TRIBUNALES

Los forenses atribuyen la muerte de la bebé de Fuerteventura al zarandeo, no a drogas, y creen que sufrió

La niña tuvo "cierto periodo de supervivencia en el que tuvo que padecer", porque se estaba asfixiando, han señalado los forenses

EFE 0 COMENTARIOS 18/03/2025 - 15:25

La bebé que falleció el 29 de abril de 2023 en Fuerteventura en circunstancias por las que se acusa a su padre de asesinato, murió por una hemorragia craneal y un edema pulmonar provocadas por un fuerte zarandeo, pero no por el consumo de drogas, según los médicos forenses y los peritos de toxicología.

En la segunda sesión del juicio con Jurado que se sigue en la Audiencia de Las Palmas contra el padre, Juan Francisco Luzardo Santana, y la madre, Brenda Jiménez Ruiz Berdejo, los dos médicos que practicaron su autopsia han declarado que padeció "una hemorragia severa incompatible con la vida" por el síndrome del 'niño zarandeado', lo cual es compatible en un bebé de tres meses sin que aparezcan signos de violencia, como ha sido el caso.

Y es que, según han explicado, para que el cerebro choque con el cráneo y provoque la hemorragia severa que presentaba la menor tuvo que ser un zarandeo con "intensidad".

La niña tuvo "cierto periodo de supervivencia en el que tuvo que padecer", porque se estaba asfixiando, han señalado los forenses, y uno de ellos, el que la vio en el centro de salud sobre las 23.45 horas, ha determinado que debió fallecer dos o tres horas antes, sin que hubiera pasado mucho tiempo desde que llegó al centro de salud, al que la llevó su padre ya fallecida, según afirmó también el médico que la atendió.

En cuanto a la cocaína, llevaba en el cuerpo de la niña más de 10 o 12 horas, según los peritos que llevaron a cabo el informe toxicológico

En cuanto al alcohol y la cocaína que se detectó en la bebé y que la fiscal del caso, Carmen Julia González, sostiene que se los suministró el acusado esa noche para tratar de calmarla porque no dejaba de llorar, han expuesto que cuando la sangre se descompone genera etanol y a ello obedece su presencia.

En cuanto a la cocaína, llevaba en el cuerpo de la niña más de 10 o 12 horas, según los peritos que llevaron a cabo el informe toxicológico.

Estos dos peritos han apuntado que pudo ser ingerida por contaminación cruzada a la hora de preparar un biberón, por inhalación si se fumó crack en una habitación cerrada o también por ingesta voluntaria.

Así mismo, los dos forenses han señalado que la dermatitis "severísima" que presentaba la bebé se debe a que no se le cambiaba el pañal y por ello "cada vez que hacía pipi veía las estrellas y tenía episodios de llanto".

Los dos facultativos han informado de que apreciaron "signos de deficiencia de higiene corporal muy grandes" en todo el cuerpo de la bebé, que también evidenciaba que "pasaba muchas horas en la misma postura", aunque la pequeña tenía un desarrollo normal para su edad, han indicado los forenses y la especialista del laboratorio de histopatología.

No se apreció ninguna enfermedad en la bebé y su desarrollo era acorde a su edad, ha detallado la facultativa de histopatología.

La dermatitis "severísima" que presentaba la bebé se debe a que no se le cambiaba el pañal: "Cada vez que hacía pipi veía las estrellas"

La testigo perito de la Policía Científica ha indicado, por su parte, al tribunal que se hallaron trazas de cocaína en cantidades "muy pequeñas" en el body y la camiseta que analizó la Policía Científica y que creen que procede de restos de polvo de cocaína.

El médico de urgencias que atendió a la niña en el centro de salud de Puerto del Rosario ha testificado también en esta jornada y ha relatado que el acusado llegó con el bebé en brazos e irrumpió en su consulta esa noche "muy alterado" y solo decía: "No respira, no respira, ayuda a mi bebé".

La pequeña llegó envuelta en una tela húmeda y el procesado se la puso sobre la mesa, ha declarado el facultativo, quien ha precisado que "estaba pálida, tenía los labios y manos azulados y fría al tacto" y en las fosas nasales había sangre, y que "no duda de que llegó muerta" al centro de salud a las 22:45 horas, según se señala en el escrito de acusación.

Este testigo perito ha señalado que el acusado no le aportó datos para ver la causa de la muerte, y que avisó a la Policía "por instinto" y por lo alterado que estaba el padre.

Así mismo, ha relatado el episodio de violencia que protagonizó en el centro de salud al enterarse del fallecimiento de su hija.

El acusado se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía, mientras que su pareja, a pena de seis meses de prisión por abandono de familia, que también se reclama para el procesado, si bien sus abogados solicitan la absolución de ambos.

El juicio continuará este miércoles con la declaración de los padres de la pequeña.

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