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Jana González reivindica reforzar las acciones para acabar con la mutilación genital femenina

"Seguimos en la brega en contra de la MGF, porque entendemos que no es cultura; es abuso infantil y es violencia de género"

Diario de Lanzarote 0 COMENTARIOS 21/02/2025 - 13:07

La diputada del grupo nacionalista canario (CCa), Jana González Alonso, reivindicó la necesidad de reforzar la detección y prevención de la Mutilación Genital Femenina (MGF) en Canarias durante su intervención en la comisión de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud celebrada este viernes en el Parlamento de Canarias. A su vez, la parlamentaria se interesó por las acciones que se están llevando a cabo para luchar contra la realización de esta práctica en el Archipiélago.

"La Mutilación Genital Femenina es una de los ejemplos más crueles de violencia contra las mujeres", reseñó la diputada. Jana González hizo hincapié en la necesidad de establecer medidas en las islas que acaben con esta lacra, que ha sufrido un repunte en este último año. Según los datos aportados por la Asociación Sociocultural de Mujeres Mauritanas Dimbe entre 4.500 y 5.000 mujeres en Canarias han sufrido o están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina. De las cuales, aproximadamente 900 son menores de 14 años.

"Durante el pasado año se detectó por el Servicio Canario de Salud un repunte de 72 casos", subrayó la diputada. Estas cifras ponen de relieve la necesidad de establecer protocolos y acciones para acabar con esta situación, y, sobre todo, "proteger a las mujeres y a las niñas que viven en Canarias".

En este sentido, Jana González destacó que durante la legislatura pasada se aprobó una Proposición No de Ley del Grupo Nacionalista Canario para luchar contra la ablación genital femenina. "Una PNL aprobada por todo el arco parlamentario en el que se adquiría un compromiso para acabar con la MGF y que debemos recuperar".

Sin embargo, para la diputada nacionalista es necesario "reiterar ese compromiso y revisar aquellas medidas que podemos mejorar". Entre estas cuestiones a reforzar, Jana González Alonso señaló el protocolo sanitario, ya que "únicamente atiende a esas niñas y mujeres que llegan a nuestras costas y no a esa población residente africana que tenemos en todas las islas Canarias".

También incidió en la optimización del protocolo de Servicios Sociales, en el que se deben establecer sistemas de detección, "para que cuando las niñas vayan a esas 'vacaciones del horror' pueda establecerse ese protocolo de protección de menores para garantizar sus derechos humanos".

Además, la diputada enfatizó en la importancia de dotar al profesorado de formación para que puedan desarrollar una labor de concienciación y prevención ante la MGF. Jana González también insistió en la necesidad de trabajar "de la mano" y dar un mayor apoyo a la asociación Dimbé, que desempeña una labor imprescindible en la lucha contra la ablación femenina en Fuerteventura y que requieren de mayores recursos para trasladarse al resto de islas.

La diputada agradeció la labor de Hawa y Kadi, representantes de dicha asociación y supervivientes de la mutilación genital femenina, "que reflejan la lucha feminista y que bregan cada día por la tolerancia cero de la sociedad con la MGF".

Por último, la diputada majorera concluyó su discurso señalando el compromiso del Grupo Nacionalista Canario "en la brega en contra de la mutilacion genital femenina, porque entendemos que no es cultura; es abuso infantil y es violencia de género".

La MGF, una práctica que debe ser erradicada

La Mutilación Genital Femenina es una práctica ligada a valores tradicionales que sigue siendo habitual en algunos países africanos, en los que supone una condición sine qua non para contraer matrimonio. Las víctimas más susceptibles son las provenientes de países como Senegal, Mauritania, Nigeria, Guinea, Guinea-Bissau, Ghana, Mali y Sierra Leona.

En Canarias no se constata que se realice esta práctica. Sin embargo, cuando las niñas son menores se las traslada al país de origen de su familia para realizar la ablación genital. Esta práctica se realiza a niñas en edades cada vez más tempranas, para evitar problemas con las ayudas de carácter internacional entre Europa y los países del continente africano, lo que supone una vulneración de derechos fundamentales de integridad física y moral.

La mutilación tiene arraigado un fuerte significado simbólico entre las comunidades donde se practica, además de la estructura social que la mantiene. Supone un requisito indispensable para el matrimonio, del cual depende el honor de toda la familia.

La mutilación comprende todos los procedimientos de ablación parcial o total de los genitales externos de la mujer, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos, causados por razones tradicionales. Dicha costumbre se fundamenta en una creencia tradicional que determina el papel de la mujer dentro de la comunidad, a través de la cual se efectúa el control de la sexualidad y el fomento de la castidad, mitigación del deseo sexual para garantizar la fidelidad e incrementar el placer sexual masculino.

Sin embargo, las consecuencias físicas y psicológicas que permanecen después de realizarse estas prácticas son severas. La mutilación no solo extirpa el sexo de la mujer, sino también una parte de su autoestima, que hace de ella una mujer sumisa, porque cuando una niña es mutilada se están vulnerando sus derechos, y eso la acompaña a lo largo de toda su vida.

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