“El reto es atraer por las playas y conquistar por la esencia de Fuerteventura”
Jessica de León, consejera insular de Turismo
-En este momento de la pandemia hay más incertidumbres de las esperadas con algunos mercados turísticos importantes para Fuerteventura. ¿Cuál es el diagnóstico que realiza el Patronato de Turismo?
-La incertidumbre seguirá siendo la tónica predominante. La Isla está ahora en nivel tres, pero, cuando bajemos al uno, a lo mejor el destino emisor vuelve a subir su incidencia y establece restricciones a sus ciudadanos. Con esas cartas tenemos que seguir jugando. Hay varios mercados que están tirando del carro, como Alemania, Italia, Francia o los nacionales, que nos están respondiendo francamente bien. De ahí la apuesta por posicionarnos en las agencias de viajes en estos momentos. La incógnita la seguimos teniendo con el mercado británico.
-En medio de la crisis, hay algunos datos alentadores que sobresalen, como los más de 23.500 turistas alemanes arribados a Fuerteventura, cifra muy similar a la de Gran Canaria, o que la Isla esté a la cabeza en resultados dentro del Archipiélago. ¿Cuál es la estrategia más allá del verano?
-Otro dato alentador es que el aeropuerto de Fuerteventura es el que menos descenso de tráfico ha registrado en Canarias... En cuanto a la estrategia, la enfocaremos en varias vertientes. De una parte, la promoción, a la que destinaremos 100.000 euros en una campaña de invierno centrada en los mercados internacionales. También haremos campañas específicas por segmentos, como el coworker. Otra parte es la campaña junto a las aerolíneas para el invierno, a la que están asignados 910.000 euros. La comercialización y la digitalización son otros retos: hay que dirigirse a un turista que ya planifica solo su viaje. En 2022, cualquier turista debe poder planificar su viaje en Fuerteventura desde su casa.
-Da la impresión de que el Patronato de Turismo es una herramienta muy poderosa, con tres millones de presupuesto, que no se ha gestionado de forma acorde a su importancia para la Isla.
-El Patronato tiene cosas muy buenas. Una es su personal, que hace labores por encima de sus funciones, y otra es su prestigio. Nuestro objetivo es reforzar la estructura y adaptarla a los nuevos requerimientos del sector turístico. Es inconcebible que un ente que se dedica a la promoción turística no tenga personal de marketing o de nuevas tecnologías. Nos hemos encontrado un Patronato mermado en recursos humanos y me encantaría dejar uno planificado a largo plazo, donde las estrategias no se decidan a golpe de sensaciones, sino basadas en datos.
“Se demanda el interior de la Isla, que hemos redescubierto los residentes”
-¿Entiende la crítica a que algo tan utilizado como las redes sociales no se actualicen desde 2017?
-No ha habido planificación. Hay cosas que no se entienden, ni los ciudadanos ni las empresas turísticas. Ya hemos adjudicado la gestión de las redes sociales y en el plazo de un mes estarán en funcionamiento, al igual que la web, de cara a tener una herramienta potente de digitalización, de manera que un viajero, con un simple código QR, pueda hacer una ruta en la Isla en función de sus propias apetencias.
-¿Existe una estrategia integral para paliar la crisis turística y para tratar que la destrucción de empleo no sea tan dura?
-Sí, la presentamos hace poco: se trata del Centro de Innovación y Conocimiento del Turismo (CIC). Va a ser una herramienta fundamental para el futuro, para detectar nuevos nichos de mercados y analizar el ecosistema turístico, para diversificarlo desde el conocimiento. Si algo podemos exportar, desde el punto de vista de un destino maduro de sol y playa, y que da sus pasos firmes en el turismo rural, es conocimiento. Pero también tenemos que ser punteros en crear herramientas tecnológicas que permitan a las empresas desarrollar sus productos. Las nuevas tecnologías y el turismo deben ir de la mano. En ocasiones, los destinos nos demuestran que se readaptan solos: Corralejo ha sido un buen termómetro de lo que pasa, de que la Isla se reinventa. Ha habido establecimientos con un 80 por ciento de ocupación durante la pandemia porque supieron captar una tendencia en alza, la de los teletrabajadores, que aquí llevan una vida de comunidad, salen a comer fuera, hacen vida de residente sin serlo y eso genera un gasto en destino.
-Sin embargo, con estos teletrabajadores no se llenan los hoteles de Costa Calma, Morro Jable o El Castillo, que acoge a otro segmento más familiar...
-Incluso estos hoteles han sabido adaptarse. Ofrecen lo que se conoce como day pass (pases de un solo día), para que el residente vaya a pasar un día al establecimiento sin necesidad de pernoctar. La industria turística se reinventa y las instituciones tenemos que ponerle la alfombra roja a toda esa reinvención ¿Dónde estamos fallando? El Castillo es un ejemplo claro que debe producir una reflexión… Tenemos que ir hacia más calidad y menos masificación. Ahora mismo se demanda la Fuerteventura de interior, que incluso hemos redescubierto los residentes mismos en la pandemia. El propio Cabildo ha fallado en algunos servicios, como en no adaptar los horarios de la red de museos. Para reinventarnos como destino tenemos todos los ingredientes: somos Reserva de la Biosfera, estamos impulsando un camino hacia la sostenibilidad ambiental y debemos hacerlo también hacia la sostenibilidad turística.
