“Con una boya oceánica estudiaremos la temperatura y acidificación en la Isla”
Juana Magdalena Santana Casiano, catedrática de la ULPGC
En la reciente conferencia CLIMA, celebrada en Fuerteventura, participó el grupo QUIMA de la Universidad de Las Palmas (ULPGC), que ha implantado en Canarias un novedoso laboratorio para los estudios de CO2 (dióxido de carbono) y acidificación oceánica. En breve, la Maxorata se incorpora con la instalación de una boya oceánica en las proximidades de Puerto del Rosario, concretamente a la altura del Hotel El Mirador, en Playa Blanca. Los datos analizados en los últimos años han sido reveladores y arrojan un aumento en las temperaturas del agua de mar, acompañado de una mayor concentración de CO2 que se disuelve en las aguas superficiales de las Islas y una disminución en el pH, lo que supone un aumento en la acidificación oceánica. Estos cambios alteran de manera significativa las condiciones de los ecosistemas costeros.
-Ha sido un verdadero logro que Canarias y España estén en la Red ICOS, red europea de medición de los gases de efecto invernadero. ¿Es importante para seguir con la investigación de su grupo científico?
-La Red ICOS (sistema integral de observación del carbono, según sus iniciales en inglés) reúne la mayor parte de estaciones de medición de dióxido de carbono en la atmósfera, los océanos y ecosistemas terrestres. De esa manera se pueden conocer de forma efectiva y en tiempo casi real los flujos de CO2, los lugares en los que se acumula y los lugares en los que se emite este gas. Es imposible conocer qué es lo que está pasando a nivel global si las medidas que se realizan no son parte de una visión igualmente global.
-¿De esa red nace el Observatorio Marino para la monitorización y lucha contra el cambio climático, implantado por la Universidad de Las Palmas?
-Sí, se trata de la red CanOA, que se crea en el año 2019 por parte del grupo QUIMA-ULPGC como resultado de un proyecto con el Gobierno de Canaria y la Fundación Loro Parque para la monitorización de la acidificación oceánica en el Archipiélago. Surge de la experiencia previa del grupo en el estudio del CO2 con series temporales oceánicas, que se inició en 1995. La importancia de la región cubierta por la red CanOA, entre Canarias y Barcelona, y la instrumentación específica, incluida en la sala de máquinas del buque portacontenedores Jona Sofie, hizo que en 2021 entrara a formar parte de la red europea ICOS. En el año 2023 se ha unido la estación ESTOC (Estación de Series Temporales en el Océano de las Islas Canarias), a 60 millas al norte del Archipiélago.
“Las aguas de las islas más orientales actúan como un sumidero de CO2”
-¿Qué conclusiones obtiene tras recoger más de 123.000 datos de parámetros vinculados al cambio climático, acidificación oceánica y la relación de todas ellas con la biodiversidad marina de Canarias?
-Los datos muestran claramente un aumento en las temperaturas del agua de mar, acompañado de un aumento en la concentración de CO2 que se disuelve en las aguas superficiales de Canarias, una disminución en el pH, es decir, un aumento en la acidificación oceánica, que en los últimos cinco años es del siete por ciento. Estos cambios alteran de manera significativa las condiciones de los ecosistemas costeros, especialmente la de los organismos que tienen en su estructura carbonatos, pero también favorecen la tropicalización de las aguas canarias.
-Puede destacar algún detalle o información del estudio en relación a las islas orientales. ¿Cómo afecta ese fenómeno que describe a los ecosistemas de Fuerteventura y a su fauna marina?
-Si bien las aguas al norte de Fuerteventura son más frescas que las aguas entre La Palma y Tenerife, por el efecto del afloramiento norteafricano, que eleva aguas de temperaturas más bajas y profundas hacia la superficie, el aumento en la temperatura atmosférica provoca un aumento en las aguas en la zona de Fuerteventura como ocurre en el resto de Canarias. En los últimos cinco años se han alcanzado valores con una tendencia muy superior a la registrada en la estación ESTOC en 25 años. Estas tendencias perturban el ecosistema marino, pueden conllevar el desplazamiento de especies y afectar a la cadena trófica.
