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¿Qué hacemos con los gatos? Los felinos se convierten en el gran problema ambiental y ético de Canarias

Diferentes estudios calculan en miles las especies protegidas de las Islas que todos los años son cazadas por gatos y su presencia fuera del ámbito doméstico es un quebradero de cabeza

César-Javier Palacios 27 COMENTARIOS 19/04/2025 - 08:02

Cuando los primeros europeos llegaron a Canarias en el siglo XV, los gatos domésticos también desembarcaron con ellos. Por entonces era habitual llevarlos a bordo de los galeones, pues protegían las provisiones del ataque de roedores y hacían compañía a las tripulaciones durante tan largas travesías. Del barco saltaron a tierra y empezaron los problemas, ambientalmente hablando. Porque fueron los primeros mamíferos carnívoros en llegar a unas islas donde la fauna había evolucionado a lo largo de millones de años sin miedo a ser cazada por un gran depredador. Su llegada está relacionada con la extinción de dos especies endémicas que desconocían las habilidades cinegéticas de estos felinos, el ratón del malpaís (Malpaisomys insularis) y la pardela del malpaís (Puffinus olsoni). A otras las pusieron contra las cuerdas y obligaron a criar en acantilados inaccesibles, como la mayoría de las aves marinas. Seis siglos después, las aves y los reptiles canarios siguen sin haber aprendido a escapar de sus garras.

Diferentes estudios calculan en miles las especies protegidas canarias que todos los años son cazadas por los gatos. Su presencia en espacios naturales se ha convertido en un gigantesco quebradero de cabeza para las administraciones, incapaces de encontrar una solución viable entre la eliminación que reclaman los científicos y la cohabitación que propugnan los animalistas.

Todos cazan

No todos los gatos son iguales. Al margen de razas, los hay asilvestrados, tan salvajes, camperos e indomables como un lince ibérico. Luego están los vagabundos o comunitarios, los de las populares colonias felinas. Y finalmente los domésticos, con propietario y buena alimentación, pero que muchas veces salen de las casas y vagan por las calles o el campo a su antojo. Incluso cuando están bien alimentados, los tres tipos cazan por instinto pequeños mamíferos, aves y reptiles, muchos de ellos especies en peligro a las que están llevando a la extinción.

En ecosistemas insulares frágiles, como los canarios, su presencia es un desastre ambiental

Todos los gatos del mundo pertenecen al mismo taxón, pero la tarabilla canaria solo existe en Fuerteventura. Si se las comen los gatos no hay recambio ni repoblación posible, las habremos perdido tan definitivamente como a los dinosaurios o al dodo. Pero esta vez el meteorito es una mascota que no hemos sabido controlar. Un estudio publicado en Nature Communications estimó que los gatos domésticos matan cada año sólo en Estados Unidos entre 1.400 y 3.700 millones de aves y entre 6.900 y 20.700 millones de mamíferos.

En ecosistemas insulares tan frágiles como los canarios, su presencia es un desastre ambiental. Sin ir más lejos, los lagartos gigantes de El Hierro, Tenerife y La Gomera han visto reducida su población debido a la acción de estos felinos, hasta el punto de que cada intento de recolonización de nuevos territorios acaba siendo un fracaso si hay gatos cerca.

Nadie ve mal que cacen ratones y ratas, pero nadie acepta que el caprichoso gato del vecino vagabundee cerca de una colonia de aves marinas de La Graciosa y mate en una noche decenas de los muy raros paíños pechialbos y petreles de Bulwer, tanto adultos como sus pequeñas crías, como ya ha ocurrido numerosas veces. O se meriende el pollito de una de las escasas hubaras que aún crían en la Isla. En las Canarias orientales las aves hacen sus nidos directamente en el suelo, convirtiéndose en presa fácil de los felinos.

Pardela aparentemente depredada por gatos.

