Gerardo Mesa abre un archivo de texto en su teléfono móvil en el que se puede leer, con una minuciosidad poco común, la fecha y hora de la reunión o de la llamada telefónica, los interlocutores, el motivo del contacto y las conclusiones del encuentro. Durante años anotó las gestiones que ha realizado de forma directa para que Cruz Roja contase en Fuerteventura con unas instalaciones adecuadas. El actual inmueble fue construido a finales de los años 70 del pasado siglo, una época en la que Mesa se convertía en el primer presidente electo del Cabildo majorero en la etapa democrática. En aquel momento, la Isla no llegaba a los 30.000 habitantes, hoy roza los 127.000 residentes. La sede insular de Cruz Roja se ha quedado pequeña y obsoleta, pero el comprometido Gerardo Mesa no renuncia a la antigua aspiración de un nuevo espacio para la entidad social: “Siempre he reivindicado unas instalaciones dignas y, aunque estoy decepcionado porque todo el mundo dice que sí, pero nadie hace nada, sigo luchando por ello”.

El edificio de Cruz Roja se encuentra situado en la Avenida de la Constitución, en una pieza de suelo de 878 metros cuadrados con una ubicación privilegiada en el centro de Puerto del Rosario. Comparte manzana con un edificio del Cabildo en una parcela de 625 metros cuadrados y con el cuartel de la Guardia Civil, que ocupa casi 3.700 metros cuadrados y que tiene, en principio, los días contados en esa ubicación una vez se desatasque el convenio entre la Benemérita y el Cabildo para su traslado a la Rosa de Don Victoriano. Es ahí donde surge la oportunidad: las instituciones podrían quedarse con una manzana entera de uso público de 5.200 metros cuadrados junto a la Plaza de la Paz, en pleno centro de la ciudad.

Mesa destaca que la primera idea fue levantar una segunda planta en la sede de Cruz Roja. Los primeros contactos con el Cabildo, en ese sentido, se remontan a 2001. Un año antes había asumido la presidencia de la Delegación insular de la entidad social. Luego sería presidente autonómico de Cruz Roja de 2012 a 2019. Ahora es vicepresidente y voluntario. Este mes de julio cumple 89 años. “Fue el entonces consejero Tomás Quesada el que planteó que el Cabildo hiciera un nuevo edificio para Cruz Roja, primero en la zona donde hoy se encuentra el Archivo, y luego en frente, donde se llegó a realizar un anteproyecto”, recuerda.

Problemas burocráticos impidieron entonces que fructificara la iniciativa, aunque las gestiones han continuado durante años. En la etapa de Marcial Morales, primero como alcalde y luego como presidente del Cabildo, también se valoró el traslado de Cruz Roja y del cuartel de la Guardia Civil: “Tenía en la cabeza un parking subterráneo para Puerto del Rosario y uso público en todo este espacio”. En el pasado mandato también trasladó su planteamiento sobre la sede de la ONG a los socialistas Blas Acosta y Juan Jiménez, que coincidieron en la presidencia de Cabildo y Ayuntamiento. De aquellos contactos surgió otra posible ubicación, pero la propuesta tampoco maduró. En el presente mandato también se ha entrevistado con la actual presidenta del Cabildo, Lola García.

Mesa subraya que “no se planifica a largo plazo”, uno de los males endémicos de las instituciones públicas. “Es necesario el consenso de todas las fuerzas políticas” para asuntos de esta envergadura, que pueden ser fundamentales para la configuración urbana de la ciudad. Para el histórico político y activista social, el momento para dar el paso es propicio, no solo por el negociado traslado del cuartel de la Guardia Civil, pendiente de que se desatasque la valoración económica de la permuta de terrenos con el Gobierno central, sino también porque en las proximidades de la Avenida Juan de Bethencourt se va a construir el Palacio de Justicia, en una parcela de 6.000 metros cuadrados cedida al Gobierno de Canarias.

En ese entorno, bien comunicado y donde se están ubicando los proyectos de edificios públicos, Mesa ve idóneo el emplazamiento para la nueva sede de Cruz Roja. “Mi intención no es criticar, sino proponer algo positivo”, recalca el vicepresidente insular de la entidad. “Lo que quiero transmitir es que las actuales instalaciones no son las adecuadas, pero están en una parcela valiosísima que se puede poner al servicio de la ciudadanía y sería una pena que se desaprovechara una ocasión tan clara como esta”, destaca.

Centenares de personas

Cruz Roja presta en Fuerteventura servicios que van desde la atención humanitaria a los migrantes que arriban a la costa majorera, pasando por atención a mayores o un programa para niños y niñas que presentan problemas de alimentación y en los estudios. En inserción social, Cruz Roja desarrolla proyectos relacionados con la vulnerabilidad o la gestión de ayudas para alimentación, productos de aseo, limpieza, medicación, pago de alquiler y suministros.

Cruz Roja atiende a unas 350 personas al año y el local se ha quedado pequeño

Otros proyectos de la entidad son la ayuda a domicilio complementaria y la atención a las cuidadoras no profesionales. Marta Blanco, trabajadora social de Cruz Roja en Fuerteventura, destaca que también hay un segmento de población mayor con pensiones no contributivas e ingresos bajos que tienen que acceder al programa de extrema vulnerabilidad para recibir ayuda económica. Asimismo, cuentan con programas de empleo, como el de orientación laboral, consistente en el acompañamiento en la búsqueda activa de un puesto de trabajo.

El perfil de usuarios atendidos por Cruz Roja ha variado en los últimos tiempos. “Ciertamente hay mucha gente trabajando, pero en situación precaria, que necesitan ayuda para la vivienda, que es la actual preocupación”, señala la trabajadora social. El año pasado, Cruz Roja atendió en la Isla a unas 350 personas.