“El último año fue extremadamente cálido en las aguas de la región canaria”
-¿Por qué el año 2023 se considera anómalo?
-Fue un año extremadamente cálido, en el que las temperaturas más frías, observadas a finales de febrero y marzo en la región canaria, superaron en más de un grado las de registros anteriores. Las temperaturas más cálidas, en octubre, también se incrementaron en más de un grado y medio, alcanzando los 26,5 grados centígrados. Se midieron incrementos igual de anómalos en el contenido de CO2 en el agua y una mayor acidificación. La presencia de olas de calor en el Atlántico este, en el Mediterráneo y en muchas regiones del globo está siendo una constante en los últimos años.
-¿Qué funciones realizará la boya de monitorización que quieren instalar en la costa majorera? ¿Cuándo se colocará? ¿Cuántas boyas de medición hay en Canarias?
-Como parte de la red CARBOCAN para el estudio del CO2 absorbido por los océanos se instalará una boya oceanográfica en las proximidades de Puerto del Rosario [en aguas de Playa Blanca] para estudiar la temperatura superficial, variaciones en el contenido salino, la cantidad de CO2, pH y de oxígeno en sus aguas, para caracterizar la variación estacional en los flujos de dióxido de carbono entre la atmósfera y el océano. Esta boya se une a las existentes en la Bahía de Gando en Gran Canaria y a la de La Restinga en El Hierro (actualmente en mantenimiento). El objetivo es que la boya de Fuerteventura esté operativa en enero de 2025.
Los datos muestran un aumento claro de la temperatura media del mar.
“El equipo de medición se instalará en aguas de Puerto del Rosario”
-¿Qué trabajo desempeñan los barcos de oportunidad?
-Los estudios de CO2 en el océano requieren de medidas continuas en el tiempo, cubriendo amplias regiones. Usar un barco oceanográfico es altamente costoso. Sin embargo, nuestros mares son recorridos de manera repetitiva por barcos que siguen rutas comerciales. Esos barcos pueden contribuir al estudio del CO2 colocando en sus salas de máquinas equipos de medición. Para ello, el acuerdo entre las navieras permitiendo el acceso y la instalación de equipos pertenecientes a grupos de investigación es una oportunidad de estudio, que ha sido establecida por la comunidad científica.
-¿Puede explicar en qué consiste ese algoritmo obtenido con Inteligencia Artificial (IA) para describir los valores de CO2 en la región canaria, y en qué épocas el sistema actúa como una fuente o como un sumidero?
-El contenido de CO2 en las aguas superficiales viene determinado principalmente por la temperatura del agua de mar, que controla la solubilidad del gas, por la actividad biológica en las aguas y por la mezcla de las mismas. Las imágenes de satélites que cubren amplias regiones oceánicas con valores de temperatura, clorofila y profundidad de la mezcla del agua superficial, junto con las medidas experimentales de CO2, pueden ser integradas en modelos que buscan relaciones en el tiempo y permiten estimar con un importante grado de certeza valores de dióxido de carbono en regiones no cubiertas por los barcos y las boyas, y así dibujar un mapa de la evolución en las aguas superficiales y de la cantidad que es absorbido y desprendido a lo largo del año. Los datos experimentales, así como los obtenidos por IA indican que la región canaria absorbe CO2 entre los meses de noviembre hasta mayo o junio, cuando las aguas son más frías, y emiten hacia la atmósfera CO2 entre junio y octubre, al aumentar las temperaturas. El resultado global es que la región canaria actúa como un sumidero de CO2, con mayor importancia hacia las islas más orientales, como consecuencia de la menor temperatura de sus aguas, como se indicó anteriormente, y de la influencia de las aguas afloradas norteafricanas.
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