ENTREVISTA

“El parque arqueológico de Tindaya puede ser un recurso económico para el pueblo”

Jesús Giráldez, profesor y miembro de la Coordinadora Montaña de Tindaya

Itziar Fernández 6 COMENTARIOS 13/06/2021 - 08:24

Jesús Giráldez Macía, profesor, miembro de la Coordinadora Montaña Tindaya e historiador, ha dedicado media vida a la protección de este monumento natural. Docente de Secundaria por Educación Física, estudió en La Laguna y cambió su Arucas natal, en Gran Canaria, para residir en Fuerteventura en los años 90. Ha publicado cinco libros y el volumen Tindaya, el poder contra el mito (2007) fue incluso presentado en toda Euskadi (San Sebastián, Bilbao, Vitoria-Gazteiz), y se hizo eco la prensa vasca con titulares como “Han prostituido el gran sueño de Chillida” o “Es el mayor caso de corrupción de la democracia canaria”.

La gran noticia llega este año con la incoación del BIC para la montaña en su totalidad, lo que puede suponer salvarla del proyecto ideado por el escultor vasco para agujerear su interior. La montaña sagrada alberga el yacimiento arqueológico más rico de Canarias, con más de 300 grabados rupestres con forma de pie, podomorfos, y su falta de protección ha permitido su expolio y la desaparición de su mayor tesoro. Sin embargo, la lucha no ha terminado para este colectivo.

-¿Quedan riesgos de que se ejecute el proyecto, pese a la incoación del BIC en Tindaya?

-No, porque el Bien de Interés Cultural, BIC, es la máxima figura de protección cultural en el Estado español y en Canarias. Por lo tanto, está muy restringido cualquier tipo de uso en el parque arqueológico. Luego la única posibilidad en un futuro si quisieran retomar el proyecto sería quitar la delimitación con un nuevo procedimiento, pero creemos que eso no ocurrirá. Sobre todo porque hay varios proyectos que se van a poner en marcha para conocer sus valores y, por lo tanto, de la obra de Chillida sólo quedará el recuerdo. La delimitación abarca la montaña en su totalidad y alrededor se amplía cien metros, que es un espacio que sigue virgen y se protege casi hasta la pista a Esquinzo.

-En este momento, ¿qué faltaría en el expediente para conseguir la protección definitiva?

-Previamente, se hizo un estudio para añadir los valores que no se habían contemplado en la anterior delimitación, que había quedado restringida exclusivamente a los podomorfos, y se hicieron unas prospecciones muy amplias para constatar sus vestigios arqueológicos y que dotan de valor arqueológico a la montaña en su totalidad. Ahora se incoa el expediente BIC y se sigue el procedimiento para que en dos o tres meses quede definitivamente aprobado en una comisión técnica del Gobierno de Canarias. Una vez aprobado, se deben retomar los proyectos que han quedado pendientes para difundir sus valores.

“La Casa Alta de Tindaya se debe convertir en un centro de visitantes”

-¿Cree que el proyecto sigue teniendo apoyo político en Fuerteventura?

-El apoyo político y social ha variado. Cuando Chillida llega se hace una campaña mediática tan grande que mucha gente de la Isla y de toda la clase política que tenía representatividad pensó que la obra podía ser buena para Furteventura. Aquí han actuado varios factores, como el robo del dinero, 30 millones de euros, sin moverse una piedra. Otro es el de las dificultades técnicas porque no está nada claro que se pueda ejecutar esa obra de un techo plano de 50 metros de largo. A ello se une la oposición de la Coordinadora y Ben Magec con campañas informativas con expertos que han ido calando en la sociedad. En 2017 una encuesta ya alertaba de que sólo apoyaba la obra un 30 por ciento de la población y el resto estaba en contra. En las últimas elecciones ningún partido llevaba la obra en su programa electoral. Ni siquiera CC, que apoyó desde el principio la obra. Con lo cual el apoyo político se ha perdido y desgastado.

-¿Cuáles son las siguientes medidas ahora, tras incoarse el BIC?

-Lo primero es que se extinga la Fundación Chillida creada en Fuerteventura que servía para gastar dinero público. El patrimonio de la Fundación es la Casa Alta de Tindaya. El último gasto fueron 6.000 euros en cuatro entrevistas telefónicas para nada, para decir en sus conclusiones que sin inversión pública no hay posibilidad de hacer el monumento, cuando en los últimos años las instituciones han anunciado que no se van a gastar ni un euro más. Por lo tanto, lo primero es extinguirla, y convertir la Casa Alta en un centro de visitantes para hacer visitas guiadas virtuales, interactivas, para quitar presión demográfica a la montaña, y para la gente que no puede subir. Un centro con toda la historia, donde se contemple incluso la maqueta de Chillida, toda la historia de la montaña con esta polémica, y quede un recuerdo de su idea y de lo que significó. A partir de ahí se debe crear un parque arqueológico en toda la montaña, el poblado de la base y los vestigios. Hay que proteger y divulgar sus valores, y lo ideal es que cuando se inicie una ruta de senderos se forme y se contrate a la gente del pueblo, se hagan cursos de formación para que conozcan la riqueza, la entiendan y la quieran enseñar y cuidar. Puede ser incluso un recurso económico y turístico para el pueblo como ha ocurrido con otros espacios arqueológicos en el mundo.

