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París aplaude la danza acrobática de un dúo majorero

Las bailarinas Ainhoa Santana y Laura Enríquez Campos, de la Academia Datana de Gran Tarajal, se alzan con el tercer puesto en el Festival Europeo entre 200 escuelas

Itziar Fernández 0 COMENTARIOS 15/10/2022 - 08:46

Las bailarinas Ainhoa Santana Torres, de 21 años, y Laura Enríquez Campos, de 22 años, alumnas desde la infancia de la Academia Datana de Gran Tarajal, siguen en una nube. Han convertido su afición en una forma de ganarse la vida. Su esfuerzo, dedicación y entusiasmo no tienen límites y, en la actualidad, trabajan de forma profesional como bailarinas en una compañía nacional en Mallorca.

El pasado mes de septiembre cumplieron un sueño al representar a España en el Festival Europeo de Danza que se celebró en París. Entre más de 200 escuelas destacaron por su calidad artística y lograron el tercer premio en la modalidad de danza contemporánea.

“Estuvimos a punto de no acudir, porque suponía un desembolso económico casi imposible de asumir, entre los billetes de avión o los gastos de estancia, pero trabajamos sin descanso, ahorramos mucho y teníamos claro que acudiríamos las dos junto a nuestra profesora de baile de toda la vida, Eva Torres, que es mi madre”, afirma Ainhoa.

No recibieron ni una ayuda institucional. “Era impresionante ver allí el apoyo que recibían el resto de participantes por parte de personas de sus lugares de origen, mientras que nosotras acudimos solas, con nuestro talento como bandera”, aseguran.

Ainhoa y Laura forman un dúo muy especial, porque han crecido bailando en Datana desde los seis años. Recuerdan que ya fue un “subidón” ganar el año pasado el Festival de Danza de Canarias, con dos coreografías en show danza con acrobacias y en la modalidad contemporánea, donde quedaron primeras y se clasificaron para los nacionales, un pase al Festival Nacional de Barcelona. “Nos preparamos al máximo la coreografía, cada paso y cada movimiento medido al milímetro y con mucho control”, afirman.

Terminaron esa competición satisfechas, pero reconocen que no pensaban quedar subcampeonas nacionales. El pase al certamen europeo, celebrado en París, era un sueño que parecía inalcanzable y muy costoso económicamente, al que tuvieron que acudir sin ningún patrocinio. “Una empresa para la que solemos trabajar, que actúa en diferentes hoteles de Fuerteventura, nos contrató para la temporada de verano en Mallorca y allí nos fuimos a bailar sin parar, para reunir todo el dinero posible”, cuentan.

 Y en pleno verano le dieron la sorpresa a su profesora Eva Torres: “Le dijimos a Eva que preparara las maletas que nos íbamos a París”. “Le enviamos nuestro show, con acrobacias y volteretas, un número más arriesgado y alejado del clásico movimiento de danza contemporánea de manos y brazos”, confiesan.

El espectáculo entusiasmó al público: “Fue precioso, la gente nos paraba y nos felicitaba por nuestro trabajo”. “Nos gusta un baile más salvaje, demostrar fuerza y coraje. Nuestro lema es: ‘me la pela, lo intentas, te equivocas, te levantas’”, destacan. A pesar de que Ainhoa aguantó como una campeona porque se presentó lesionada, con un esguince, dice que lo volvería a repetir, porque se lleva una experiencia inolvidable. “Fuimos testigos del nivelazo artístico del certamen y ser protagonistas, poder competir en este evento internacional al lado de la Torre Eiffel, en una ciudad preciosa, fue un regalo y lo disfrutamos a tope”, subrayan.

El premio fue un broche de oro, “una auténtica lección de vida de que si luchas y te esfuerzas al máximo todo se puede conseguir”, reflexionan. Las majoreras han hecho historia, aunque su hazaña haya pasado desapercibida en Fuerteventura y Canarias. Ainhoa y Laura compaginan estudios y trabajo. En estos meses en Mallorca han participado en dos shows acrobáticos que les preparó su compañía, bajo el argumento del mar y la infancia.

