ocasiones", pero que "al estar apartado siempre aparece algún inconsciente que se lleva el material, con lo que volvían a llegarnos quejas de los vecinos".

El Ayuntamiento ha procedido a hacer las obras para cubrir la boca del pozo, aclarando que se trata de "una medida provisional para evitar situaciones de peligro". Los pozos son bienes de interés etnográfico por su relación con la cultura del aprovechamiento del agua, de manera que "el pozo no está clausurado, y siempre será posible restaurarlo y acondicionarlo más adelante".

En este pozo, de unos cuarenta metros de profundidad, los Bomberos de La Oliva han intervenido en dos rescates de perros, uno hace un mes y otro el año pasado. Con respecto al último caso, la perra de caza que fue rescatada a principios de noviembre fue atendida en la Perrera Municipal por los servicios veterinarios de la asociación Fuerteventura Dog Rescue, y continúa recuperándose de una pata rota y otras lesiones.

Según han informado las asociaciones, un colectivo especializado en atender podencos canarios abandonados en las Islas y Almería, y que organiza programas de concienciación con niños y de acompañamiento a personas mayores, le ha encontrado una familia de adopción. La perra viajará en enero a Milán con sus nuevos propietarios, tras declinar su anterior dueño, identificado por el microchip, hacerse cargo del animal.

Responsabilidad de los propietarios de los pozos

El Ayuntamiento de La Oliva aprovecha para explicar que el mantenimiento de los pozos no es competencia municipal, sino que son responsables de su seguridad los propietarios de los terrenos donde se encuentran, como ocurre con cualquier otra propiedad privada.

En el caso de este pozo en concreto, el Ayuntamiento de La Oliva ha actuado ante la situación de peligro y al no estar claro a quien corresponde su propiedad.