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Manuel Armas, un diamante en bruto del kickboxing español

El joven majorero solo ha necesitado dos años para conquistar el Mundial de Kickboxing júnior

Rubén Betancort 1 COMENTARIOS 13/09/2024 - 07:43

Han tenido que pasar casi dos décadas para que Canarias vuelva a estar situada en la élite mundial del kickboxing, y todo gracias a la actuación de Manuel Armas en el Mundial celebrado recientemente en Budapest, en Hungría. Natural de Corralejo y con solo 17 años de edad, este majorero logró la victoria en los cuatro combates disputados en la categoría júnior (menos de 71 kilos), lo que le permitió conquistar la medalla de oro.

Su llegada al mundo de los deportes de contacto ha sido algo tardía, pero no ha sido impedimento para crecer día a día, y convertirse en una de las grandes promesas nacionales. “Hasta hace dos años estaba jugando al fútbol y mi familia quería que siguiera jugando al fútbol”, recuerda Manuel Armas. Explica que fue un amigo el que lo invitó a ir al gimnasio en verano y, desde entonces, el kickboxing se ha convertido en una de las grandes pasiones de este joven.

Sus comienzos no fueron fáciles, aunque nada le hizo arrojar la toalla. “El primer combate que tuve no me salió nada bien, me descalificaron”, comenta. Esa experiencia le sirvió de aprendizaje: “Es verdad el dicho que afirma que de las derrotas se aprende, porque yo en ese momento aprendí bastante, y desde entonces todo me ha salido bien”. Un aprendizaje que le ha servido para proclamarse campeón de Canarias y de España en la categoría K1, de menos de 71 kilos.

Entrena en el gimnasio del Club Noi Thai, y se dedica en la actualidad única y exclusivamente al kickboxing. “Me la estoy jugando toda a una carta”, confiesa. En su día a día, sale a correr todas las mañanas y regresa al gimnasio, donde se pone en manos de su entrenador, Jordi Ferreres. Ya por la tarde vuelve a entrenar, esta vez junto a David Mederos, realizando “entrenamientos más técnicos o físicos, dependiendo del tiempo que reste para la próxima competición”.

Mundial en Budapest

Manuel Armas representó a España en el Mundial de Kickboxing K1, competición que lleva el sello oficial de la WAKO (World Associattion of Kickboxing Organizations), oportunidad que le llegó tras proclamarse en Madrid campeón de España. “Nada más bajarme del ring el presidente de la Federación Canaria de Kickboxing, Néstor Navarro, me comunicó que estaba seleccionado”. Una noticia que le costó “asimilar”. “Aunque, una vez que tuve la mente fría, recapacité y me sentí muy orgulloso y feliz”, explica.

“Hasta hace dos años jugaba al fútbol, y mi familia quería que siguiera”

Tuvo que disputar cuatro combates y en los cuatro venció por la decisión unánime de los jueces, y asegura que viajó con “la expectativa de ganar el oro”. “La plata o el bronce no me hubieran dejado nada contento”, asegura. “En el primer combate me tocó un rival zurdo, el campeón de la pasada edición”, comenta. “Me ganó el primer y segundo asalto, pero en el tercero remonté para  llevarme la victoria”, recuerda.

Su rival en la segunda ronda fue el representante de Kazajistán, que partía como máximo favorito en todas las quinielas. “Estuve mucho más suelto, el combate fue mucho más tranquilo y lo dominé”. Ya en la ronda de semifinales, se enfrentó a un griego que “no paraba de pegar, no se cansaba”. Aun así, el majorero llevó bien el enfrentamiento y se impuso. Y en la final, su rival fue el turco, del que recuerda que “pegaba muy fuerte, pero estaba ante una oportunidad única de llegar a la cima”.

Éxito de Canarias

El triunfo de Manuel Armas en el Mundial de Kickboxing no ha sido la única buena noticia para la delegación de Canarias, ya que el teldense Shaiel Suárez logró la medalla de plata en la categoría cadete.

Ahora se dedica en exclusiva al deporte: “Me la estoy jugando toda a una carta”

El presidente de la Federación Canaria de Kickboxing, Néstor Navarro, asegura que estos resultados sirven para que “Canarias recupere su estatus como una de las mejores escuelas de nuestro país”. “Hace más de 20 años que no hay un campeón oficial y Manuel Armas lo ha conseguido, con la poca experiencia que tiene; es un logro impresionante e histórico”, destaca.

El máximo responsable de este deporte en el Archipiélago define a Manuel Armas como “un diamante en bruto”, al que habrá que pulir para que se convierta en uno de los grandes referentes del kickboxing a nivel nacional en su peso.

Próximos retos

Uno de los sueños que tiene es hacerse profesional y debutar con un combate en su pueblo, Corralejo, y “ganar muchos títulos a nivel profesional”. Antes de ello tendrá que cumplir la mayoría de edad y seguir entrenando duro cada jornada. Nada más llegar a España quería “descansar unos días, pero ya estoy entrenando de nuevo”, apunta. Destaca que el descanso le vendrá bien para recuperarse de las “pequeñas lesiones” que sufre “en un codo y una rodilla”.

A Manuel Armas se le abren ahora muchas puertas que debe ser capaz de aprovechar, y sobre todo, debe estar centrado en el deporte, a pesar de su juventud. Porque vivir del kickboxing no es nada fácil, y para ello tiene que ser uno de los mejores a escala mundial, un camino que el majorero ya ha iniciado. 

Comentarios

Un ejemplo de superación y esfuerzo, con un gran futuro por delante, lastima q las instituciones no apoyen aúnas a deportistas así.

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