Captura y esterilización

Hasta ahora el único método aceptado por los gestores de medio ambiente para evitar la presencia de gatos en zonas de alto valor ambiental consistía en su captura y sacrificio. Una cruel solución éticamente inaceptable en la actualidad y legalmente peligrosa, pues podía acabar con animales con dueño por la única razón de estar paseando por donde no debían. En su lugar se propone ahora capturarlos y trasladarlos a recintos cerrados de protectoras a la espera de un hogar de acogida, pero algunos ejemplares son tan salvajes como tigres y no aceptan la cautividad. Condenarlos a morir en una jaula tampoco parece ético.

“Los gatos, estén o no estén esterilizados, continúan cazando”

La nueva Ley de Bienestar Animal que entró en vigor en 2023 ha venido a complicar aún más la situación, pues establece un marco legal para la gestión de las poblaciones de gatos callejeros, también conocidos como “gatos comunitarios”, basada en el método CER (Captura, Esterilización y Retorno). El objetivo es controlar y reducir progresivamente estas poblaciones mediante métodos éticos y no letales, promoviendo su bienestar y la convivencia armoniosa con la comunidad.

Pero hay un dato que parecen haber pasado por alto los legisladores. “Los gatos, esterilizados o no, continúan cazando y afectando negativamente a la biodiversidad”, denuncia Yarci Acosta, delegado de SEO/BirdLife en Canarias. De hecho, cada vez que se capturan, esterilizan y vuelven a soltar gatos en espacios protegidos como La Graciosa, los ecologistas lo denuncian ante el Seprona al considerar que se están liberando intencionadamente animales muy dañinos para la fauna protegida que allí vive. La captura y suelta de gatos en un área tan sensible y protegida contradice, en su opinión, los objetivos de conservación de la Red Natura 2000 y del parque natural, “además de a toda la normativa existente en materia de conservación de la biodiversidad, incluida la reciente Ley de Bienestar Animal, que no contempla la presencia de estos animales donde supongan una amenaza para la biodiversidad”, razonan los ambientalistas. Apoyan la captura y esterilización, pero rechazan de plano el retorno al medio natural, donde están convencidos de que seguirán cazando animales protegidos.

En este sentido, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria clasificó el año pasado a los gatos comunitarios como una especie exótica invasora, limitando la presencia de colonias felinas en Espacios Naturales Protegidos. En una normativa de obligado cumplimiento, indica a los ayuntamientos grancanarios que los gatos deben ser siempre retirados de estos lugares y reubicados en zonas urbanas o confinados en recintos cerrados.

Frente a ello, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) rechaza de plano la medida, pues considera que va en contra de lo dispuesto en la legislación actual, que establece que el desplazamiento de gatos comunitarios “sólo puede realizarse bajo situaciones excepcionales y supervisión veterinaria”. Por ello mismo, ha anunciado que tomarán “todas las acciones legales necesarias para detener la eliminación de los gatos comunitarios de las zonas protegidas y garantizar el cumplimiento de la ley”.

Animalistas y miembros de las protectoras de animales se apoyan en la misma normativa legal que enarbolan los conservacionistas para defender exactamente lo contrario. Critican que se criminalice a los gatos, a quienes ven más como víctimas que como verdugos, pues muchos ejemplares han sido abandonados por dueños irresponsables y si no fuera por los voluntarios que cuidan de las colonias felinas acabarían muriendo. En lo único en que coinciden ambas posiciones tan antagónicas es en que consideran fundamental reforzar la educación ciudadana para atajar la lacra del abandono animal.

Aves marinas atacadas por gatos. Fotos: SEO Birdlife.

Teguise mueve ficha

El año pasado, el Ayuntamiento de Teguise, municipio al que pertenece La Graciosa y a donde también se extendió la campaña, capturó, esterilizó y soltó de nuevo a 240 gatos, algo que el concejal de Bienestar Animal Ginés González considera “clave para mantenerlos controlados”. Cumplían así con la Ley de Bienestar Animal, que no permite capturar a los gatos callejeros y trasladarlos de sus colonias para ser encerrados, salvo que se haga con el fin de adoptarlos.

