El antiguo responsable de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, Tony Gallardo, ha desmentido “categóricamente” que el organismo “se haya pronunciado y avalado el proyecto denominado Dreamland”.

“Los pronunciamientos de tal naturaleza corresponden al Consejo Rector de la Reserva de la Biosfera, después de un estudio cuidadoso, y este no es el caso”, aclara Gallardo.

Los promotores del parque temático y comercial, que supondría la urbanización y edificación de una parcela de 160.000 metros cuadrados junto al Parque Natural de las Dunas de Corralejo, han utilizado un informe de Gallardo, cuyo alcance y sentido el propio autor ha negado en un comunicado.

Este desmentido firmado por Antonio Gallardo sale al paso de un vídeo, que algunos medios están divulgando estos días, y en el que se pretende dar a entender que  la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura se ha posicionado a favor del proyecto de construcción del parque temático y comercial.

Según ha podido saber Diario de Fuerteventura, el vídeo podría haber salido del  propio entorno de comunicación de Dreamland, y utiliza un informe realizado el 25 de febrero de 2021 por el entonces director de la Reserva.

Tal y como ha aclarado Gallardo, se limitó a responder a una consulta del Ministerio de Transición Ecológica, que se había interesado por la ubicación del proyecto a raíz de unas quejas de ciudadanos alarmados con su ubicación en un espacio rústico y de una gran belleza paisajística en el entorno del Parque Natural de las Dunas de Corralejo.

En ese informe, explica Gallardo, se reproduce íntegramente una consulta realizada a la Consejería de Ordenación del Territorio, competente en la materia. “En ningún momento”, señala, “mi informe como director posicionaba a la Reserva como favorable al proyecto”.

Además, Gallardo señaló al Ministerio de Transición Ecológica en su informe que el parque temático lo que si invadiría plenamente es uno de los llamados "espacios tampón" que han sido designados en torno a determinadas zonas protegidas para preservarlas  de la acción  humana no compatible con esos lugares, aunque se puedan permitir ciertas actividades.

“Amortiguar el impacto”

En concreto, una zona tampón se considera aquella pensada “para amortiguar el impacto de las actividades humanas en la zona núcleo” de la Reserva de la Biosfera “o junto a ella”.

Aquel informe abundaba en que en la zona tampón “se fomentarán estrategias de desarrollo sostenible en el ámbito local, social y económico, favoreciendo sobre todo el desarrollo de actividades agropecuarias sostenibles y ecoturismo”.

Frente a ello, los promotores de Dreamland pretenden construir un parque temático con capacidad para albergar 1,4 millones de turistas al año y que uno de cada cuatro visitantes a Fuerteventura pase por sus instalaciones, a 50 euros la entrada para los no residentes, según su propio estudio de viabilidad económica.