CULTURA

Miguel Poveda: “El amor va a poder con cualquier cerrazón del ser humano”

El cantante trae a Fuerteventura este 16 de julio su gira Diverso, en el Palacio de Formación y Congresos de Puerto del Rosario

María José Lahora 3 COMENTARIOS 11/07/2023 - 08:12

El cantante Miguel Poveda recala el próximo 16 de julio en Fuerteventura con su gira Diverso. La cita será a partir de las 21.00 horas en el Palacio de Formación y Congresos de Puerto del Rosario. El artista habla sobre este último trabajo, el panorama musical y algunas cosas más…

-Presenta el próximo 16 de julio en Fuerteventura el espectáculo ‘Diverso’, una palabra en la que ya refleja los diferentes estilos que nos vamos a encontrar en su concierto en tierras canarias, pero ¿qué se esconde además detrás de este vocablo?

-En realidad no se esconde nada, sino al contrario, lo que hace es mostrarse con todo el colorido con el que he ido dibujando mi personalidad, tanto humana como de artista. La de un chaval inquieto que ha crecido en Badalona en un barrio de andaluces para después convivir en Barcelona con músicos de todas las disciplinas del arte, que se ha movido de la misma manera en teatro y cine, con los ojos y el alma abiertos al mundo y no se ha quedado solamente en una faceta como puede ser el flamenco, aunque sea mi punto de partida. He tenido ganas de pintar mi cuerpo y que se viera en mi piel todo aquello que me gustaba y darme herramientas para comunicarme con el mundo. De alguna manera, es una filosofía para decirle al mundo que la diversidad es atractiva y que las diferencias no tienen que ser motivo de confrontamiento.

-Demuestra con ‘Diverso’ que la música, además de arte, puede lanzar otros mensajes, ¿no?

-Exacto. Creo que la música tiene ese poder y es lo que he intentado conseguir: Tender puentes entre los diferentes países donde lo que predomina es la música y no importa el color, la raza, ni las diferencias. Al contrario, la mezcolanza y los encuentros que se producen en torno a la música me parecen maravillosos y es una manera de abrazarnos la humanidad, que se abraza mucho más a través de la música que de algunas ideas políticas.

-¿Qué podrá encontrar el espectador en esta gira que recala en Fuerteventura?

-Es un viaje por encuentros, lazos de unión entre diferentes culturas, sobre todo entre la flamenca y la música de la otra orilla, como el bolero, el tango o la canción mexicana que se encuentran con la flamenca, y un recital de canto tradicional. Es un viaje que transita por la cantera andaluza acompañada de la poesía de Federico García Lorca, por las músicas populares pasadas por mi filtro, por mi forma de sentir las canciones.

-Ha mamado la multiculturalidad desde la infancia. Imagino que influye en su percepción de entender las diversas músicas.

-Claro, cómo te has criado y dónde influye en tu crecimiento personal y artístico. Conforme vas creciendo te das cuenta de que la gente quiere clasificarte en un lugar como si fueras un fichero y te rebelas. Tengo claro que no puedo prescindir de todo lo que soy. De alguna manera, también soy cambiante. No me gusta que la gente encasille a las personas y les ponga etiquetas. La base está en el respeto a las diferencias y ese es el mensaje que quiero lanzar con la música. Desde la emoción que produce eso, la melodía, la guitarra, la base rítmica... lo que te remueve expresado con la música y la palabra.

-¿Qué música le inspira Fuerteventura? ¿Conocía ya la Isla?

-Conocía la Isla de visita, pero esta será la primera vez que actúe aquí. Las músicas populares canarias también tienen mucho que ver con la influencia de Latinoamérica. Las músicas de la otra parte de la orilla me producen mucha curiosidad y también la música canaria. Me gustaría sorprender al público con algún tema con folclore canario, para tender puentes.

-De Miguel Poveda se dice que es uno de los cantaores de flamenco y coplas más reconocido del país con numerosos premios que así lo avalan. ¿Cómo ve el panorama flamenco actual?

-Con mucho optimismo. Siempre ha habido mucho pesimismo con el futuro del flamenco y, sin embargo, nunca he visto tanta cantidad de gente joven haciendo flamenco y haciéndolo tan bien, sonando como si tuvieran cien años en la garganta. Artistas que me hacen emocionarme y tener esperanzas en el mundo del flamenco y me hacen celebrar que eso ocurra, al igual que en la guitarra. En cuanto a talento, necesitaríamos que, poco a poco, cada vez se libere más de los prejuicios frente a esta música y la gente responsable de la cultura entienda que es un tesoro con un valor artístico incalculable y que tiene que mimarlo y cuidarlo como se cuida la música y la cultura en otros países.

-Ha participado en cine, teatro y se ha formado en una Barcelona multicultural. Tras 35 años de carrera musical, ¿qué le resta por hacer al polifacético Miguel Poveda?

-Me queda mucho por hacer. Ahora es cuando empiezo a hacer las cosas lo mejor posible. Siempre he pensado que es ahora, cuando me siento maduro, cuando puedo lanzar un mensaje con mucha más emoción y vivencia. Para mí, todos estos años han sido un camino de aprendizaje y es ahora, cuando tengo ese poso de madurez, cuando puedo decir que tengo un discurso que contar.