“Durante los últimos 27 años el yacimiento ha sufrido un deterioro grande”

-¿El expolio de los grabados ha sido un drama en los últimos años?

-Sí, desde que empezó la polémica, mucha gente ha acudido a la montaña y lo ha pisado todo, muchos grabados no se ven con la luz del sol, se ha estropeado el yacimiento. Otras personas, que son directamente expoliadores, que querían llevárselos, y se han registrado episodios de delincuentes que los han intentado rayar. Es decir, la montaña ha estado más desprotegida que nunca, y algunas piedras se intentaron robar y aparecieron sueltas con grabados. Se han recuperado y se encuentran en el Museo Arqueológico de Betancuria. Durante los últimos 27 años, el yacimiento ha sufrido un deterioro bastante grande y a partir de ahora sólo se podrá subir con una orden, grupos restringidos y visitas guiadas. Sin olvidar que Tindaya reúne todos los requisitos para ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Hubo un primer intento que fue rechazado por la clase política, algo que no ha sucedido en ningún lugar del mundo cuando todo el mundo está deseando esa catalogación, y creo que esa lucha debe seguir adelante porque sería muy importante para la isla de Fuerteventura.

-Cambiando de tema, en cuanto a la transición a energías renovables y la polémica instalación de parques eólicos en diferentes puntos de la Isla. ¿Qué cree que se está haciendo mal?

-Se está haciendo mal todo. No hay ningún tipo de planificación territorial que seleccione los lugares más aptos para instalar los parques eólicos y solares y que sean lo menos dañinos para el paisaje y los núcleos urbanos. Se ha recurrido a la declaración de interés general que permite las expropiaciones y saltarse los más elementales filtros medioambientales. Todas las instalaciones son privadas, en manos de los grandes grupos eléctricos que reciben enormes cantidades subvencionadas. Todos los beneficios serán para esas empresas a costa de nuestro paisaje y nuestra tranquilidad. Se generará un excedente de energía que irá destinado a otras islas. La central térmica de El Charco no se desmantelará y tampoco nos bajará la factura de la luz. Con la cantidad de energía que se va a producir gracias a nuestro territorio se debería exigir, al menos, que el coste de nuestra factura fuese cero. Luego, la alternativa sería: planificación territorial y procesos de participación democrática de la ciudadanía para seleccionar dónde, cómo y cuánta energía se precisa producir; que al menos el 51 por ciento de todos los parques de energías renovables sean públicos, como es el caso de las Islas Azores: con fecha de desmantelamiento de la central térmica y abaratamiento significativo de la factura de la luz de los hogares majoreros.

“Los partidos no llevaban en su programa el proyecto de Chillida”

-¿Hay bases en Fuerteventura para formar un grupo estable y de base social amplia que permita defender los postulados ecologistas?

-Fuerteventura tiene una gran trayectoria de luchas ecologistas. Recordemos las luchas en defensa de El Cotillo o del Saladar de Jandía, contra los hoteles de las dunas de Corralejo, contra la posibilidad de urbanizar el Valle de Agando, contra la instalación de las enormes torretas de la red eléctrica, contra las plataformas petrolíferas, a favor de la recuperación de espacios militarizados como el campo de tiro de Pájara o La Muda, o en defensa de Tindaya, la más longeva de las luchas ecologistas de Canarias. Tristemente, las personas con sensibilidad ecologista se están movilizando en la actualidad contra el disparatado ataque al territorio, al paisaje y a determinados núcleos urbanos que está suponiendo la desplanificación en materia de energías renovables. Es todo muy agotador porque se trata de luchas desproporcionadas.

-¿Está representado este ideario ecologista en las instituciones majoreras?

-De un lado, suele estar el poder político y empresarial, que cuenta con el dinero, con el dominio de la administración, con la influencia mediática y con laJusticia, diseñada para que el bien común y las causas colectivas no fructifiquen. De otro lado, están los grupos ecologistas y muchos ciudadanos anónimos que se implican altruistamente, dejando su tiempo y su dinero. Es posible que haya algún profesional de la política insular que tenga cierta conciencia ecológica, pero cuando tiene que tomar decisiones se pliega ante los intereses económicos, ante la postura ya decidida de su partido o ante el temor de que sus ideas lo releguen de los puestos orgánicos o electos bien remunerados. De momento lo que se ve es que han asumido el discurso ecologista, pero no su práctica.

