El equipo redactor del catálogo de Patrimonio de La Oliva plantea en el documento, que está en exposición pública, la pertinencia de declarar un Bien de Interés Cultural (BIC) en el Islote de Lobos, por los valores de diversos elementos, como las chozas de El Puertito, el Faro de la Punta de Martiño, las Salinas -que actualmente incorporan una molina- y el aljibe, así como las casas de Los Labrantes.

En los últimos años, los dueños de las chozas han reclamado que se reconozca su valor histórico y que sean protegidas, de cara a su supervivencia. En el Catastro, todo el islote compone una única finca, de más de 4,5 millones de metros cuadrados, si bien también se enumeran unas 11 edificaciones, con distintos usos.

Tanto un informe técnico encargado por el Ayuntamiento de La Oliva como el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural del Islote de Lobos, recopilaban información “para justificar la posible declaración de El Puertito como sitio etnográfico”.

No obstante, para el equipo redactor del catálogo de Patrimonio, encomendado a la empresa Urbanfix, “una vez estudiada la información, se considera más asimilable la categoría de conjunto histórico, por las características de los elementos de valor patrimonial que alberga el Islote”.

En su opinión, “estos elementos encajan en la definición de conjunto histórico” de la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, aprobada en 2019, en cuanto a que conforman “una agrupación de bienes inmuebles que forman una unidad de asentamiento claramente delimitable”.

Además, su estructura física es el “reflejo de la evolución de una comunidad humana, con independencia del valor de los elementos singulares que la integran”. En ese sentido, el equipo redactor del catálogo de Patrimonio resalta que ya en el planeamiento que reguló la gestión del espacio natural se destacaba que el enclave “debe su origen a un lugar antiguo de desembarco de pescadores que pasaban cortas temporadas en la Isla, contando con un pequeño muelle que sigue prestando servicios de desembarco”.

Las “chozas de pescadores” rememoran “el carácter pasado del Islote”

Así, se destaca que las “chozas de pescadores” rememoran “el carácter pasado del Islote”, y que se corresponden con “la primera fase del asentamiento y ejemplo de las construcciones tradicionales de áreas costeras”. “Las chozas eran un lugar de refugio durante las temporadas donde la pesca y el marisqueo componían los principales vectores de la dieta de los residentes en la Isla”, se añade en el documento.

Para el equipo técnico, no solo El Puertito tiene valores para ser protegido como BIC, por su interés arquitectónico, sino que también cabe destacar el valor “etnográfico e industrial” del faro y la molina junto a las salinas. “El Puertito en Lobos, lo que implican las chozas y su tradición, constituyen una comunidad nómada”, señalan los expertos, que resaltan la histórica forma de vida “agropecuaria” a la que estaban ligadas.

“Regularizar”

El equipo redactor del catálogo asegura que “la declaración de El Puertito como BIC tiene como fin regularizar y a su vez asegurar una protección especial” y la “protección de las edificaciones”. En resumen, “permitiría regularizar la situación de los inmuebles a los actuales inquilinos”. Para justificar su rechazo a la protección por los valores etnográficos se argumenta que “eliminar lo que no tiene ‘valor etnográfico’ sería eliminar parte de la memoria colectiva del lugar”.

El Cabildo de Fuerteventura tiene la competencia para “incoar e instruir los procedimientos de declaración de Bien de Interés Cultural, elevándolos al Gobierno de Canarias para su resolución”, tal y como se especifica en la Ley.

Por su parte, entre las competencias del Ayuntamiento se encuentra la de “formular, tramitar y aprobar los planes especiales de protección que establezcan la ordenación de los bienes de interés cultural con categoría de conjunto histórico”, como sería la propuesta para Lobos. El plan especial de protección tiene como objetivo la “ordenación y gestión” del espacio catalogado como BIC, “conforme a criterios que garanticen su preservación”.

Bienes catalogados

En el fichero de bienes catalogados por el Ayuntamiento de La Oliva, en el caso de que se apruebe el documento tal y como ha salido a exposición pública, se encuentran varios elementos en Lobos. Es el caso de las Salinas del Marrajo, que tienen una superficie de más de 16.000 metros cuadrados. Ubicadas entre la Punta del Marrajo y La Caleta, su acceso se efectúa a partir de una senda de tierra.

El catálogo incluye las Salinas del Marrajo y tres hornos de cal en Lobos

El catálogo resalta de estas salinas que constituyen “un ejemplo único y notorio de la producción salinera en Canarias”, así como que su estado de conservación es bueno. Su construcción se llevó a cabo entre los años 1935 y 1940, y su vida productiva fue “escasa”, prolongándose hasta 1960. “Su extenso trazado, sumado a la única presencia de este tipo de industria en el Islote, hacen únicas estas salinas, que forman parte de la historia económica de las Islas”.

En el catálogo también se recogen tres hornos de cal, que datan en algunos casos del siglo XIX. Uno de ellos es un horno abierto de “único tambor”. Los hornos, señala el estudio encargado por el Consistorio, tuvieron un “alto interés” por el comercio de cal, hasta épocas relativamente recientes, siendo importante la exportación de este producto.

“La aparición del cemento y las pinturas sintéticas en la segunda mitad del siglo XX condenó a la paralización” la actividad de los hornos, que se convirtieron entonces “en un legado patrimonial para el conocimiento económico e industrial de la historia de Fuerteventura”.