Las colonias felinas no son algo natural, son animales independientes

Paralelamente, veterinarios de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han desarrollado un trabajo de campo para conocer el alcance y la efectividad del método CER como estrategia para el manejo de gatos comunitarios en un área tan de especial sensibilidad como es La Graciosa. Los investigadores han calificado los resultados como “altamente relevantes para la gestión de fauna en otras islas de Canarias y en archipiélagos con ecosistemas insulares similares, donde la coexistencia de gatos comunitarios y especies vulnerables plantea retos de conservación que deben ser resueltos de una manera eficaz pero también respetuosa”. La intervención llevada a cabo por los veterinarios logró esterilizar al 81,4 por ciento de los felinos presentes en áreas urbanas en apenas tres días, lo que redujo de forma significativa su capacidad de reproducirse y la presión que esta especie ejerce como depredadora sobre otras más vulnerables.

“Pero siguen cazando”, se escandaliza Félix Manuel Medina, biólogo del Cabildo de La Palma y uno de los grandes expertos mundiales en estudiar el impacto ambiental de los felinos en espacios insulares. “El gato doméstico es una de las especies invasoras en islas más dañinas, amenazando y provocando la extinción de numerosas especies”, zanja el científico. Los propios veterinarios de la ULPGC que han realizado el estudio en La Graciosa recogen entre sus conclusiones respecto al uso del CER que “este método debe combinarse con otras estrategias complementarias, como pueden ser la adopción o la reubicación selectiva, de manera que se consigan implementar políticas de manejo de estas colonias que sean adaptativas e integradas”.

Un estudio de la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria ha confirmado que las colonias de gatos a través del método CES (captura, esterilización y suelta) “no es una solución adecuada para tratar de reducir las densidades de gatos en el Archipiélago”. Por el contrario, esta práctica “supone un riesgo tanto para la fauna autóctona de las Islas, puesto que los gatos no pierden su comportamiento innato de depredador y continúan cazando, como para la salud pública, debido a las zoonosis que pueden transmitir tanto a otras especies como a los seres humanos”.

Así lo ratifica el investigador mexicano Isac Mella-Méndez, autor de un reciente estudio donde demuestra que “cuanto más tiempo pasan los gatos fuera de casa más probabilidades tienen de cazar. Además, no importa la cantidad de alimento que se les suministra o si están esterilizados, “ya que su conducta depredatoria es innata y cazan independientemente de su hambre”. Curiosamente, este trabajo ha descubierto que los ejemplares atigrados y de coloración parda cazan más y mejor, posiblemente porque esta coloración mejora su camuflaje.

Mejor en casa

Las colonias felinas no son algo natural, propio de la especie, recuerdan los veterinarios. Estos animales son profundamente independientes y solo aceptan vivir en comunidad cuando se les garantiza una fuente segura y abundante de alimentos. Los ejemplares ferales defienden su territorio igual que un tigre o un lince. Mantener a los gatos dentro de las casas, sin dejarlos salir a vagabundear por las calles, no solo protege la fauna silvestre, sino también a ellos mismos.

Los gatos que deambulan por el exterior viven menos y peor que los caseros

Otros estudios veterinarios han demostrado que los gatos que deambulan por el exterior viven menos y peor que los caseros. En la calle están expuestos a múltiples peligros, desde atropellamientos, ataques de otros animales, envenenamientos y enfermedades como el virus de la leucemia felina (FeLV) o el de la inmunodeficiencia felina (FIV). Un animal exclusivamente casero puede vivir de 10 a 15 años o más, mientras que los que tienen acceso al peligroso mundo exterior tienen una esperanza de vida muy corta, entre dos y cinco años.

