El grupo de gobierno del Cabildo, compuesto por PSOE, NC-AMF y Podemos, se ha fijado aprobar de forma definitiva el Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura (PIOF) en diciembre de 2021.

Este lunes se celebró la Comisión de seguimiento para la modificación sustancial del PIOF, en la que se abordó un cronograma que sitúa la aprobación inicial y la presentación del estudio ambiental estratégico en diciembre de este año.

Tras un periodo de información pública de 45 días, se elaboraría la propuesta del planeamiento definitivo, que saldría para mayo del próximo año.

A “principios” de noviembre de 2021 se espera la “formulación de la declaración ambiental estratégica”, con 15 días hábiles el periodo de información pública y la aprobación definitiva en diciembre.

Para sustentar la ‘hoja de ruta’ planteada por la Consejería de Ordenación del Territorio, que dirige Sergio Lloret, el equipo de gobierno ha encargado un dictamen al catedrático Francisco Villar Rojas, ponente de la Ley del Suelo aprobada en la pasada legislatura, que sostiene que no es preciso reiniciar la tramitación del PIOF sino acudir directamente a una “nueva aprobación inicial”.

Con la Ley del Suelo, es el propio Cabildo el que “podrá proceder a la aprobación definitiva” del Plan Insular, ya que la citada normativa “le ha atribuido esta competencia”, explica Villar Rojas en su informe.

El catedrático señala que desde que el PIOF comenzó su adaptación a la Ley del Suelo “han surgido nuevos criterios y determinaciones que se quieren incorporar al documento del Plan Insular de Ordenación en trámite”, por lo que el procedimiento “debe retrotraerse a la fase de aprobación inicial”, con apertura de información pública.

El territorio, a debate

En la Comisión de seguimiento del PIOF, además de aprobar el cronograma para su aprobación, también se debatieron aspectos como los planes de ordenación de recursos naturales, de los espacios protegidos de la Isla y del área marina, y la propuesta de Parque Nacional de zonas áridas.

También la ordenación de los recursos extractivos, el modelo territorial, a escala insular y comarcal, así como los equipamientos de transporte, energía, actividades económicas relevantes o polígonos industriales de “trascendencia insular”.

En materia turística, sobre la mesa están los equipamientos de ocio turístico, y en cuanto a la ordenación del suelo rústico, la delimitación de asentamientos rurales y agrícolas, y criterios “para homogeneizar los usos en las diferentes categorías de suelo rústico”.