“No hay previsión ni gestión para reforzar con más unidades los rescates”
Manuel Capa, delegado del comité de empresa de Salvamento Marítimo
Más de la mitad de las pateras que han llegado a Canarias en los últimos meses lo han hecho a Fuerteventura y, sobre todo, a Lanzarote. El delegado del comité de empresa de flota de Salvamento Marítimo de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), Manuel Capa, pide reforzar la zona con más medios acuáticos. Un buque guardamar sería la solución.
A pesar de la experiencia migratoria de Canarias, Capa denuncia el retraso y la falta de previsión del Ministerio de Fomento para reforzar la zona de las islas orientales durante los meses en los que la calma del mar hace que se incrementen las llegadas de embarcaciones.
Este trabajador, con 12 años de experiencia en el rescate de migrantes, llama la atención sobre la precariedad de las embarcaciones en las que están llegando estas personas, unas neumáticas que ya han dejado centenares de muertes en la fosa del mar.
-Según datos que maneja Cruz Roja, el 53 por ciento de las pateras que llegan en estos momentos a Canarias, lo hacen a Lanzarote y Fuerteventura. ¿Son suficientes los medios para hacer frente a estas llegadas?
-Los medios son los que son, pero se podrían reforzar. Sobre todo, en esta época del año, final del verano y hasta diciembre, que es cuando vienen las calmas y cuando, normalmente, aumenta la llegada de migrantes. Si hubiera más unidades se repartiría mejor el trabajo y se sobrellevaría mejor. La carga, tanto física como emocional de los trabajadores, va en detrimento de la seguridad. Repercute en la seguridad de quienes rescatamos.
-En las últimas semanas también han tenido que desplazarse hasta Lanzarote al rescate de pateras…
-Sí. Al final, tenemos que hacer rescates a la altura de Lanzarote o de La Graciosa y trasladar a esos migrantes a Fuerteventura. Los CATE deben tener más capacidad porque puede ocurrir que, después de hacer millas, nos digan que no caben en Lanzarote o Fuerteventura y haya que enviarlos a Gran Canaria.
-¿Cuántas guardamares hay operativas en Canarias?
-En estos momentos, hay dos guardamares: la Calíope, en Arguineguín, y la Polimnia en Fuerteventura.
-¿Son suficientes?
-Ahora mismo vamos salvando la situación, pero como haya un incremento nos encontramos con que no hay una previsión ni una gestión por anticipado para intentar reforzar esta zona con más unidades por si viene una carga de trabajo. Siempre ocurre lo mismo. Desde el sindicato estamos intentando exponer a la empresa que se puede reforzar por anticipado, pero no lo hacen y cuando llega el momento de sobrecarga nos la comemos los que estamos. Cuando pasa el momento es cuando refuerzan, como pasó hace dos años en Arguineguín. Hasta noviembre fue fortísima la inmigración y a partir de diciembre se paralizó todo. Fue entonces cuando tuvimos un refuerzo buenísimo, pero fuera de tiempo. No se anticipan a reforzar. Cuando hay un incremento de temperaturas, a partir de Semana Santa, vemos cómo se prohíbe hacer fuego y se contratan dotaciones de refuerzo. Si en Canarias hay un aumento de migrantes a partir de septiembre, se debe reforzar. En vez de tener una serie de unidades paradas en algún sitio, tráelas aquí y cuando llegue el momento se utilizan.
-¿Qué medios harían falta para tener cubierta la zona SAR Canarias ante el fenómeno migratorio?
-La zona SAR Canarias está cubierta, pero cuantos más medios se traiga mejor. Ahora mismo, con otra guardamar más en Lanzarote o en Fuerteventura se podría cubrir muy bien la zona. Estaríamos mejor, contando también con que la lancha Mízar esté operativa. Estarían la Mízar, en Gran Tarajal, la Al Nair, en Lanzarote, y dos guardamares. De esa forma, estarían cubiertas las dos islas.
-¿Por qué no responde el Ministerio de Fomento a estas necesidades?
