OTRA HISTORIA DE CANARIAS

Poder, cultura y propaganda en la época del Mando Económico

El Museo Canario atesora un valioso documento fotográfico sobre la posguerra canaria que también abarca Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa

Mario Ferrer 0 COMENTARIOS 27/10/2024 - 08:39

En 1941, en una de las etapas más duras del siglo XX, Franco decidió crear el Mando Económico de Canarias. Fiel a su naturaleza castrense, la dictadura afrontó los graves problemas que tenía el Archipiélago recurriendo, en plena posguerra, a la idea de centralizar las grandes decisiones financieras en las figuras de los generales del ejército. La vida en las islas quedó en manos de los militares del Mando Económico de Canarias durante varios años.

Esta institución, que pervivió hasta 1946, lideró la política regional, imponiendo, entre otras medidas, el control en el abastecimiento de los productos básicos. Las cartillas de racionamiento se generalizaron en medio de la pobreza reinante, que fue especialmente intensa en Canarias por su histórica dependencia de los mercados europeos. Las islas no solo sufrían las consecuencias de la dramática guerra civil española, sino que también veían desaparecer su tradicional y provechosa relación comercial con los países de un “Viejo continente” que ardía en medio de las terribles llamas de la II Guerra Mundial. Por si fuera poco, pronto quedó claro que el bando nazi por el que había simpatizado Franco llevaba las de perder.

Todas estas circunstancias, más la lejanía geográfica, hicieron que para las islas fuera aún más traumática la autarquía a la que tuvo que recurrir el régimen en estos años. Al general Serrador primero y luego a Francisco García-Escámez, quien estuvo de 1943 a 1946 en el cargo de Capitán General de Canarias les tocó pilotar la marcha de las islas en un periodo muy complicado, intentando paliar la carestía de productos de primera necesidad que sufría el Archipiélago y fomentando el autoabastecimiento. Además, claro está, de erradicar cualquier conato de republicanismo o renacimiento democrático. Eran los años de plomo del franquismo, cuando la dictadura agudizaba la represión contra todos aquellos que consideraba desafectos al nuevo Estado.

Respecto al impulso a la innovación, los generales Serrador y García-Escámez promovieron las industrias tabaqueras y de conservas de pescado, con tímidos ecos que llegaron a Lanzarote y Fuerteventura, donde también se hicieron esfuerzos por nuevas variantes agrícolas, como en el resto de las islas. 

Obras públicas

La influencia del Mando Económico fue más allá del ámbito monetario y financiero, sintiéndose en muchos aspectos del día a día del Archipiélago. Una de sus principales misiones fue llevar a cabo una importante política de creación de infraestructuras. El objetivo era doble. Por un lado, se pretendía dotar a las islas de una serie de obras básicas y de interés general de las que se carecían, mientras que, por otro lado, estas construcciones debían ayudar a mitigar el alto desempleo de la época. De esta manera, el Mando Económico también influyó poderosamente en la arquitectura del momento, como ya estudió hace tiempo la profesora María Isabel Navarro en su libro Arquitectura del Mando Económico en Canarias (1941-46): La posguerra en el archipiélago. Aunque predominó un estilo ecléctico de inspiración clasicista, este organismo también apoyo ciertas obras del neocanario, una corriente que mezcló regionalismo y modernismo y que fue muy relevante en la mitad del siglo XX.

Casas del maestro en Vega de Río Palmas. 

El Mando Económico puso en pie tres presas en Fuerteventura

Muchos de los aspectos que estamos nombrando del Mando Económico de Canarias se conjugan en un solo documento excepcional. Se trata de un álbum fotográfico oficial de grandes dimensiones que está entre los fondos propios de la Casa de Colón y que hace poco años fue digitalizado por el Archivo de Fotografía Histórica de Canarias de la FEDAC, ambas instituciones del Cabildo de Gran Canaria. 