“He querido pintar mi cuerpo y mostrar en mi piel todo aquello que me gustaba”

-Dice que es amante del tango, la ranchera, el bolero al igual que de un cante por soleá, pero si tuviera que quedarse con un estilo musical o una canción, ¿cuál elegiría?

-El flamenco y el cante me mueven de forma distinta, quizá porque es la música de partida de mi carrera. Hay un universo tan emocionante e inacabable que siempre hay algo que me arrastra hasta el flamenco. Aunque también están los estados de ánimo. El momento que esté viviendo. Si tuviera que elegir me quedaba con un cante por soleá cantado por Manolo Caracol o Tomás Pavón, pero también sé que si me quedara ahí me asfixiaría. Los micromundos me parecen fantásticos porque conservan la esencia, pero yo necesito el planeta entero con toda su diversidad y su colorido.

-¿Le gustaría volver a sus raíces y reencontrarse con el flamenco en un futuro trabajo?

-En eso estoy. Ya he empezado a maquetar con Jesús Herrero un álbum de flamenco tradicional con textos de Federico García Lorca y una obra muy concreta, Poema del cante jondo. Se trata de un disco muy tradicional, inspirado en los cantes clásicos de la seguidilla, la bulería, la soleá, los tangos, la serrana... Al igual que el flamenco, más clásico y moderno que Federico no hay nada.

-Comentaba la importancia de expresar la diversidad y habla abiertamente de su homosexualidad... ¿Cómo ve el panorama político que se avecina?

-No creo que haya un político en el mundo que consiga tirar por tierra la naturaleza de cada ser humano cuando la naturaleza del ser humano es amar. El amor lo va a poder todo. Me resulta muy raro hablar de esto porque tengo asumido con tanta naturalidad que amo que dar explicaciones de que estás amando es como surrealista. El amor va a poder con cualquier cerrazón del ser humano aunque llegue al poder. Gobierne quien gobierne no me van a quitar la libertad de amar libremente. Hay que tener mucho cuidado porque se han conseguido muchos logros que no se pueden tirar por tierra, aunque entiendo que existe ese temor y es, en gran manera, preocupante. Quien quiera destruir los logros alcanzados tiene la batalla perdida.

Comentarios

El señor Poveda, debería de saber que los majoreros de pura cepa, siempre fueron muy amantes de toda la música hispanoamericana, especialmente la mexicana. Lástima que los medios de difusión dominantes y otros, hayan marginado casi absolutamente esos ritmos y melodías, fuera del día a día, y noche a noche, del gran público, de la gente, al tiempo que IMPONEN otros, incluso en otros idiomas, extraños a nuestra cultura e idiosincrasia.
Ahora me entero, por este artículo, de que Poveda es del " gremio", del mío. Al saberlo, busqué en Internet, y encontré un artículo de " Lecturas", titulado: " Miguel Poveda habla por primera vez de su homosexualidad y de su novio". De su familia, de cómo fue su infancia... siendo como era...en Badalona y Barcelona, en los años ochenta, noventa... Qué suerte tuvo de que no le tocara en Fuerteventura, en las décadas de los sesenta, setenta etc., Entonces, cultural y socialmente, en el " culo del mundo", en pleno franquismo, todo impregnado por la tradición, la religión... con alientos, o DESALIENTOS, de Tefía y su campo para ...
Quién me iba a decir a mí, majorero con existencia y alma oculta, triste, asustada y escondida, por el monstruoso y abominable pecado con el que había nacido: gustarle y amar a los de su propio sexo; temerosa de familia, amigos, vecinos, compañeros... de toda mi vida... que iba a " escapar" de esa prisión y TORTURA, de cuerpo y de alma, en un país lejano, en el que imperaban mi ideales políticos de comunista hasta las vísceras, del cerebro al corazón. ¿ Con quién, gracias a quién? ¡ Con un militar, trigueño, erguido, recio y bello como las palmeras reales de su tierra! Tan rojo como yo, aunque él era, e iba seguir siendo, guerrero por la causa, por el mundo: Angola, Etiopía... Por eso, debimos de separarnos, sin volver a encontrarnos, 25 años después, en la misma ciudad donde nos tropezamos, acabando con treinta y tantos años míos de " guerras y resistencias feroces" contra " eso"; de resistire y jamás me dejaré vencer por " ese" impulso abominable, despreciable, criminal, que sería afrenta insoportable de mi familia... Hoy, pasados 40 años, él, solo y enfermo, perece en la ciudad donde nos conocimos, donde a pesar de la feroz represión castro.cheguevarista, ¡ de nuestros líderes!, yo dí el primer paso a vivir la vida que siempre me habían pedido, implorando, exigido, mi corazón y mi alma, mi cuerpo todo... ¡ Con cuántos remordimientos y pesares! Nos prometimos, cuando nos separamos y despedimos la primera vez, en Santa Clara, que volveríamos a encontrarnos, a andar, JUNTOS, los mismos lugares, incluyendo el Cuartel Central, la calle 23, donde nuestros ojos se " descubrieron" mutuamente; las orillas boscosas del río Almendares, el Malecón... Sólo lo pudimos hacer realidad, hace 15, 16 años... Seguramente, ya nunca más nos volveremos a ver, ni ver y recorrer, JUNTOS, las ciudades, calles, plazas, orillas de ríos y del Caribe... donde clandestinamente, como fugitivos criminales, nos quisimos y amamos... a escondidas, ocultos como las alimañas...

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