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El TSJC ratifica la condena de tres años de cárcel al condenado por el caso Hamacas

El empresario condenado intentó sobornar con 2.300 euros al entonces concejal Álvaro de Astica, que denunció el caso

El acusado, en la primera sesión del juicio.
Diario de Fuerteventura 5 COMENTARIOS 27/09/2021 - 12:19

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la condena a tres años de cárcel por un delito de cohecho al empresario Gregorio Roberto V.G., después de que un jurado de la Audiencia Provincial declarase probado que intentó sobornar en abril de 2016 con 2.300 euros al entonces concejal de La Oliva Álvaro de Astica para conseguir que le otorgaran la explotación del servicio de hamacas en las playas.

La condena ratificada implica tres años de prisión e inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, contratar con entes públicos y obtener beneficios fiscales por un periodo de cinco años, así como una multa de 12 meses con una cuota de ocho euros, con responsabilidad personal subsidiaria de un día de prisión por cada dos cuotas impagadas.

La condena impuesta por la Audiencia Provincial y ahora ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias se asemeja a la solicitud de pena instada por la Fiscalía, que pidió cuatro años de privación de libertad.

Cabe destacar que el tribunal que juzgó el caso se opuso a que se otorgue el indulto a Gregorio Roberto V.G., pero no a que se le conceda una suspensión de la pena de prisión, si corresponde, ya que se trata de la primera vez que es condenado.

El denunciante del caso Hamacas, Álvaro de Astica, afirmó en el juicio que el empresario Gregorio Roberto V.G. le entregó los 2.300 euros del supuesto soborno en un sobre, tras haberlo citado en su casa, y que al salir de la vivienda el procesado fue detenido por la Policía, que tenía conocimiento de la cita.

En la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Las Palmas, el entonces edil de Votemos en el Ayuntamiento de La Oliva detalló que la entrega de dinero para conseguir un trato de favor en la adjudicación del servicio de hamacas se produjo la tarde del 27 de abril de 2016.

El dinero se lo entregó el acusado en un sobre blanco que llevaba el nombre de Roberto, ha indicado el denunciante.

Así mismo, ha explicado que decidió grabar en un teléfono móvil la entrega y que como Gregorio Roberto V.G. le había dicho que le iba a pagar 3.000 euros, por temor a que la Policía pensara que se había quedado con la diferencia, le preguntó por los 700 euros pendientes y este le dijo que se los entregaría una vez que consiguiera la concesión del servicio de hamacas.

El denunciante indicó en el juicio que el 28 de marzo de ese año contactó el empresario con él para interesarse por la adjudicación de las hamacas, pero no le denunció a la Policía hasta el día 6 de abril porque fue en el intervalo de esos días cuando tuvo "claro" las intenciones del empresario.

Así mismo, señaló que con anterioridad a la cita del 27 de abril mantuvieron otra, en la calle, para la entrega del dinero, que también conocía la Policía, pero que en esa ocasión el empresario le dijo que no había podido reunir la cantidad.

El denunciante consideró en el juicio que el acusado, que se acogió a su derecho a no declarar, tiene como "estrategia no decir nada de todo lo que sabe", pues, según su información, iba a utilizar a un testaferro para que se presentara al concurso porque como tenía deudas no podía hacerlo él.

El exedil rechazó en la vista oral la versión de la defensa de que era él quien le pedía dinero al empresario debido a deudas que tenía: "Un reconocimiento de mi honestidad y de que ni robaba ni me metía a pactos con golfos", recalcó Astica.

Además, sostuvo que sus deudas eran de conocimiento público en las redes sociales y esa versión del acusado surgió a partir de 2019, tres años después de denunciar los hechos.

A preguntas de la defensa, explicó que la acusación popular, ejercida durante la instrucción por Votemos, se retiró del caso porque cuando se acabó el mandato él no se volvió a presentar a las elecciones y se quedaron sin fondos para pagar a los abogados.

Comentarios

Cosas sutiles siguen pasando pero aquí la gente mira para otro lado en este ayuntamiento pero la gente tiene lo que votaa
En el ayuntamiento de la Oliva están pasando cosas muy graves con apoyos de algunos y la gente lo sabe y se comenta en comité
Es de agradecer ver que hay gente que se dedica a la política y con ética
La Oliva es políticamente una cloaca hace muchos años. Alvaro Astica intentó hacer un poco de limpieza durante su etapa de concejal pero se le echaron todos encima hasta que le fue materialmente imposible seguir, e incluso tuvo que trasladarse fuera del municipio. No hay que olvidar la amenaza de muerte que recibió del propio alcalde Domingo González Arroyo durante un pleno municipal. Esta sentencia del caso hamacas no compensa ni mínimamente los esfuerzos que hizo Astica para que la legalidad retornara a La Oliva, cosa que obviamente no consiguió. Logró cosas importantes, como obligar al "marqués" a que abandonara el cago de alcalde en diciembre de 2015 en cumplimiento de una sentencia de inhabilitación que durante meses se negó a aceptar, pero lo cierto es que esto solo sirvió para que ocupara el cargo otro concejal de su grupo que actualmente continua en el grupo de gobierno, mientras que la actual alcaldesa es Pilar González, hija del "marqués". Así es La Oliva; un municipio "turístico y selecto".
La Oliva es políticamente una cloaca hace muchos años. Alvaro Astica intentó hacer un poco de limpieza durante su etapa de concejal pero se le echaron todos encima hasta que le fue materialmente imposible seguir, e incluso tuvo que trasladarse fuera del municipio. No hay que olvidar la amenaza de muerte que recibió del propio alcalde Domingo González Arroyo durante un pleno municipal. Esta sentencia del caso hamacas no compensa ni mínimamente los esfuerzos que hizo Astica para que la legalidad retornara a La Oliva, cosa que obviamente no consiguió. Logró cosas importantes, como obligar al "marqués" a que abandonara el cago de alcalde en diciembre de 2015 en cumplimiento de una sentencia de inhabilitación que durante meses se negó a aceptar, pero lo cierto es que esto solo sirvió para que ocupara el cargo otro concejal de su grupo que actualmente continua en el grupo de gobierno, mientras que la actual alcaldesa es Pilar González, hija del "marqués". Así es La Oliva; un municipio "turístico y selecto".

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