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El catálogo de La Oliva protege más de 200 bienes culturales

“Aproximadamente el 75% del patrimonio” del municipio “se encuentra en mal estado, en muchos casos cercano a la ruina”, señala el documento inicial

M. Riveiro 1 COMENTARIOS 13/08/2024 - 08:18

El nuevo catálogo de Patrimonio Cultural de La Oliva, que ha comenzado su tramitación tras la aprobación inicial, consta de unos 210 bienes, de los que casi un centenar son viviendas. Los elementos de titularidad pública están por lo general en buen estado, pero no ocurre lo mismo con los de propiedad privada. “Las viviendas y casonas presentan un notable y preocupante estado de deterioro”, advierte el equipo redactor del documento, que ahora saldrá a información pública y deberá recabar el dictamen del Cabildo de Fuerteventura antes de su aprobación definitiva.

Los antecedentes evidencian una deuda del Ayuntamiento de La Oliva con la protección del patrimonio histórico del municipio. El planeamiento vigente siguen siendo las Normas Subsidiarias que se aprobaron en el año 2000, en las que se incorporó un Plan de reconstrucción y rehabilitación de enclaves históricos. Sin embargo, “no se llegó a desarrollar nunca”.

En mayo de 2008 se aprobó de forma inicial el Plan Especial de Protección del Patrimonio de La Oliva. Incluía un listado de 151 inmuebles a proteger y se llegó a suspender la concesión de licencias que les pudiesen afectar, de forma cautelar, durante dos años. No obstante, la entonces Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) resolvió el expediente en sentido desfavorable y, desde entonces, no se había dado ningún paso más.

Por el camino, han desaparecido o se han transformado construcciones que tenían valores para ser protegidas. De hecho, en el nuevo catálogo se destaca la existencia de cinco bienes “propuestos para descatalogar”. Dos de ellos han desaparecido: un aljibe en El Cotillo y un horno de cal en La Caldereta. Otra está en ruina total y dos más han sufrido modificaciones, en algún caso “muy invasivas”. Y, en sentido contrario, gracias al trabajo de campo previo a la elaboración del catálogo “se han descubierto bienes que poseen valor para ser incluidos” en el documento de protección y que no figuraban en los listados anteriores, casi 60.

Entre esos bienes que se plantea ahora proteger hay antiguos nidos de ametralladoras y puestos de tiro. “Entre 1940 y 1943”, señala el catálogo, la costa de Fuerteventura fue “pertrechada” por el Gobierno español con motivo de la Segunda Guerra Mundial. “Ante la posible penetración por parte de los aliados a la Isla con fines colonizadores” se elaboró un plan de defensa “ante una posible incursión”. Durante un tiempo se daba por cierta “una amenaza real por parte de los ingleses de conquistar las Islas”. Al finalizar la guerra, Fermín Rodríguez, vecino de Lajares, fallecido en 2019, quedó como vigía de mantenimiento de estos bienes hasta principios de los años 60.

Conservación “desigual”

En el catálogo se destaca un estado “desigual” en la conservación del patrimonio, con una “gran diferencia” entre el etnográfico e industrial respecto al arquitectónico. “En este último grupo, las viviendas y casonas presentan un notable y preocupante estado de deterioro, rozando la mayoría el estado de ruina”, subraya el equipo redactor, encabezado por Jonathan Tabares y Carolina Ramírez, de la empresa Urbanfix. “Este hecho se debe, en la mayoría de los casos, al abandono de las viviendas debido a problemas de transmisión de la propiedad” y, por ello, “muchas de estas edificaciones se han quedado sin uso”.

En ese contexto de inmuebles con varios propietarios o herencias sin resolver, las posibilidades de restauración son complejas. Precisamente ese es uno de los principales objetivos: lograr que se rehabiliten los inmuebles con valores. Tras el análisis realizado por los técnicos, “aproximadamente el 75 por ciento del patrimonio cultural de La Oliva se encuentra en mal estado, en muchos casos cercano a la ruina, siendo necesarias las acciones enfocadas en la restauración de la gran mayoría de los bienes”.

“Las viviendas y casonas presentan un preocupante estado de deterioro”

Al abandono se suma el vandalismo, como otra de las grandes amenazas que se cierne sobre los bienes con valores patrimoniales. El ejemplo paradigmático es la conocida como Casa de la Costilla, cuya majestuosidad sobresale frente a las viviendas campesinas más humildes. Construida a finales del siglo XVIII, con una superficie de 578 metros cuadrados en una parcela de más de 404.000 metros cuadrados, es una muestra de la arquitectura realizada en Canarias en el ámbito rural, con una planta en forma de “U”. Pese a su relevancia, en los últimos años “la edificación ha sufrido actos vandálicos que han dañado seriamente su integridad y el patrimonio isleño”.

En el lado positivo de la balanza, el equipo redactor valora “positivamente” que muchos de los inmuebles propuestos para catalogar “mantienen su configuración original”. Su dispersión por el territorio, alejados de los núcleos de población, ha permitido que hayan “resistido” a los procesos de urbanización, pero al mismo tiempo ha acentuado “el abandono de la mayoría de las edificaciones, que amenaza con su desaparición”. De momento, se ha establecido un régimen de protección preventiva, lo que implica un grado máximo de conservación hasta que se realicen las visitas técnicas individualizadas. Una forma de preservar el patrimonio que queda.

Comentarios

Nada nuevo, esto no es noticia. Ya lo sabe cualquiera que se de una vuelta por el municipio, eso si, sin estar mirando fijamente a la pantallita.

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