Cabildo De Fuerteventura. El vodevil I
Reconozco mi debilidad por la isla de Fuerteventura, por esa tierra quemada y por su gente. Siempre hay un lugar de visita obligada: la calle Primero de Mayo de Puerto del Rosario. Si bien su atractivo es limitado, de un tiempo a esta parte se ha convertido en el centro de tertulias mañaneras a las que asisten políticos retirados, empresarios en alza y venidos a menos y, en ocasiones, el alto (y no tan alto) funcionariado de la corporación insular. Basta con sentarse en esas terrazas para ponerse al día de la actualidad política y social de la isla y, sobre todo, de las intrigas del Cabildo. Esta fórmula de encuentro tuvo su representación en La Graciosa, y no sé si aún existe, no era una terraza, sino un banco o un muro al que denominaban como “el cabildo”, donde especialmente los mayores arreglaban el mundo. Puede que el nombre proviniera de la costumbre ya desaparecida de que la fachada del antiguo Cabildo de Lanzarote en la capital fuera un lugar de encuentro para el mismo fin. Con el traslado de la institución a un nuevo emplazamiento, terminó “el cabildo capitalino”. Es probable que tal vocación se haya desplazado a las múltiples terrazas que proliferan en la zona, eso sí sin los trabajadores públicos que son una fuente inagotable de información.
El pasado 26 de junio se cumplió un año de la toma de posesión de Dolores García Martínez, Lola García (Asamblea Majorera/Coalición Canaria), como presidenta del Cabildo de Fuerteventura. Por fin, una mujer tomaba las riendas del Cabildo, motivo por el que muchos consideraron que, con su arribada al sillón presidencial y con la de Jessica de León (PP) se iniciaba un proceso de renovación, en las formas y en el fondo, de la gestión de los asuntos públicos tras dos legislaturas completamente estériles para el desarrollo insular, pues en ninguna se plasmó un proyecto de futuro que respondiera a los retos de la Isla en los próximos decenios.
Parecía que ese matrimonio era muy conveniente, pues sus trayectorias sin tropiezos servían de revulsivo, no solo para la política majorera sino también para el resto de las islas. Al menos, se esperaba que sirviera de ejemplo para la política conejera en la que la honestidad y limpieza en la vida política viene brillando por su ausencia.
El estreno de la presidencia fue agridulce: el pacto que su partido había cerrado para garantizar el gobierno en el Cabildo no fue con el PP de Jessica de León sino con el PSOE de Blas Acosta Cabrera (Secretario general del PSOE, expresidente del Cabildo y ahora consejero), a quien Lola García no parece estimar. El pacto CC-PSOE fue urdido por Lázaro Cabrera (empresario dueño del zoo-parque La Lajita, exconsejero del Cabildo y poder fáctico de AM/CC) y Mario Cabrera (expresidente del Cabildo y diputado autonómico); ambos sabían que Lola no quería ese pacto, pero se lo impusieron a pesar de sus lágrimas, pues se aseguraban el poder en toda la isla. Aprovecharon una torpeza, una más, de Fernando Enseñat, líder insular del PP, para deshacer el pacto que Lola y Jessica se tenían prometido.
En cualquier ámbito de la vida resulta imposible que una relación funcione si una de las partes no quiere, y es Lola García la que parece no querer que este pacto funcione. En los mentideros capitalinos se da como cierto que la presidenta no se fía de Blas Acosta. Para ella, cualquier iniciativa proveniente de Acosta viene revestida de intereses espurios. Cierto es que a este político, aunque la justicia lo declare inocente, siempre le perseguirá la fama, y también que la presidenta presume de honestidad por donde quiera que va; sin embargo, los intereses bastardos no son patrimonio de un solo partido ni de un solo político. Unos y otros se ven abordados por asuntos poco confesables en cuanto ejercen el poder o se sienten próximos a él. Lo digo porque la rectitud de Lola García se puede poner a prueba de forma inminente, y vienen curvas para ella. Hay quienes se preguntan si va a defender una nueva variante de la autovía en la zona de La Lajita para satisfacer exclusivamente los intereses del preboste del lugar. En la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias es conocido que la ejecución de esa nueva variante supondría retrasar la finalización de la autovía al año 2033 o más si los ajustes fiscales obligan a suprimir inversiones. Otro ejemplo es si se encuentra en condiciones de defender que la nueva desaladora del sur de la isla se instale en los terrenos de un histórico dirigente de Asamblea Majorera.
La consecuencia de un pacto indeseado es que la convivencia termina siendo insoportable y afecta a todos los que rodean a la pareja. Y no tanto porque los demás consejeros del equipo de gobierno sean los únicos espectadores, sino porque la población percibe que una mala gestión de los asuntos insulares -derivada de la inquina de Lola García- puede perjudicar los intereses de todos los sectores. La consecuencia de ese pacto no deseado se nota ya en la gestión insular. Ha transcurrido un año de legislatura y lo más destacado es la completa ausencia de propuestas para potenciar la vida económica insular y conocer cómo afrontar los grandes retos. De nada vale presumir del nivel de ejecución del presupuesto, tal y como hizo la consejera de Hacienda Nuria Cabrera en el Pleno del Cabildo del mes de junio, si el gasto es completamente ineficaz. De lo ejecutado hasta ahora solo se salvan las obras hidráulicas, pero eso ni siquiera es mérito del pacto actual o de la gestión de la presidenta, pues a quien deben agradecerlo es a Sergio Lloret (expresidente del Cabildo la pasada legislatura y ahora consejero en la oposición) al que suponemos que no cuenta con la simpatía de Lola García, y que fue el responsable de la planificación hidráulica insular durante el pasado mandato. Fue Blas Acosta quien asumió la iniciativa para declarar de emergencias todas esas obras permitiendo con ello agilizar el inicio de su ejecución. El resto del gasto es, en su mayoría, gasto corriente que se enmarca en el circo de las administraciones para captar votos. Es un gasto improductivo que no resuelve los problemas de la isla. Basta con hacer un recorrido por los medios de comunicación desde que se inició la legislatura para apreciar que no hay noticias provenientes del Cabildo sobre planes, proyectos o iniciativas sobre la economía o sobre el futuro de los servicios públicos insulares. Lo que prevalece es la publicidad sobre conciertos musicales y fiestas, lo cual me conduce irremediablemente al modo de operar de otras administraciones en Lanzarote.