“Por las mañanas aprovechamos para descansar todo lo posible del espectáculo anterior y por la tarde hacemos calentamiento, repaso de coreografía, maquillaje, vestuario y comenzamos con todo el montaje para volver a bailar en el hotel”, explican sobre su rutina diaria.

En el futuro inmediato quieren continuar con su formación en la Academia Datana, donde también quieren colaborar en la preparación de muchas niñas y niños que siguen sus pasos y aman el baile. “Queremos aprovechar este triunfo para seguir adelante, presentarnos a castings, apuntarnos a cursos profesionales, sabemos que es una profesión complicada pero queremos intentarlo y también ser profesoras, para apoyar a Eva, que forma a tantas alumnas de la Academia Datana, que cumple 20 años en activo”, manifiesta Ainhoa.

Eva Torres asegura que cuando abrió la Academia Datana en Gran Tarajal no esperaba que durara tantos años. Sin embargo, su pasión y el empeño por mejorar en la formación del baile la ha mantenido en activo. “Han pasado una media de 80 alumnas por curso y cumplimos 20 años, así que sumamos muchas participantes, horas de danza y mucha ilusión, reflejada en esas caritas repletas de felicidad cuando bailan”, afirma Eva.

Foto: Carlos de Saá. 

Eva Torres abrió Datana hace 20 años en Gran Tarajal: “Hay mucha ilusión”

El secreto para mantenerse tantos años en activo, desvela Eva, es “el compromiso, el rigor, ser exigente y responsable”, detalla. Para ella, son unos valores que intenta transmitir a sus pupilas.

“Cada año que pasa veo con tristeza que muchos de estos valores, esenciales para la vida, se están perdiendo, pese a que son importantes para todo, especialmente para la danza”, dice. “Sin embargo, cada vez hay menos capacidad de sacrificio, no permiten que les corrijas y las familias no inculcan el esfuerzo, lo que supone comprometerse con algo y cumplir”, lamenta.

Aunque siempre hay excepciones que le llenan de felicidad, como los triunfos cosechados por algunas niñas muy pequeñas de la academia que se clasificaron en grupo a las competiciones nacionales. El año pasado llegaron a finalistas y no pudieron ir a competir a la Península porque no contaron con presupuesto, pero “el trabajo queda reflejado y se consiguen muchas metas”. “Aunque no se conozcan, nos sentimos muy orgullosas de las niñas, de todo lo que trabajan y consiguen”, insiste.

“También insistimos en la importancia de trabajar el ballet clásico como base para la formación en un futuro”, añade. Juventud con talento Para Eva, resulta esencial que haya ilusión y destaca que en Gran Tarajal sobra talento y energía para bailar, cantar, la música y otras artes.

“En nuestro pueblo tenemos un movimientos social y cultural que es único en Furteventura”, recalca. “Lo hemos visto en la Semana de la Juventud, y hay un nivel de participación en todo que es muy bonito y que llama mucho la atención, porque vemos una juventud alegre y muy formada”, concluye.

Eva considera que se necesita más apoyo económico, tanto público como privado, para fomentar el talento juvenil y para premiar el esfuerzo de tantas familias que luchan para que la juventud pueda tocar un instrumento, cantar o bailar, así como trabajar otras artes como cine, teatro, diseño, literatura, escenografía, moda, pintura o escultura.

“Gran Tarajal abandera un movimiento cultural muy especial”, subraya Eva, que destaca que el talento de su juventud se sitúa no solo en el mapa canario, sino que traspasa fronteras.

La inquietud cultural de Eva no tiene límites. Estos días está implicada en la búsqueda de patrocinadores para la celebración del concurso de reina del Carnaval de Gran Tarajal en 2023. “La pandemia nos ha enseñado a valorar nuestras fiestas, a darle la relevancia que tienen actos que emocionan a tantas personas y que mueven candidatas, murgas o participantes en concursos de disfraces, que tantos momentos felices generan”.

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