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Jonathan Marcote Giménez, emprendedor de ‘La Penúltima Food Truck’: “Hemos despertado a los gigantes”

“Nos sentimos totalmente desprotegidos, nadie ha dado la cara por nosotros”

Itziar Fernández 0 COMENTARIOS 13/12/2025 - 08:35

-¿Qué ha motivado esta unión histórica de los emprendedores majoreros?

-En primer lugar, me gustaría dejar claro que yo soy un golfo y un machango. Esa es la definición del autónomo, harto de currar de sol a sol y sin derechos. El que vive por y para pagar y no puede ponerse enfermo, ni pensar en la conciliación familiar, el que no tiene horarios y, con frecuencia, ni salario fijo. El autónomo que ha dicho basta y se arremanga, decidido a pelear por su dignidad. O al menos así nos han definido recientemente en un medio de comunicación el presidente de Asofuer, el señor Antonio Hormiga, y la presidenta de la Asociación de Empresarios de Puerto del Rosario, la señora Daniela Plotegher. Este es un movimiento que nace de la iniciativa de varios compañeros, entre los que se encuentra Ariel, y que pone de manifiesto la compleja realidad que vivimos los autónomos en Fuerteventura y en España. Si bien es cierto que cada uno tiene su propia realidad particular, son muchos los puntos comunes que compartimos.

-¿Por qué surge ese movimiento?

-Por el hastío, hartazgo y frustración ante una situación injusta que asfixia y somete a los autónomos. Eso ha generado una unión para luchar por nuestros derechos, para poder ganarnos la vida con dignidad, independencia y poder disfrutar del fruto de nuestro sacrificio. El objetivo común de mejorar nuestra situación es el pegamento que nos une sin fisuras en la lucha por el respeto al autónomo como figura fundamental socioeconómica del país y dejar de ser el conejo de laboratorio que paga los platos rotos de las malas gestiones o decisiones políticas. Evidentemente, es una cuestión política, que no de ideologías o de colores políticos, puesto que precisamente han sido decisiones políticas las que nos han traído hasta este momento. Por ello organizamos la manifestación, que fue un éxito, y necesitamos el apoyo de la sociedad majorera.

-¿Qué sentimientos comparten entre todos los profesionales?

-El sentimiento de desafección, impotencia y hartazgo es generalizado. Nos sentimos totalmente desprotegidos, no le importamos a nadie, porque nadie ha dado la cara por nosotros. Vemos a diario en las tertulias de los medios de comunicación cómo se nos juzga y ataca sin piedad, llamándonos llorones y quejicas, y asegurando que deberíamos pagar más. También hemos visto en declaraciones recientes a los líderes de los principales sindicatos defendiendo la propuesta fallida -afortunadamente- del Gobierno de la subida de las cuotas y a una famosa tertuliana, Sarah Santaolalla, celebrando que día tras día haya menos autónomos en este país. “Es una gran noticia”, ha dicho. Ante este panorama tan agresivo y desalentador nos sentimos totalmente desprotegidos. Pero hay que destacar que esta asociación, con poco tiempo de vida, ha conseguido que casi a diario se hable de los autónomos en medios convencionales y redes sociales, y que gran parte de la sociedad se haya manifestado a nuestro favor.

-¿A qué gigantes atacan?

-Fruto de este movimiento y de su extraordinaria y rápida viralidad, parece que otros han tenido que ponerse las pilas. La figura del autónomo ha sido maltratada durante muchos años sistemáticamente, demasiados años, pero, ¿alguna de esas asociaciones empresariales se había manifestado o pronunciado por algo? Qué casualidad que ahora salgan todos deprisa y corriendo a hacerse la foto. ¿Dónde han estado todos estos años? ¿Por qué no se han manifestado antes? Motivos han tenido. No solo por las terribles cargas fiscales propias de la actividad; los autónomos somos personas y también debemos afrontar las cargas propias de la vida. Ha habido una subida brutal de los insumos, luz, gas o alquileres. Nadie ha salido a la calle, nadie ha protestado, pero ahora que este movimiento ha levantado la mano y ha iniciado una lucha parece que algunos se han sonrojado un poco. Hay autónomos con más de 30 años de trayectoria que desconocían la existencia de esas asociaciones... Dudo muchísimo que desde los confortables salones de hoteles se consiga el objetivo de mejorar nuestra situación. En la calle es donde se consiguen las cosas, donde se lucha y se hace el ruido necesario para que se nos escuche. Si los autónomos paramos, se para el país, y vuelvo a repetir: a los más de mil autónomos que formamos parte de esta asociación, las declaraciones de empresarios de otras asociaciones nos han parecido muy desafortunadas y fuera de lugar. Se puede decir que hemos despertado a los gigantes.

-¿Puede contar cuál es su situación particular?

-Soy autónomo desde hace unos meses, con amigos y familiares autónomos. He invertido todo lo que tenía y más para poder cumplir mi sueño de montar una food truck, de ser mi propio jefe y ganarme la vida con libertad e independencia. Pese a no haber iniciado la actividad, pago religiosamente y cumplo con mis obligaciones fiscales, es decir, no he empezado a facturar, pero sí a pagar desde el minuto cero. Yo no pido que las cosas sean gratis, pero sí lógicas. Espero que se nos escuche y que la situación de los autónomos mejore, sea más justa y que emprender en este país no sea una partida a la ruleta rusa donde tu socio, por imperativo legal -el Estado- te deje progresar y desarrollarte con libertad e independencia y que no merme todo tu esfuerzo y sacrificio sin piedad, quitándote las ganas de seguir adelante y progresar. Si no suma, al menos que no sea un lastre de por vida que nos impida crecer, avanzar y, en definitiva, soñar.

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