Esa falta de proyectos se notará en el balance final del mandato y quizás entonces ya nadie quiera presumir del nivel de ejecución del presupuesto, aunque siempre les quedara hacerlo de los numerosos festejos realizados durante su mandato.
Si bien Blas Acosta no es un político que admire, es justo reconocer que en el corto espacio de tiempo en el que ostentó la presidencia del Cabildo en la anterior legislatura trató de elevar el nivel de la gestión y que sus iniciativas, acertadas o no, proyectaban una visión de futuro de la Isla. Hoy, el Cabildo está centrado en dar respuesta al presente más inmediato, renunciando a afrontar el futuro. Un dirigente histórico, venido a menos, del PSOE majorero atribuye la pobre gestión a que la presidenta está más interesada en anular a Blas Acosta que en liderar un proyecto insular. Esa actitud tiene algo o mucho de visceral y la visceralidad es poco útil en las relaciones políticas. En AM/CC se escuchan voces que dicen que quizás a Lola García le falta aún algo de madurez política. Tablas, lo llaman en el mundo del espectáculo.
No solo las relaciones dentro del pacto cabildicio parecen deterioradas, también dentro del grupo de gobierno de AM/CC. El creciente malestar, en ambos casos, se justifica por el mismo motivo: la toma de decisiones sobre la gestión de los asuntos insulares se reduce al tándem formado por Lola García y la consejera Nuria Cabrera y los demás forman parte del atrezo para el lucimiento de las dos mandamases. Como ya se murmura entre los consejeros, ambas pretenden emular al dúo Sergio Lloret-Juan Nicolás Cabrera (exconsejero del cabildo de no se sabe qué partido) que formaron el equipo de gobierno más pequeño de la historia de los cabildos pues todos los demás consejeros estaban en la oposición. Tanto criticar para terminar haciendo lo mismo.
Decía el escritor, profesor y consultor Peter F. Drucker (1909-2005): “la gestión es hacer las cosas bien; el liderazgo es hacer lo correcto”.
Tanto los consejeros del PSOE como los de AM/CC, salvo, por supuesto, el dúo Lola-Nuria, piensan que la gestión no es buena o es simplemente mediocre. Y todos, salvo ellas, coinciden en que Lola García no está haciendo lo correcto para ser la líder que el Cabildo y la Isla necesitan. Tampoco es ya el referente que mirar desde los otros cabildos.
Con Lola García se ha pasado de la ilusión al desencanto y a pensar que cualquier presidente anterior fue mejor.
Comentarios
1 Lola Jue, 05/09/2024 - 08:07
2 Josépepe Jue, 05/09/2024 - 08:23
3 Jacinto Jue, 05/09/2024 - 08:28
4 Majorero Jue, 05/09/2024 - 08:35
5 Progre Jue, 05/09/2024 - 08:44
6 Vocero Jue, 05/09/2024 - 09:59
7 Calixto Jue, 05/09/2024 - 10:19
8 Anonimo Jue, 05/09/2024 - 12:45
9 Mario Jue, 05/09/2024 - 20:16
10 remora Jue, 05/09/2024 - 22:22
11 Majorera Vie, 06/09/2024 - 06:06
12 Josefo Vie, 06/09/2024 - 10:49
13 Casi miro Vie, 06/09/2024 - 11:57
14 Podemos Vie, 06/09/2024 - 17:49
15 el verdadero pr... Vie, 06/09/2024 - 18:09
16 Paloma Vie, 06/09/2024 - 20:46
17 autonomo Sáb, 07/09/2024 - 18:23
18 anonima Sáb, 07/09/2024 - 18:27
19 ardilla Dom, 08/09/2024 - 00:58
20 Vecina Lun, 09/09/2024 - 09:07
21 Palomo Lun, 09/09/2024 - 16:55
22 Majorero Lun, 09/09/2024 - 22:15
23 Cuñado Mar, 10/09/2024 - 08:31
24 Esperanza Mar, 10/09/2024 - 23:10
25 Canario picaron. Mié, 11/09/2024 - 10:04
26 Pepe Mié, 11/09/2024 - 15:28
27 Sandalio Sáb, 14/09/2024 - 13:12
28 Sandalio Sáb, 14/09/2024 - 19:33
29 Anonimo Mar, 17/09/2024 - 08:56
30 Anonimo Mar, 17/09/2024 - 08:57
31 Benito Mié, 18/09/2024 - 18:50
32 Lola Vie, 20/09/2024 - 07:32
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