Por eso el principal argumento para controlar a los gatos es el de la responsabilidad ciudadana. Proteger a las mascotas es el deber de todo dueño responsable. Dejarlas deambular por la calle puede matarlas o poner en peligro a la naturaleza. Pero la pregunta sigue en el aire: ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Comentarios

Aquí se menciona la tarabilla, pero no sé habla de el pizpo, el tabobo, las salamandras, y otros muchos. Nadie nota el brutal descenso que han sufrido desde que por culpa de cuatro bobos los gatos son intocables. Está pasando en todas partes, incluso en El Hierro y Gran Canaria con los lagartos gigantes y en Doñana con muchas aves protegidas. Estos bobos que no tienen hijos y tratan a los animales como niños son el verdadero problema. Hay que poner trampas, y gato que no tenga chip se guarda 15 días, si aparece el dueño sanción y chip, y si no aparece el dueño se ñ sacrifica y punto
Ese problema no es solo de Canarias, es de toda España, y los subno…. De nuestros políticos sacando leyes que les protegen.
Denle gracias alas alemanas delas asociaciones que se dedican a castrar gatos y soltarlos donde mismos los cogen los perros ala perrera y los gatos a matar todo loq trancan y si les dan caza salen los ofendidos de turno
Que los ayuntamientos cumplan con la ley de bienestar animal, y castren y ayuden a las gestoras a esterilizar y castrar .
¿Que ha pasado con la comprension lectora?
Esterilizar y castrar. Unica solución etica. Lo de perros buenos y gatos malos es de bobos
Yo soy de los que toda la vida me ha pateado el campo...y es verdad es que se nota muchisimo el aumento de los gatos asilvestrados...no es raro encontrartelos cuando no...con un lagarto en la boca...acechando algún pajaro...o como hace poco atrapando un conejo...es un problema grave para la fauna...pero nuestros dirigentes parece que están más por la labor...de fiestas...carnavales etc etc...habría que tomar medidas efectivas ya.
Decenas y decenas de años haciendo barbaridades en Canarias en pos del turismo depredador pero ahora que peligren especies autóctonas de las islas es culpa de los gatos. Mira que somos hipócritas. Lo que hay que hacer (de hecho habría que haberlo hecho hace años) es cumplir la ley y esterilizar en masa. Lo que pasa es que como dependiendo de los colores políticos de turno se hace o no caso pues al final, donde había un problema, no se actúa y se convierte en un problemón.
Se os tenían que llenar las islas de ratas por gilis, que os habéis creído menospreciando a unos animalitos que no tienen la culpa de nada, todos tenemos nuestro cometido en esta vida y nosotros los mal llamados humanos, somos los únicos que matamos por gusto o deporte. Somos los únicos que decidimos quién debe morir o vivir. Que os habéis creído Dios? Las 7 plagas os mandaba, incultos
Castrando gatos no quitas que siga cazando y matando a su antojo.que no es autóctona de canarias el gato es un animal invasor como lo es la tórtola turca
Estoy completamente de acuerdo con el problema que entrañan los gatos para la diversidad y conservación de la fauna de las islas y qué desde luego habría que tener controlados de alguna forma. Curiosamente el artículo habla del ataque de éstos felinos a colonias de aves en la graciosa y norte de Lanzarote. De lo que no habla es de la caza furtiva que sufren numerosas aves, principalmente pardelas, que si no me equivoco está protegida, por los propios conejeros y gracioseros, que la incluyen en su dieta cómo "manjar". De eso no habla el artículo. Si lo cazan los gatos es malo. Y si lo caza el humano no?
Ah, la reducción de terreno natural en pro de la construcción irresponsable en Canarias no tiene que ver? La cantidad de turismo masivo, contaminación y destrucción del hábitat natural de las especies de las que hablan no influye, no? Qué fácil criminalizar a un animal. Si hay gatos (y animales) abandonados es por culpa de la ignorancia y falta de educación de mucha gente (en toda España). Claro que un animal va a cazar para comer si está abandonado a su suerte... Lo que no puede ser es que nuestro país esté a la cabeza de abandono animal y no se haga nada al respecto. La culpa, una vez más es de la gente irresponsable con sus mascotas e irresponsable con su entorno. Un poquito de respeto y educación es lo que hace falta. Si les preocupa la conservación de la fauna endémicas de las islas empiecen por mirar "el dibujo" del problema desde una perspectiva más amplia, en vez de culpabilizar a un animal que es una víctima más de nuestra irresponsabilidad como sociedad.
