La bióloga e ilustradora especialista en etnobotánica ha publicado estudios sobre plantas medicinales y resalta el potencial de la Isla para la soberanía alimentaria
Fayna Brenes pone la botánica al servicio de la salud
La bióloga e ilustradora especialista en etnobotánica ha publicado estudios sobre plantas medicinales y resalta el potencial de la Isla para la soberanía alimentaria
Fayna Brenes Quevedo, asentada desde hace 10 años en Tetir, es bióloga especializada en botánica, en concreto, en la rama de etnobotánica, es decir, el estudio de los usos tradicionales de las plantas silvestres, conocimientos sobre los que ha basado algunas de sus publicaciones y estudios desarrollos junto a universidades como la de La Laguna o la Autónoma de Madrid. Así, entre su bibliografía se encuentra Manual de medicina popular de Fuerteventura, además del documental El saber popular a través de las campesinas majoreras, como resultado de “años de trabajo de campo entrevistando a mujeres”, según explica.
Pero Fayna es mucho más. Es artista multidisciplinar y educadora ambiental, labor que desarrolla en los talleres a través de la ilustración. En este proyecto trabaja con el alumnado “cómo distinguir estas plantas medicinales que se encuentran en el entorno, muchas de ellas con numerosas propiedades”, dice. Sin dejar de lado su faceta agraria, con actuaciones en favor de la agroecología a fin de contribuir a alcanzar “la soberanía alimentaria” en una Isla que, a pesar de sus características, “puede ser muy fértil”. Un tema que considera de gran relevancia teniendo en cuenta que la economía familiar se enfrenta a “un momento en el que los precios de los alimentos se han disparado”. También desarrolla sus conocimientos como docente de jardinería, tras especializarse en agroecología, y ha contribuido a hacer realidad proyectos como los huertos urbanos de Puerto del Rosario.
Fayna habla de “volver a estar en contacto con la naturaleza”, del “arte de la observación”. Le interesaba la historia, cultura y antropología de Canarias. La raíz de su trabajo es la “relación con la naturaleza” desde distintas ramas: desde la formal lo hace como educadora ambiental, en cuanto a la parte más investigadora la desarrolla con publicaciones para la Universidad de La Laguna o colaboraciones con la Universidad Autónoma de Madrid para elaborar un catálogo etnobotánico nacional. En cuanto a su rama artística con la creación de talleres de ilustración botánica señala que “el arte te permite poder observar y sentir la naturaleza”. Asegura que el ser humano está “absolutamente desconectado con la naturaleza” y cree que la única manera de recuperar el equilibrio como sociedad y como individuo es “reconectar” con el hábitat natural.
“Una alimentación sana es la mejor medicina. Hay que desterrar los procesados”
Cuenta en su haber con una publicación sobre medicina natural a través de las plantas silvestres y ha contribuido a realizar el inventario español para el conocimiento de la biodiversidad. Explica que “se trata de un gran repositorio, una publicación que coordinó la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con otras comunidades”, siendo la única botánica majorera que desempeña esta labor en la actualidad.
Plantas silvestres
“Las malas hierbas no existen”, este es el lema de Fayna. “Desde el punto de vista silvestre, la flora de Fuerteventura es súper interesante”, añade. “En general las plantas de zonas áridas desarrollan una química especial para poder sobrevivir en esas condiciones, así encontramos vegetación que, por zonificación tras tantos años de sequía, viene siendo complicado encontrar. Esas plantas silvestres se dan en la zona central donde hay brumas o se da un poco de riego. Cualquier planta que nos encontramos tienen numerosas propiedades”, argumenta.
Hace unos años publicó un trabajo sobre las campesinas de Fuerteventura y su relación con la naturaleza, con las plantas medicinales como principal eje basado en la sabiduría de 15 mujeres de la Isla. Habla de esta experiencia y comenta que sintió como si indagara en su propio árbol genealógico. “Les preguntaba: ¿cómo era ser mujer en el campo antes?, y de ahí establecían su historia de vida y entablaban una dialéctica sobre su propia relación con las plantas y la naturaleza”, señala sobre el estudio. “Es muy importante desde el punto de vista de la interrelación generacional escuchar la sabiduría de esas campesinas”. En particular, la instruyeron para que descubriera una planta que no está incluida en ningún catálogo: la hierba del perro. Entre otras propiedades se aplica para cortar gastroenteritis. En la actualidad su grupo de investigación está intentando que se realicen estudios fitoquímicos que permitan conocer los compuestos de esta planta.