-La excusa que ponen es que no se pueden hacer contrataciones. Nosotros no hablamos de hacer contrataciones, sino de movilizar unidades. En estos momentos, la Guardamar Talía está en Huelva, una zona no migratoria, y se podría traer aquí o traer el buque Miguel Cervantes. ¿Por qué no puede haber un remolcador a mitad del mar, como se hizo en la época de Alborán? El Sar Mastelero estuvo en mitad del Alborán rescatando.
-Las salvamares han conseguido tener un cuarto tripulante y las guardamares tienen ocho. ¿Es suficiente ese personal en las embarcaciones para el rescate de pateras?
-A bordo sí. Se han cubierto los estándares que estaban pendientes desde la crisis de 2008, cuando hubo un recorte de personal. Ahora están los barcos cubiertos, pero es necesario que cuando haya una carga de trabajo se apoye con más medios. Ya sea con una guardamar, una salvamar o un buque.
“La carga de trabajo repercute en la seguridad de quienes rescatamos”
-Hay días en los que han tenido que hacer hasta dos rescates, ¿cómo se soporta esa carga anímica?
-Una de las reivindicaciones era que las guardamares tuvieran un régimen de trabajo distinto al resto de las flotas. Se planteó para sobrellevar la carga de cansancio, estar 15 días de trabajo y un mes de descanso. Se acorta el tiempo de embarque y la condición física y emocional se puede sobrellevar. En mi caso, en una semana he tenido 80 horas de trabajo. Ahora mismo, estamos en 60.
-Salvamento también anunció la puesta en funcionamiento de drones en los rescates. ¿Están funcionando?
-Que yo sepa no.
-Las personas que llegan a Canarias, cada vez lo hacen en embarcaciones más endebles. Las pateras y cayucos casi han desaparecido y, en cambio, los viajes se hacen en neumáticas. ¿Cómo afecta al rescate?
-Hay dos visiones. En el momento del rescate, para nosotros es mucho más fácil una neumática. La segunda parte es que las neumáticas son de muy mala calidad y vienen sobrecargadas. Una neumática no deja de ser un barco diseñado para 10 o 12 personas. Sin embargo, vienen con 40, 50 o 60 personas. A cien kilos por persona, porque vienen con mochila y mucha ropa, hablamos de 6.000 kilos. Es mucho peso en unas condiciones de mar donde hay olas bastante importantes y con neumáticas de mala calidad. Muchas se estropean en el camino, se deshinchan. Hace unas semanas, una de ellas chocó con nuestro barco y rajó. El rescate en la neumática es mucho más sencillo porque la embarcación queda a la altura de la zona de rescate por lo que el trasiego de personas desde ahí a nuestro barco es muy sencillo. Sin embargo, el problema es que son muy endebles.
-¿Qué panorama se están encontrando cuando llegan hasta la patera?
-Estamos viendo que, por las condiciones de viento y las olas que hay aquí, las pateras se mueven como colchonetas de playa. Esa fricción hace que tiendan a deshincharse, pincharse, llenarse de agua. Van sobrecargadas. Las personas van con las piernas por fuera. Es complicado.
-Lleva 12 años vinculado a los rescates de migrantes. ¿Cuál ha sido el momento más crítico?
-Fue el momento crítico del muelle de Arguineguín. Salir a las doce de la noche a un servicio y tener dos y tres. Al final, rescatabas de doce de la noche a ocho de la mañana a 200 personas en diez embarcaciones. Ibas empatando una con otra. Llegabas al muelle y desembarcabas a 200 personas en un muelle donde no cabía nadie más. Eso un día y otro. Era una situación muy extraña. Desembarcabas gente, mientras el muelle seguía llenándose y no se iba nadie. Nadie los atendía. Estaban al sol en un solar sobre el asfalto.
“Las neumáticas en las que llegan son de mala calidad y vienen sobrecargadas”
-¿Esas estampas cómo afectan a los trabajadores del rescate?
-Afectan bastante. Vivimos en un sector donde la gente no quiere exteriorizar sus sentimientos. Al final, buscas hacerte tu cápsula. Se intenta olvidar y seguir con la rutina.
-¿Se termina acostumbrando a llegar hasta la patera y ver la imagen de mujeres desesperadas con sus hijos en brazos o a meter cadáveres ahogados en una bolsa?