“Que la franja de costa quede en el Gobierno autonómico asusta bastante”

-Se va a retomar la elaboración del PIOF para su aprobación en 2023 y se ha iniciado la tramitación de los planes generales de Pájara y La Oliva. ¿Por qué modelo de ordenación del territorio debería apostar Fuerteventura y, de forma concreta, los municipios turísticos?

-Lo más importante para elaborar y sacar adelante un Plan Insular de Ordenación es la participación democrática de los residentes en esta Isla. No se puede constreñir la participación de la gente al periodo de alegaciones que, por cierto, suelen ser sistemáticamente rechazadas. El modelo de isla lo debemos decidir entre todos y todas y no solo a través de los representantes políticos. La tendencia actual es convertir a Fuerteventura, a nivel territorial, en Gran Canaria o Tenerife, es decir, en una isla superpoblada, con reservas naturales constreñidas a los espacios protegidos, con una economía absolutamente dependiente del exterior, con infraestructuras diseñadas para seguir creciendo hasta el límite y con una carencia vergonzosa de servicios públicos esenciales. Es una pena que, teniendo precisamente los modelos cercanos de lo que no se debe hacer, en Fuerteventura las instituciones sigan caminando y llevándonos a la dirección del caos, de la destrucción territorial y paisajística y de la desigualdad social.

-En junio se prevé la transferencia de las competencias de Costas del Gobierno central al Gobierno de Canarias. ¿Esa cercanía administrativa será beneficiosa o perjudicial para Canarias?

-Reconozco que en este punto vivo en una contradicción. Por un lado, siempre he pensado que cuantas mayores competencias y autogobierno tengan los territorios, mayores serían las posibilidades beneficiosas para nuestra comunidad. Todo esto habría que matizarlo mucho, pero en el plano teórico es lo que pienso. Pero luego está la realidad. Y la realidad histórica nos dice que la clase política canaria es mediocre y subalterna, no solo de la metrópoli, sino, fundamentalmente, de los grandes intereses privados. Eso explica, por ejemplo, que estemos, casi de manera inamovible, a la cola de todos los indicadores sociales y asistenciales del Estado español. La gestión de Costas por el Estado en Canarias no ha sido precisamente modélica, todo lo contrario, pero pensar que la franja territorial de costa, donde se mueve el enorme negocio turístico y urbanístico, quede en manos del Gobierno autonómico asusta bastante. Pero los que verdaderamente gobiernan en Canarias son los turoperadores, el empresariado sin conciencia, las familias y enormes fortunas vinculadas al sector turístico. En fin, nos espera un futuro poco halagüeño. Espero equivocarme.

Comentarios

Comparto con usted algunas de sus opiniones, sobre todo cuando dice, que en la planificación del territorio majorero, debe de estar presente la gente de nuestro pueblo, y nunca los políticos, si fuera así, sería de forma simbólica, puesto que si nos van a gobernar fuerzas que no sean nacionalistas, estarán a expensas de lo que les dicten de los distintos ministerios y el ejecutivo español. Necesitamos gente que no sea sumisa a las órdenes de su señor, sino que actúen con enteramente libertad e independencia y nunca sujeta a mandato imperativo de fuerzas exteriores que no conocen nuestra idiosincrasia.
Lo que usted quiere Sr Anonimo es que el pueblo sólo obedezca a los señores nacionalistas canarios para seguir con el señorío de las islas. Si que vive usted retrasado.
Nos beneficiaria mas a nuestro pueblo un profesor/a mas. Invertir en los espacios públicos abandonados, antes que gastar en fanfarronear la montaña mas de lo que ya se ha hecho.
Vamos a ver estos que hacen con la Montaña, tanto prometer y protegerla, que parecen los únicos salvadores y dueños de la misma. Que Dios nos proteja de los iluminados e iluminadas con poder y del sectarismo que rodea a la Montaña de Tindaya, perdón, perdón, perdón a la Montaña Sagrada, por si me cae una maldición.
Muy buena entrevista. Gracias por dar la cara ante todos aquéllos que buscan en convertir Fuerteventura en lo que no es. Si no les gusta una isla salvaje que elijan otro lugar para vivir.
Fuerteventura, salvaje? Claro un parque temático para que vengan a vernos corriendo detrás de las cabras . Eso y después tener que ir a los hospitales de Las Palmas y hacer otras gestiones, porque claro Fuerteventura hay que mantenerla salvaje para cuatro poseídos por la magia de Tindaya.Vete tú Sra Luz a la selva a vivir con taparrabos y a curarte con telas de arañas . Por cierto habrá más noticias e intereses en Fuerteventura que Tindaya , digo yo.

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