Ah, la reducción de terreno natural en pro de la construcción irresponsable en Canarias no tiene que ver? La cantidad de turismo masivo, contaminación y destrucción del hábitat natural de las especies de las que hablan no influye, no? Qué fácil criminalizar a un animal. Si hay gatos (y animales) abandonados es por culpa de la ignorancia y falta de educación de mucha gente (en toda España). Claro que un animal va a cazar para comer si está abandonado a su suerte... Lo que no puede ser es que nuestro país esté a la cabeza de abandono animal y no se haga nada al respecto. La culpa, una vez más es de la gente irresponsable con sus mascotas e irresponsable con su entorno. Un poquito de respeto y educación es lo que hace falta. Si les preocupa la conservación de la fauna endémicas de las islas empiecen por mirar "el dibujo" del problema desde una perspectiva más amplia, en vez de culpabilizar a un animal que es una víctima más de nuestra irresponsabilidad como sociedad. Y un poquito más de reconocimiento a la gente que se preocupa y trabaja desinteresadamente por cuidar de los animales abandonados no estaría mal...
Cómo siempre la culpa de los gatos... Tengo pruebas de cómo un perro ataca a gallinas y pollos, las mordidas son igual a la de una de esas fotos y de ellos no se dice nada (que quede claro que como animalista también defiendo a los perros y demás) los gatos conviven con ellos sin atacar, posiblemente porque están alimentados, estoy hablando de una colonia. Castrar y alimentar es lo que los ayuntamientos deberían de hacer y no intentar destruir a los felinos y fomentar el odio hacia ellos. No tienen ni idea ni se han molestado en intentar conocer su comportamiento. Por otra parte es ley de supervivencia o acaso usted no sé comería cualquiera de esos insectos y demás si estuviera muerto de hambre? 15 días les dejaba yo sin nada que meterse a la boca y rodeados de todas esas especies que dicen están en extinción
El ser humano tiene la sorprendente capacidad de mirar siempre la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en su propio ojo. Cito un artículo de la BBC: "Somos la especie (el ser humano) mas peligrosa de la historia" en que que un informe científico concluye que las poblaciones mundiales de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles se redujeron en un 68% entre 1970 y 2016. Actualmente, según un informe de la ONU, existen un millón de especies amenazadas por el impacto del ser humano en el planeta por la caza y pesca excesiva, la minería, pesticidas, herbicidas, plásticos, la contaminación por gases de efecto invernadero, la deforestación y un largo etcétera. Pero nada señores echemos la culpa a los gatos. Si no cambiamos el chip y pensamos de otra manera todas las especies tienen los días contados.
También hay científicos e investigadores que están a favor de la cohabitación y que están a favor del CES (bien hecho, no como se hace en la actualidad en la mayoria de lugares) .Octavio Pérez Luzardo (catedrático e investigador en la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, participó en la acción de la Graciosa))es un ejemplo. Les recomiendo que escuchen alguna de sus entrevistas y charlas. Tiene una opinión diferente a las reflejadas en este artículo por otros científicos. Ojalá lo entrevisten pronto en este medio para hablar de este tema. Estoy segura que sus argumentaciones servirán para comprender mejor el problema que hay con los gatos; sabe de los problemas (los reales) y sus posibles soluciones.