-No te acostumbras, lo haces porque tienes que hacerlo. Cuando estás cogiendo un cadáver y metiéndolo en el sudario, lo abres y cierras la cremallera para no mirar a la persona. Se intenta, de alguna manera, obviar esas imágenes.
-¿En algún momento, ha visto barcos nodriza en el mar?
-Eso no existe. Incluso, ha habido muchas fotos en internet en las que se decía que se estaban construyendo cayucos para invadirnos. Es Vox quien está mandando esos bulos. Los cayucos y pateras salen de las playas. Ahora proliferan las neumáticas porque son colchonetas hinchables que se hinchan cuando y donde quieren. Pueden hincharlas donde saben que no está el control de policía o donde el policía ha dejado hincharla.
-Acaba de mencionar a Vox. Salvamento tampoco se ha librado durante estos años de las acusaciones de la extrema derecha que los ha llegado a llamar “taxis acuáticos” para trasladar migrantes…
-Vox tiene que defender los intereses de los ricos y echarle la culpa a los más pobres y al que no puede protestar, que es el migrante. No hay que hacerles caso.
-¿Qué opina de los comentarios en redes sociales donde se llega a insinuar que Salvamento Marítimo va casi hasta Marruecos a rescatar a los migrantes?
-Son ignorantes. Aunque fuésemos hasta Marruecos, Salvamento Marítimo es un ente público y civil. Esa situación legal de público y civil hace que no tengamos una connotación militar. Por tanto, podemos entrar en aguas internacionales o territoriales de donde sea y donde se consigue salvaguardar las vidas humanas. Una Guardia Civil no puede entrar en aguas de Marruecos porque son fuerzas de seguridad ni una patrullera española puede entrar en aguas alauitas por lo mismo. Nosotros podemos salvar en aguas de Marruecos porque somos civiles.
-¿Ve con buenos ojos que se refuerce el rescate en el mar a través de ONG, como ocurre en el Mediterráneo?
-No. Somos un servicio público y civil y hay que defender lo público: hospitales, educación, salvamento... En España no se puede contratar a una ONG. Se trata de reforzar y no contratar a una ONG.
“No existen barcos nodriza, es Vox quien está mandando esos bulos”
-¿Qué diferencias ve entre la crisis de los cayucos de 2006 y la llegada de pateras en estos momentos?
-No viví aquella época, pero mis compañeros comentan que en aquel momento migratorio se desplegaron muchos medios aquí. Había tripulaciones de refuerzo mucho más que ahora.
-España y Rabat han llegado a un acuerdo de buena vecindad que pasa por el control del tema migratorio. ¿Desde el agua han notado ese cambio?
-Hay una mayor cooperación por Marruecos, pero es cierto que cobró 500 millones de euros hace poco. ¿Hay voluntad o es el impuesto revolucionario por parar la frontera? Al final, es externalizar la frontera. Se contrata una seguridad privada en la costa de allí y los dejan salir a chorreo, pero esto es un arma de doble filo. El día que haya negociación por la cuantía de tomates que pueden salir de Marruecos o cuotas pesqueras y España o Europa les estén presionando y Marruecos no consiga lo que quiere habrá avalancha. Al final, estamos ante el chantaje de un dictador.
-En estos momentos, no se está permitiendo a los medios de comunicación acceder al muelle de Puerto del Rosario cuando llega una patera. ¿Qué le parece esta prohibición?
-El gobierno progresista no es progresista. Se ha ido para otro lado. Incluso, el gobierno en coalición que tienen ya no es tan de izquierda. No quieren que se hable de migración. Es un tabú.
-CGT ha denunciado la militarización de Salvamento Marítimo en alusión a un mando único en 2018… ¿Cómo afecta esa militarización en los rescates?
-Esa militarización lo que hace es ralentizar los rescates. El procedimiento ha cambiado. Antiguamente, cuando se detectaba un aviso, se movilizaba una unidad y el barco salía hacia el lugar. Cuando entró el mando único cambió el sistema. Necesitamos localización GPS de la patera. Patera avisada, sale el avión y una vez localizada es cuando se moviliza el barco que tiene que navegar varias horas hasta llegar a la patera. Al final, el tiempo de exposición de esas embarcaciones precarias aumenta. También el peligro y las muertes.