La Asociación de Madres y Padres Mahoh del IES San Diego de Alcalá, en Puerto del Rosario, vive con cierto temor el inicio del próximo curso escolar, previsto para el 12 de septiembre, después de que el pasado curso se tuviera que cerrar el principal acceso al centro ante el riesgo de desprendimiento de algunas piezas de la cubierta metálica instalada sobre el hall de estada. En un principio, Educación del Gobierno de Canarias se comprometió a cambiar la cubierta. Meses después sigue sin ejecutarse ningún tipo de obra. El colectivo de madres y padres del IES exigen ahora un certificado de la Consejería de Educación que garantice la seguridad de la cubierta. De no ser así, anuncian movilizaciones para el comienzo de curso.

“Tenemos una situación de extrema gravedad”, asegura la presidenta del AMPA, Pino Pérez. A finales del curso pasado, hubo un desprendimiento de la cubierta. Ante el peligro de nuevos desprendimientos, se optó por cerrar el acceso y habilitar como alternativa la entrada al edificio por la zona del aula Enclave.

“Dimos parte a Infraestructura Educativa para que se cambiara la cubierta”, explica Pino. En un principio, la respuesta fue que se iba cambiar. “Luego, nos dijeron que no, sino que se iban a retirar las piezas que estuvieran sueltas. Por último, la intención era pintarla y poco más”, asegura la presidenta del AMPA. En un principio, los padres pensaron que se iba a aprovechar el periodo estival para llevar a cabo las obras, pero se equivocaron. Apenas queda un mes para el inicio del nuevo curso escolar y no se ha llevado a cabo ningún tipo de trabajo.

La obra llegó a presupuestarse, pero el presupuesto debió guardarse en algún cajón. Las madres y padres del centro no saben qué pudo pasar. De momento, siguen sin tener respuesta de la Consejería. “Hemos pedido a Infraestructura Educativa un informe técnico que nos confirme que no van a haber más desprendimientos y que los niños van a estar en un centro seguro. Estamos a la espera de que nos contesten para poder empezar el curso en buenas condiciones”, explica.

De no llegar un informe favorable, los padres anuncian posibles movilizaciones. “Incluso, negarnos al comienzo del curso”, asegura la representante de las madres y padres del centro. Y añade: “es una situación grave. Luego pasa una desgracia y nos echamos todos las manos a la cabeza”.

Bélgica Pérez es vocal del AMPA del IES San Diego. Asegura entender que, al ser una obra mayor, se tengan que habilitar unos presupuestos y se tarde un poco, pero lo que no entiende es por qué no ha habido respuesta durante todo este tiempo.

“Pedimos que se nos responda y se nos diga si se están buscando soluciones presupuestarias. No entendemos el cambio de criterio. Por qué si estuvo precintado por desprendimiento ahora puede estar abierta sin haberse hecho ninguna obra”, señala esta madre. “El verano era el momento de hacer las obras. Una obra de esas características no se hace en poco tiempo”, añade.

Las madres también han trasladado su preocupación a los parlamentarios de la Isla. Las han escuchado, pero de momento siguen sin saber qué solución darán a la cubierta del IES.

Mejoras urgentes

El IES San Diego de Alcalá es uno de los más antiguos de la capital. Miles de alumnos se han formado en unas aulas a las que cada vez les cuesta más resistir al paso del tiempo. Desde su creación apenas se han llevado a cabo obras de magnitud, a pesar de no parar de recibir cada año más alumnado. El próximo curso abrirá sus puertas para acoger a más de 1000 alumnos.

La nueva directiva de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos Mahoh tomó posesión el pasado curso. Días después, visitaron el centro para conocer el estado en el que se encontraba. Tras cruzar el umbral del instituto, comprobaron la situación de abandono de algunas zonas.

El AMPA denuncia el estado en el que se encuentran las persianas, algunas de ellas rotas. También el mal estado de los baños, deteriorados por el paso del tiempo. En unos faltan espejos; también hace tiempo que se cayeron algunos azulejos y no se han repuesto. Además, solo hay dos baños en el edificio principal ubicados en la parte baja. La planta alta está sin baños. Educación ha llevado a cabo obras para dotar al centro de nuevos baños. Los padres esperan que entren en funcionamiento el próximo curso.

También les preocupa el estado en el que se encuentra el salón de actos. Cuando llueve fuera, también llueve dentro del recinto. Unos cubos de agua sirven para recoger el agua. El patio tampoco pasa el aprobado. En el pavimento de las canchas deportivas se aprecian desniveles y superficies desgastadas.

“Solicitamos la mejora general de los espacios”, indica Belinda Cabrera, otra de las madres. El 1 de abril presentaron un escrito a la Consejería de Educación denunciando la situación del centro y solicitando una serie de mejoras. Estas contemplarían una solución para el techo del salón de actos; el arreglo de las canchas deportivas; la sustitución de las persianas y, sobre todo, la restauración de la cubierta de entrada al centro, que también se encuentra oxidada.

Hace unos meses, se reunieron con la directora insular de Educación Cristina Alfonso. Las representantes del colectivo de madres y padres trasladaron la situación en la que se encontraba el centro. La reunión fue correcta, pero no se ha llegado a materializar lo solicitado.