Es fácil..ayuntamientos no cumplen la nueva Ley de bienestar Animal ..pero es fácil..contratar veterinarios municipales y castrar...castrar..y a medio plazo..se logra.y es ridículo económicamente hablando..encomparación con lo se gastan ..en otras cosas...como trigo para..luego matar a esos animales..por favor.....
Discutir o divagar sobre que los humanos somos el mayor problema que causa la mayor extinción de especies es tan inútil como ignorar que los gatos son un gravisimo problema, las 2 cosas son demasiado evidentes, pero creo que se da a los gatos cierta inmunidad frente a otros muchos animales, quizás esos ojos bonitos o ese maullido lastime ro le conceden cierta ventaja sobre lagartos, pájaros y demás especies sobre las que depredan, que no resultan tan agradables a nuestros sentidos, pero en grave peligro de extinción, no así los propios gatos que están a miles x todo el mundo, alguién imaginaria a un tigre, leopardo, león, pululando x su barrio, capturado, castrado y puesto de nuevo en libertad, pues eso es un gato para todas las especies sobre las que depreda
Urge capturar todos los gatos asilvestrados y encerrarlos en recintos donde sean cuidados hasta el final d su vida. Obligar a los propietarios a mantenerlos en casa sancionando los incumplimientos y poniendo todos los mecanismos para salvaguardar la biodiversidad como pilar fundamental para la vida en nuestro planeta
Urge capturar todos los gatos asilvestrados y encerrarlos en recintos donde sean cuidados hasta el final d su vida. Obligar a los propietarios a mantenerlos en casa sancionando los incumplimientos y poniendo todos los mecanismos para salvaguardar la biodiversidad como pilar fundamental para la vida en nuestro planeta
Claramente la responsabilidad es de quien abandona o deja sueltos a sus gatos , que nadie obliga a tener mascotas y, como no se sanciona ejemplarmente pues pasa esto y, los incapaces que se meten a políticos .
La pregunta sería: Que hacemos con los dueños y autoridades responsables de este problema ?
Los gatos no son fauna silvestre: normalizar su presencia libre en la naturaleza es un grave error La idea de que los gatos domésticos sueltos o las colonias felinas “forman parte del ecosistema” es un despropósito que atenta contra la biodiversidad. Los gatos (Felis catus) no son fauna autóctona ni salvaje: son una especie doméstica introducida por el ser humano, y su presencia en libertad tiene consecuencias devastadoras. Estudios científicos en todo el mundo han demostrado que los gatos matan miles de millones de aves, reptiles y pequeños mamíferos cada año. No lo hacen por hambre, sino por instinto. Esto convierte a los gatos en uno de los principales depredadores invasores del planeta. Equiparar su “derecho a la libertad” con el de especies silvestres protegidas es confundir conceptos básicos de conservación. No es un tema de derechos individuales, sino de responsabilidad ecológica. Permitir que vivan sueltos, alimentarlos en colonias o negar su impacto bajo la bandera del amor a los animales es irresponsable. Proteger la vida silvestre implica controlar —no liberar— a los gatos. Su cuidado responsable incluye el confinamiento, la esterilización y la supervisión humana. Lo demás, por más bienintencionado que parezca, es ignorancia ecológica.
La gran mentira del CER Razones por las que el CER no acabará con los gatos sueltos aunque una parte de la sociedad movida por sus criterios emocionales, con serias carencias de la realidad científica del problema y demostrando claramente poca empatia hacia nuestra biodiversidad crea que es un método de erradicación válido a largo plazo: 1. Nuevos abandonos: Mientras siga este ritmo de abandono y escape de gatos domésticos, por ser legal su tenencia como mascota en Europa, las colonias felinas regentadas por el método CER se renovarán constantemente. 2. Movimientos de gatos: Las colonias reciben gatos de otras zonas donde el CER no se aplica a raja tabla y la reproducción y expansión continuará sin control. 