“Tenemos todas las bazas para volver a tener una vega agrícola en Tetir”
Otra planta de gran uso es el marmojay, también conocido como tebete en otras islas, al que también se le asigna el apelativo de cagalerona, es decir, un excelente laxante natural. También está el trío de oro: la hierba clin, de una familia poco común, la estrella de mar (plantajo familia del llantén) y la conservilla (un tipo de salvia). Una combinación “muy potente” para tratar catarros y pulmonías.
“La estrella de mar es muy común, puede aparecer en cualquier gavia y a menudo pasa tan desapercibida que solemos pisarla en nuestros paseos”, explica. De ahí que asegure que “la botánica en Fuerteventura es a ras de suelo. Hay que agacharse y mirar las plantas”.
Una planta que ha venido de manera natural hasta tierras majoreras es el tabaco moro o mimo, que masticada sirve para curar heridas y llagas. También cuenta Fuerteventura con cilantro de burro o abrepuño, que sirve para controlar el nivel de glucosa en personas diabéticas, pero que no estén sometidas a tratamientos de insulina, advierte la experta en botánica.
Las plantas medicinales se recomiendan para personas sin enfermedad crónica. Tampoco pueden ser usadas sin el conocimiento adecuado de las mismas. Es muy importante aprender a identificarlas, por eso son tan importantes los talleres de dibujo o las excursiones. Y es recomendable hacer uso de plantas que nos han acompañado toda la vida y que ya conocemos, como la salvia, el tomillo, romero, orégano. Estas tres últimas son el trío de oro para los catarros sin tener que acudir a un barranco a buscarlas. El romero es analgésico, el tomillo antibiótico y el orégano expectorante.
“Las plantas no suelen tener un solo uso, sino que tienen varias propiedades juntas y eso es lo que hace que sea tan sano para nuestro organismo tomar infusiones”, sostiene esta botánica que también defiende la alimentación natural procedente de la tierra frente a los alimentos procesados para mantener a raya a las enfermedades. “Una hábitos alimenticios saludables es tu mejor medicina. La cultura alimentaria tiene mucho que ver con la salud”, sentencia.
“Hay que agacharse y mirar las plantas”, señala Fayna.
Una isla fértil
“El factor limitante, tanto para la vegetación como para la agricultura, en Fuerteventura es el agua, pero también es importante tener en cuenta la calidad. No hay diferencia entre suministro para uso potable y agrícola, cuando el resto de islas sí la tiene”. El agua agrícola debe contener menos cloro. En Fuerteventura hay una tierra muy fértil, con arcillas ricas en hierro que, a poco que se le aporte un poco de materia orgánica, permite el cultivo.
“Desde el punto de vista silvestre, la flora de Fuerteventura es muy interesante”
“Tenemos todas las bazas para volver a tener una vega agrícola”, asegura Fayna. “Solo necesitamos un agua baja en cloro que venga a la red. En la Isla hemos estado tan acostumbrados a que nos llegue el agua del cielo que no hemos tenido en cuenta este problema con el agua de riego. Ya lo vemos en el sistema de gavias para aprovechar esas lluvias, que es la mejor agua, pero si no llueve hay que regar”. El problema del agua de riego actual es que en pocos años deteriora el suelo porque saliniza la tierra y los cultivos van a retroceder. “Tenemos un agua con exceso de cloro y de mala calidad”.
“Estamos viviendo un momento con altos precios en los alimentos y es necesario que a la gente se le permita cultivar los suyos propios”. Lo que supone la soberanía alimentaria es que la sociedad pueda participar de estas políticas. “Fuerteventura cuenta con un gran potencial agrícola, porque las tierras son fértiles”, concluye la bióloga.
Comentarios
1 benditasea Mar, 19/12/2023 - 08:13
2 Mamáysusagüitas. Mar, 19/12/2023 - 08:35
3 MARMOJAYES. Mar, 19/12/2023 - 08:53
4 Ester Colero Mar, 19/12/2023 - 09:26
5 Papwo Mié, 20/12/2023 - 08:58
6 Jajaja Jue, 21/12/2023 - 07:29
7 Javi Jue, 21/12/2023 - 09:06
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