Un informe médico pericial concluye que la muerte del joven Pedro Fariña era “evitable”
Pedro padecía enfermedad de Crohn y falleció en febrero tras un tratamiento que pudo ser inadecuado
Un informe médico pericial asegura que la muerte de Pedro Fariña Monjero, de 22 años de edad, era “evitable”. El joven fue diagnosticado con una infección, pero le siguieron medicando con los inmunosupresores que tomaba para tratar la enfermedad de Crohn que padecía, sin percatarse de que estos reducen las defensas del organismo.
Ahora, el informe realizado por el doctor Francisco Baena de la Rosa, especialista en valoración del daño corporal y medicina legal, apunta a errores por parte de los médicos que lo trataron en las unidades de Digestivo y Urgencias del Hospital de Fuerteventura.
El informe, encargado por los padres del joven y al que ha tenido acceso Diario de Fuerteventura, será una de las pruebas que aporten en Fiscalía junto a los resultados de la autopsia forense que el padre de Pedro solicitó, un día después del fallecimiento, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Puerto del Rosario. También han pedido que se llame a declarar a los médicos y enfermeras que le trataron en el Hospital de Fuerteventura.
Pedro fue diagnosticado con la enfermedad de Crohn hace cinco años en el Hospital de Pontevedra. Al llegar a Fuerteventura, el especialista de digestivo empezó a tratarlo con Humira (inmunosupresores), un fármaco que disminuye la inflamación intestinal causada por esta patología.
En diciembre de 2017, Pedro empezó a sentirse mal. Fuertes dolores de cabeza, fiebre muy alta, anemia y una extrema delgadez pusieron en alerta a la familia. El joven acudió a su médico de digestivo, que le recetó seguir con los inmunosupresores. Pedro siguió empeorando y acudiendo a Urgencias del Hospital.
En una de esas visitas estaba de guardia el médico de digestivo. Este le dio más medicación y lo mandó de nuevo a casa sin quitarle el inmunosupresor. El 29 de enero fue ingresado con fuertes dolores y un día más tarde operado de urgencias. En la intervención le quitaron cuarenta centímetros de intestino. El 13 de febrero ingresó en la UCI con tuberculosis. La infección bacteriana le había invadido la sangre y la médula. El día 18 falleció.
Piden justicia
Los padres de Pedro quieren que se haga justicia y se depuren responsabilidades. Tras poner el caso en conocimiento de la Fiscalía, han empezado a recabar información con la que demandar al Servicio Canario de Salud. La madre del joven, Lola Monjero, explica que su intención es que la Fiscalía investigue “qué pasó realmente y por qué falleció Pedro”.
“Si se admite a trámite se irá también por la vía administrativa y si no estamos de acuerdo con la sentencia iremos por la vía penal en segunda instancia”, aclara. Una de las medidas ha sido solicitar un informe médico pericial al citado especialista en valorar el daño corporal, con sede en Pontevedra, Francisco Baena de la Rosa.
El informe detalla el historial del joven y el tratamiento que recibió desde que acudió a Urgencias del Hospital en diciembre de 2017 hasta su fallecimiento el 18 de febrero. En él cuestiona el trato dado por los profesionales médicos que atendieron al joven durante esas fechas.
En lo que respecta al tratamiento dispensado por el médico de digestivo, el informe pericial señala que “no ha sido adecuada a la lex artis por cuanto ha incumplido las recomendaciones para la previsión de la tuberculosis en pacientes candidatos al tratamiento biológico”.
Esta afirmación la justifica después de comprobar que no se realizó una radiografía de tórax ni tampoco se llevó a cabo correctamente la prueba de la tuberculina ya que, ante el hallazgo inicial, en vez de realizar pruebas complementarias, se repitió la prueba de tuberculina, “en cuya interpretación existe un importante componente de subjetividad”.
Además, no se procedió a una correcta evaluación del riesgo potencial de exposición a la bacteria Mycobacterium turbeculosis por la insuficiente e “incorrecta” recogida de datos del paciente dirigida a dilucidar los antecedentes de tuberculosis o infección latente, tratada o no con anterioridad o evaluar situaciones de potencial riesgo. Es decir, no se percataron de que estaba tratado con inmunosupresores para el Crohn cuando esta medicación reduce las defensas.
El 29 de diciembre el joven acudió con 39 de fiebre a Urgencias del Hospital de Fuerteventura. El informe llama la atención sobre el hecho de que el médico que lo atendió en Urgencias no recabara información sobre los tratamientos que recibía por la enfermedad de Crohn.
Para el doctor Baena, el trato dispensado fue “cuestionable” por “no haberse llevado a cabo una adecuada anamnesis (recogida de datos)”, el diagnóstico establecido no parece concordante con los signos y síntomas que presentaba el paciente y “no hay constancia que se hayan evaluado las pruebas solicitadas, en concreto la radiografía del tórax realizada o, si se ha producido esta evaluación, es evidente el error que se cometió en este proceso”.
Pedro acudió el 3 de enero de 2018 a la consulta del médico de familia del Centro de Salud de La Oliva después de 20 días con fiebre y síntomas catarrales. El médico lo derivó a Urgencias del Hospital por “la palidez, que impresiona de gravedad”. Sin embargo, en el informe de Urgencias se anota que el motivo de la consulta era diarrea y se obvia que fue derivado por fiebre y síntomas catarrales a pesar que se anota que ha estado tomando Termalgin, pero “la fiebre es resistente”.
Según el doctor Baena, a partir de la información clínica y por estar diagnosticado con la enfermedad de Crohn se “establece el diagnóstico de enfermedad de Crohn leal en paciente inmunodeprimido farmacológicamente”. Sin embargo, “tomando en consideración que las infecciones son los acontecimientos más frecuentes y que en ocasiones pueden debutar con cuadros complicados y graves, es fundamental siempre sospecharlas”.
En cambio, “esta no parece ser” la actitud que tomaron los dos médicos que trataron a Pedro ese día en Urgencias. La bibliografía médica señala que la aparición de fiebre en un enfermo de Crohn debe plantear la presencia de una infección en el paciente.
Asimismo, una de las principales causas de fiebre en estos enfermos es una infección relacionada con el tratamiento de inmunomodulador recibido. La aparición de una fiebre prolongada en pacientes tratados con Infliximab debe “ponernos en alerta ya que las infecciones asociadas con el uso de este fármaco son frecuentes y graves y la más relevante es la reactivación de una tuberculosis”, señala el informe.
El informe médico pericial apunta que el “error de diagnóstico” y el tratamiento instaurado ha sido determinante, en opinión del informante, “en la posterior evolución del proceso que concluyó con el fallecimiento del paciente”.
Por último, el informe no ahonda en el trato dado por los facultativos que intervinieron quirúrgicamente a Pedro. Sí apunta que, a partir de la información disponible, “no parece que los doctores hayan procedido a la exploración del mismo y a revisar las pruebas complementarias realizadas, limitándose al acto de proceder al tratamiento quirúrgico de una perforación intestinal-peritonitis”.
Fuerteventura lleva años esperando por tener un neumólogo en la plantilla del Hospital. Pese a las promesas de los distintos consejeros que han tenido competencias en Sanidad, el neumólogo sigue sin aparecer. La madre de Pedro Fariña cree que si hubiera habido un neumólogo en el Hospital de Fuerteventura todo hubiera sido diferente. “El neumólogo hubiera visto la placa que le hicieron el 29 de diciembre, hubiera visto la infección en el pulmón y hubiera actuado retirando el medicamento que le bajaba las defensas”, sostiene.
Comentarios
1 Salicilio Sáb, 12/01/2019 - 12:57
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