3. Gatos de difícil captura: No todos los gatos pueden ser capturados fácilmente para ser esterilizados, los más asilvestrados (una mayoría) solo aparecen por las colonias a comer a altas horas de la madrugada y no suelen caer en las trampas. Cómo el CER no reduce la población a largo plazo: Incluso si se lograra esterilizar a más del 70 % de una colonia en un corto período de tiempo, esa población podría disminuir localmente, algo que en la mayoría de localidades es ciencia ficción. Aunque ya se ha comprobado que los gatos de colonia castrados cazan igualmente y siguen siendo dañinos para la naturaleza circundante por su gran número. En definitiva, el CER es una herramienta de supuesto control, no de erradicación. Los que aun asi creen en este método de gestión tambien hablan de complementar con sanciones efectivas contra el abandono y con una mayor concienciación sobre la tenencia responsable, algo que en la práctica no ocurre. Pero que no os engañen, el CER es una tapadera de la administración para evitar tomar las medidas contundentes que realmente necesita nuestra NATURALEZA y biodiversidad. Y desde que se está aplicando con nuestros impuestos segun esta normativa absurda del 2.022 el número de gatos a nivel nacional no ha caído, sino que aumenta y también lo hacen el número de colonias por municipio. Lo mejor sería directamente prohibir la tenencia de gatos como mascota y sacar de las zonas rurales protegidas las colonias, algo que es muy difícil que ocurra dado el multimillonario negocio que mueve la industria del gato y el apoyo irracional - emocional de una buena parte de la sociedad hacia sus " gatihijos ".
La carta del CSIC sobre la problematica del gato doméstico libre en la naturaleza y su porqué. Los científicos que se dedican a la ecología de campo además de hacer sus estudios y ser expertos en la comprensión de cómo funcionan los ecosistemas y sus habitantes, también observan estupefactos como la administración no es capaz de ir solucionando problemas tan evidentes como este del gato doméstico libre por las comarcas y espacios naturales protegidos. La administración hace muchos años que sabe de esto, pues como es lógico no es normal que las miríadas de gatos abandonados en mayor o menor medida invadan los campos y desajusten la relación del deseado equilibrio entre presas y predadores. Este equilibrio relativo se viene dando desde hace millones de años entre las especies silvestres, y las ha modelado tal y como las conocemos, Linces, Gatos monteses, rapaces, ofidios... Juegan en una liga y en una proporción adecuada en relación a sus presas habituales. Y ahí es donde entra está avalancha de mascotas domésticas escapadas que desequilibran el juego ( algunas viviendo en colonias, otras ya casi asilvestradas) y que por su gran número causan una gran perdida de pequeños y medianos animales silvestres, no solo por predación directa, sino también por presión sobre sus territorios e interacción con otros predadores y presas silvestres a las que desplazan, por no hablar del contagio de enfermedades, hibridación con el gato montés... Estudios sobre esto que hablamos están más que publicados y contrastados a nivel internacional, e incluso en algunos casos como todos sabemos ( Islas y espacios naturales concretos) los gatos han sido un verdadero desastre y han causado bastantes extinciones de fauna silvestre autóctona. Pero no, a la administración le es más barato y políticamente más rentable el delegar el problema en ONG animalistas , ( o mejor dicho gatistas), que tener que pagar la solución ética de retirar los gatos de los campos y habilitar albergues para ellos. Las ONG conservacionistas más conocidas y fuertes por otro lado también se unen en cierta manera a esta desidia de la administración, pero por otros motivos, no quieren enfrentamientos internos o externos en un problema tan complicado de solucionar y que levanta tanta emocionalidad a veces casi irracional, tampoco están dispuestos a la pérdida de apoyos o socios, ya que muchos de ellos solo aportan cuotas mensuales o donativos sin ser expertos en materia ambiental o ecología de poblaciones. Las críticas animalistas: La visión y críticas de las ONG y personas cercanas al animalismo ante esas proclamas de muchos científicos ambientalistas de estos meses que se oponen a ciertos puntos de la nueva ley de bienestar animal , se basan por