Este voluminoso documento recoge centenares de imágenes de las obras arquitectónicas e intervenciones realizadas en todas las islas (desde La Graciosa a El Hierro) por el Mando Económico de Canarias entre 1941 y 1945: carreteras, construcciones hidráulicas, barriadas y “casas baratas”, escuelas, puentes, hospitales, mercados, etc. El ambicioso plan también acogía obras conmemorativas destinadas a aumentar el recuerdo y la gloria del bando vencedor de la guerra civil, como el célebre Monumento a los Caídos de Santa Cruz de Tenerife.

En este breve análisis que proponemos sobre este álbum solo nos detendremos en lo concerniente a las islas más orientales de Canarias, cuyo peso demográfico y político era muy minoritario en esos momentos. Según el propio documento estudiado, Lanzarote tenía 31.394 habitantes, mientras que en Fuerteventura figuraban 14.381, es decir, aproximadamente una sexta parte de la población conjunta que tienen hoy, que está en torno a 280.000 residentes.

El álbum aporta fotos y datos de las obras realizadas en ambas islas entre 1943 y 1945. En Fuerteventura se invirtieron poco más de cuatro millones de pesetas. Dentro del gasto, los capítulos con más cantidades fueron Obras sociales y Obras hidráulicas, con un millón y medio aproximadamente. Otros apartados fueron Obras públicas, Obras de enseñanza y Obras de beneficencia. Entre otras construcciones se llevaron a cabo las presas de Los Molinos, Las Peñitas de Vega del Río Palma y La Herradura (con un coste de 208.000 pesetas la más barata a 1.000.000 la más cara); las casas de los maestros de Betancuria y Río Palmas (25.000 pesetas); o las 12 “casas baratas” de la barriada de Nuestra Señora del Carmen en Puerto de Cabras (335.806 ptas.).

Casa del maestro en Betancuria.

En este periodo se construyeron infraestructuras claves para La Graciosa

Las cantidades para Lanzarote y La Graciosa fueron menores, apenas rozando los dos millones de pesetas. El principal aspecto inversor fue en Obras sociales, con casi medio millón de pesetas. Entre otras construcciones, en Lanzarote se llevaron a cabo la Escuela de Artesanía de Teguise (11.840 pesetas); la ampliación del cementerio en dicha localidad (26.000 pesetas); o 12 “casas baratas” en Arrecife (323.731 pesetas).

Llama la atención la cantidad de obras realizadas en La Graciosa, donde García-Escámez siempre mantuvo una alta estima entre la población graciosera e incluso la rumorología local le aseguraba haber tenido una amante isleña. Cotilleos aparte, García-Escámez puso en marcha las primeras infraestructuras de la recientemente reconocida como octava isla: cementerio, embarcadero, aljibes e iglesia.

Propaganda

El álbum tiene multitud de valores como documento histórico muy representativo de una época. No solo por la arquitectura oficialista, sino por lo que representa como documento propagandístico. Estábamos en un momento de máximo control de la censura, donde los medios de comunicación que habían sobrevivido estaban al servicio completo de la dictadura. De hecho, la propia actividad fotográfica se reguló, obligando a tener un carnet oficial.

Este álbum fotográfico de la Casa de Colón, con unas magnitudes grandiosas y unos materiales de primera calidad, rezuma triunfalismo por todos lados. Centenares de imágenes y datos de obras públicas de distintos orden en las que el retrato fotográfico de la empobrecida sociedad a la que iba destinadas esas obras apenas aparece.

A pesar de todos los intentos del Mando Económico de Canarias su balance está lleno de claroscuros: el sector exportador canario encontró pocas estrategias exitosas tras la paralización del efecto de los puertos-francos por la II Guerra Mundial y el posterior aislamiento internacional hacia Franco. El control del suministro de alimentos y bienes básicos tampoco fue del todo efectivo, dejando mucho margen para el “mercado negro” y el estraperlo. La contrapartida social ante este panorama tan negativo fue, una vez más, la emigración, que en esta etapa se destinó masivamente a Venezuela.

En 1946 el Mando Económico de Canarias fue disuelto. Oficialmente se consideró que la situación había mejorado, aunque en realidad las críticas a la larga militarización de Canarias también afectaron a su final.

Añadir nuevo comentario