“La incertidumbre seguirá siendo la tónica y con esas cartas tenemos que jugar”
-Hay proyectos turísticos de los que se lleva hablando años, que están presupuestados, pero luego no se ejecutan, como el Mirador de los Canarios. ¿De quién es la responsabilidad? ¿Tiene interés para Fuerteventura esa actuación?
-Para el Mirador del Barranco de los Canarios ni hay suelo, ni hay convenio, ni accesos. ¿Qué hemos defendido desde la oposición y qué mantenemos ahora en el grupo gobierno? Que lo que no es posible es que año tras año la comunidad autónoma consigne 1,3 millones que automáticamente sabe que Fuerteventura no va a ejecutar. Es una pena. Otra reflexión: la zona más fotografiada, según datos de Google, es el Mirador de Cofete. Otra más: el museo más visitado es el de la Pesca de El Cotillo. Son datos que nos indican lo que el visitante está reclamando. ¿Significa eso que renunciamos al proyecto del Mirador de los Canarios? No, significa que el proyecto de Pepe Dámaso o lo hacemos bien, con todas las garantías jurídicas, o tenemos que dejar de decirle a la ciudadanía que está a punto de licitarse. Me entristece mucho que haya políticos que, con tal de ilusionar a los ciudadanos, usen ese discurso ficticio.
-¿Cómo son las relaciones con el Gobierno de Canarias? ¿Es sensible con la Isla la Consejería regional de Turismo?
-Es vox populi que existía una mala relación entre el antiguo consejero y presidente del Cabildo [Blas Acosta] y la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias [Yaiza Castilla]. Esa barrera ya no existe. Para exigirle a una consejera de Turismo que responda a Fuerteventura, primero tenemos que hacer los deberes. Por ello, hemos presentado obras de infraestructuras turísticas, no irrisorias, sino prioritarias y realistas, que se puedan ejecutar mañana mismo, de acuerdo con los ayuntamientos. Por ejemplo, La Oliva ha solicitado el Mercado del Mar, Puerto del Rosario el bulevar de Primero de Mayo, Tuineje mejoras en la avenida de Gran Tarajal... Una vez que hagamos los deberes, podremos alzar la voz si no se cumple con la Isla.
“Encontramos un Patronato mermado, sin personal de marketing”
-Cualquier turista que visite Fuerteventura y Lanzarote puede ver ciertas similitudes entre el tipo de turismo que ofrecen El Cotillo y la Caleta de Famara, por sus vínculos con el mar, el contacto con la naturaleza y la oferta gastronómica. En ambos casos, la pandemia, desde el punto de vista económico, parece que no ha existido. ¿Han estado equivocadas las Islas apostando por un modelo más masificado?
-El modelo de turismo masificado hay que repensarlo. No sólo El Cotillo goza de buena salud turística, sino Ajuy, que no tiene ni un solo hotel y es una de las zonas más visitadas de Fuerteventura. Otro ejemplo es Betancuria. En El Cotillo se está abriendo un hotel de cuatro estrellas, consciente de que es importante la oferta que hay fuera del establecimiento. Eso es bueno, porque se apuesta por un tipo de negocio que invita al turista a salir del hotel y eso repercute en los comercios, la hostelería, en las empresas de ocio alternativo y en general en la economía de la Isla. Otro aspecto en el que debemos incidir es en el segmento náutico y deportivo, con un montón de empresas de kitesurf, windsurf o buceo, que hacen de la visita una experiencia. Se trata de una rama sobre la que pretendemos pivotar en invierno. En el ámbito deportivo, hay una empresa que es ejemplo de éxito: Playitas Resort. Ese modelo de negocio, a lo mejor, no es exportable a todos los hoteles de la Isla, pero sí han entendido que el deportivo es un segmento en auge y han adaptado sus instalaciones para ello. Otra vertiente es la gastronómica. La Isla ha sabido vender sola su gastronomía. Ahora hace falta que se conozca en el exterior la producción del campo, lo que permitirá su revalorización y que los productos aumenten de precio. El reto es atraer al visitante por las playas y conquistarlo por la esencia de la Isla.
Comentarios
1 Aitor Lun, 16/08/2021 - 09:09
2 Dario Lun, 16/08/2021 - 11:15
3 Javier Lun, 16/08/2021 - 11:48
4 Charly Lun, 16/08/2021 - 15:05
5 Anónimo Lun, 16/08/2021 - 16:32
6 Complaciente Lun, 16/08/2021 - 19:57
7 Anónimo Mar, 17/08/2021 - 02:52
8 Sir Mar, 17/08/2021 - 13:08
9 Majorero Mar, 17/08/2021 - 14:20
10 Anónimo Mar, 17/08/2021 - 18:04
11 Anónimo Mar, 17/08/2021 - 18:19
12 Jos Mar, 17/08/2021 - 18:59
13 José B Mar, 17/08/2021 - 19:08
14 Pachu Mar, 17/08/2021 - 20:19
15 Fanny Tofano Mié, 18/08/2021 - 08:36
16 Fanny Tofano Mié, 18/08/2021 - 08:39
17 Anónimo Mié, 18/08/2021 - 14:50
18 Anónimo Mié, 18/08/2021 - 14:52
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