desgracia en un gran desconocimiento de base de el problema que argumentan los susodichos científicos y naturalistas. El animalista lucha lógicamente por los animales a los que conoce bien, los más cercanos y con los que tienen más empatía, practican un especismo de libro muchas veces, al primar el bienestar de esas razas domésticas ante el funcionamiento de los ecosistemas cercanos que en gran parte desconocen a igual que sus habitantes silvestres habituales, especies muchas de ellas protegidas por su escasez y a las cuales no les brindan esa misma empatía, normalmente por desconocimiento y falta de trato directo con ellas ( no son acariciables) . Todo ello arma la bomba perfecta para nuestros ecosistemas: 1° Una gran población de gatos domésticos libres procedentes de las sueltas de los millones de gatos que viven en pisos y casas como mascotas, (4 millones censados en España) 2° Otra gran población, esta vez humana, que desconocedora del problema ambiental se centra muchas veces de manera obsesiva en el bienestar de los gatos y los "eternizan" por egoísmo en colonias donde solo un bajo número de gatos está castrado y tanto ellos como los no castrados viven bien alimentados con pienso disponible a todas horas. Eso hace que no solo este método colonial no acabe con el problema, sino que lo aumenta como se ha demostrado con cifras en casi todo el país, además pensemos que un gato castrado o bien alimentado no deja de cazar, ya que al contrario que los gatos monteses los domésticos no solo cazan por hambre o variar la dieta, sino por juego. 3° Una administración central y local que durante muchos años no ha puesto, por los motivos que comentamos antes, las cartas sobre la mesa y ni ha buscado soluciones firmes que palien este lento desangrado de nuestro patrimonio natural. Reflexión final: Todos sabemos que la naturaleza está más deteriorada que nunca, muchos factores como los contaminantes, vertidos, caza indiscriminada, tendidos eléctricos, carreteras, propagación de especies invasoras... y un sin fin de actuaciones humanas están produciendo esto, pero se trata de restar factores, no de sumarlos o echar balones fuera del tipo eso hace más daño o menos daño al entorno y por ello relegar responsabilidades. Por todo ello debemos presionar para que en las cercanías de nuestros espacios naturales protegidos no deambulen los gatos domésticos en el gran número en el que lo hacen, nuestra NATURALEZA está más que nunca necesitada de técnicas y acciones conservacionistas, éticas, estudiadas, objetivas, rápidas y eficaces, no de gestiones que parcheen, relegen y eternizen los problemas presionados por una gran parte de la sociedad que subida al carro de la sensiblería utópica de: " Todos los animalitos deben de estar libres y gozosos por los campos aunque sean domésticos" causan como efecto secundario un gran daño a nuestro patrimonio natural y nadan contra corriente con las políticas Europeas de protección a nuestra gran biodiversidad.
Por favor más gatos y menos ratones señores
Primero .....coño cómo se extiende el texto para escribir el comentario cuando interesa no? Y segundo ....el problema sigue siendo los humanos, qué muchos cogen animalitos para luego no ocuparse de ellos y echarlos a la calle . De tercero si no fueran los gatos, jajaja , la peste y otras enfermedades volverían a las calles ...o qué creen ? Qué ustedes van a solucionar enfermedades y plagas a base de exterminio? Los gatos controlan ,ratones, ratas , reptiles, hasta cucarachas! Si tuvieran zonas , desde los Ayuntamientos, donde puedan estar, darles comida y alojamiento, ...esterilizar algunos no todos porque sino qué? Los extinguimos porque el humano es un ñanga? A ver señores, no sean inconscientes ni ignorantes ! Para mí, sería mejor , exterminar a tanto irrespetuoso , tanto humano qué hace daño, destruye, mata, viola, ensucia, hace sufrir a los demás, se meten en guerras etc,etc,etc, coño pero es un humano no? A ese sí hay qué respetarlo? Al más daño qué hace , ha hecho y seguirá....a ese, sí hay que cuidarlo ! NO ME JODAN !

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