El Cabildo de Fuerteventura ha sacado adelante una iniciativa con el objetivo de “rechazar toda ampliación del campo de tiro de Pájara, a través de cualquier instrumento de ordenación”. El acuerdo tiene otros cuatro puntos: dar traslado al Ayuntamiento de Pájara para que lo tenga en cuenta en la tramitación de su Plan General de Ordenación (PGO), que está en trámite de aprobarse de manera definitiva, dar traslado de la iniciativa tanto a los ayuntamientos, para que la apoyen, como a los representantes canarios en las Cortes Generales, “para que defiendan la postura del Cabildo de Fuerteventura ante el Gobierno del Estado”, además de instar al Ministerio de Defensa a que, “de una vez por todas, libere la zona ocupada y la desmilitarice para devolverla a su estado originario, y al uso y disfrute de los vecinos”.

Los dos últimos puntos, aunque será difícil, puede que tengan algún éxito, pero la referencia al Plan General es innecesaria porque el documento que se está tramitando no contempla esa ampliación del campo de tiro. En realidad, lo que está sobre la mesa tampoco se trata de una ampliación sino de una nueva servidumbre aeronáutica que excede los límites del actual campo de tiro de Pájara, que ya tiene una superficie de 42 kilómetros cuadrados. Esa nueva servidumbre, aprobada de forma unilateral por el Ministerio de Defensa, afecta a la carretera FV-605 y a algunas casas y terrenos de la zona, así como a la costa y a la zona de mar colindante. Cualquier obra o intervención en el espacio necesitaría el visto bueno del Ministerio de Defensa.

La iniciativa aprobada por el Cabildo majorero, no obstante, afirma que el equipo redactor del Plan General de Pájara propone una nueva superficie poligonal de “Zona de Ejercicios Militares”, que ampliaría la extensión bajo influencia militar en más de 24 millones de metros cuadrados. “Preocupa que la tramitación ahora del PGO de Pájara, documento sin duda necesario para mejorar las condiciones de vida de la población del municipio, se utilice para plantear una ampliación del mencionado espacio”, señala el Cabildo.

En la exposición de motivos de la moción se apunta que el municipio de Pájara alberga en su territorio el mayor campo de maniobras militares de Canarias, con 4.205 hectáreas, y que “la delimitación de este espacio fue fruto de una imposición arbitraria que se remonta a la época de la Transición”. También se recuerda que “desde un primer momento generó un importante rechazo por parte del vecindario de los pueblos de la zona, que denunciaron la política de hechos consumados e imposiciones por parte del Ministerio de Defensa”. El Campo Nacional de Maniobras y Tiro de Pájara, aunque es anterior, se declaró  de interés para la Defensa Nacional en el año 2012 con una superficie de 4.205 hectáreas por parte del pleno del Consejo de Defensa Nacional, que adoptó el acuerdo por unanimidad.

La decisión de Defensa ampliaría la extensión bajo influencia militar en más de 24 millones de metros cuadrados

Esas imposiciones, a pesar del paso del tiempo, parece que siguen, aunque las instituciones de Fuerteventura han realizado varias propuestas para recuperar este territorio, descontaminarlo de residuos de maniobras militares y asegurar su preservación como espacio natural protegido. En la pasada legislatura, el Parlamento de Canarias reclamó el cierre del campo de tiro y la reversión de los terrenos para uso ciudadano. Al año siguiente, en una respuesta oficial, el Ministerio de Defensa negó tal posibilidad al calificar “la propiedad como imprescindible” y avanzar que, incluso, “son necesarias la construcción y habilitación” de nuevas instalaciones, como edificios y viales.

Zona que delimita la servidumbre aeronáutica, en documentación del Ministerio de Defensa. 

Zonas restringidas

Para la tramitación del Plan General de Pájara se tuvieron que recabar informes de distintas administraciones, entre ellas del Ministerio de Defensa. En un primer momento, en febrero de 2021, la Subdirección General de Patrimonio del Ministerio señaló que necesita tiempo para evacuar el informe y que, si no lo emitiera, el silencio sería en sentido desfavorable. Advertía, eso sí, de que el informe del Ministerio es preceptivo y vinculante para la aprobación del Plan General en lo que afecte a Defensa Nacional.

Se califica esa zona, denominada GCD3, como de ejercicios de tiro terrestre, naval y aire-tierra

El Ejército de Tierra, sin embargo, emitió informe favorable alegando que el PGO no afecta a las instalaciones militares, pero después la Subdirección de Patrimonio señaló que es el único órgano autorizado para emitir esa resolución. Cuando la dicta también es desfavorable, pero condicionada a que en el documento final, en la aprobación definitiva del Plan General, las determinaciones no afecten a los intereses el Ministerio de Defensa y que se excluya la zona de ejercicios militares denominada GCD3 de tiro terrestre, naval y aire-tierra. El Ministerio exigía que en la aprobación definitiva se corrigiera el documento.

En marzo de este año se produce una reunión de seguimiento del Plan General en el Ayuntamiento de Pájara, a la que asiste el comandante de la Ayudantía naval de Puerto del Rosario junto a responsables de la tramitación del PGO. En esa reunión se pone de manifiesto que en febrero de 2022 se ha aprobado una Publicación de Información Aeronáutica (AIP España ENR 5.1-1) que hace referencia a zonas prohibidas, restringidas, peligrosas y espacios aéreos temporalmente reservados y segregados.

En la reunión se insiste en que cualquier actuación administrativa medioambiental o de otra índole de las administraciones necesitaría el informe preceptivo y vinculante del Ministerio de Defensa y se decide excluir del Plan General esa nueva zona delimitada de los ejercicios militares, así como incluir un plano de ordenación con las coordenadas que delimitan la zona y una disposición adicional en la que se hace referencia a la AIP. 

Espacio aéreo

Cualquier obra o intervención en el espacio necesitaría el visto bueno del Ministerio de Defensa

En la AIP se nombra “la ampliación del límite superior” de la zona del campo de tiro y se califica esa zona GCD3 como de ejercicios de tiro terrestre, naval y aire-tierra, y la incluye, junto a otras zonas de la Península, como zonas peligrosas, cuya definición es: “Espacio aéreo de dimensiones definidas en el cual pueden desplegarse en determinados momentos actividades peligrosas para el vuelo de las aeronaves”.

En esas zonas, “antes de iniciar un vuelo que afecte a una zona peligrosa, el piloto obtendrá toda la información necesaria sobre las actividades de la misma y horario en que tendrán lugar” a través de una NOTAM, que es como se llama a los boletines que emiten las autoridades aeronáuticas para informar a los pilotos de los posibles cambios o restricciones en los aeropuertos, de los procedimientos o de eventos a lo largo de una ruta.