Hacia otra burbuja inmobiliaria especulativa
Una vez superada la crisis económica, (supuestamente para los que nunca la padecieron, que no para las trabajadoras y trabajadores que la siguen padeciendo con el paro, los contratos basura y los salarios de miseria), los especuladores vuelven a las andadas, con las mismas políticas que nos hundieron en la crisis, llevándonos hacia otra burbuja inmobiliaria, y volviendo llenando de cemento lo poquito que queda libre.
Los políticos majoreros, y en particular los de Antigua, con la ley nueva del suelo de Canarias de Fernando Clavijo y CC, han visto el cielo abierto, y nos amenazan con otra obra gigantesca obra especulativa, que llenará de cemento y especulación los espacios abiertos, los pocos que van quedando. Eufemísticamente, a esta nueva agresión urbanística, ecológica y especulativa, le llaman "nuevo plan de modernización de Caleta de Fuste".
Disfrazado con varias alternativas, en definitiva lo que pretenden es triplicar el número de plazas hoteleras, pasar de las 12.257 actualmente existentes, a 37.500. Como la playa de Caleta de Fuste, además de la agresión sufrida con la remodelación última, en la que ya no se ven los fondos marinos, han eliminado gran parte de la fauna y la flora marina, por el lodo putrefacto que han vertido, al triplicar su ocupación turística, se supone que habrán previsto llenar de playas artificiales todo el espacio desde la Güirra hasta Las Salinas, eliminando los cebadales que quedan, playas como las realizadas delante del centro comercial Atlántico.
Pero tras este plan "de modernización de Caleta de Fuste", tienen otro plan preparado, por el que pretenden edificar hoteles en toda la costa hasta Costa Caleta (Nuevo Horizonte), y un muelle deportivo en Nuevo Horizonte. Más especulación, más agresión ecológica, para no se sabe cuántas miles más de plazas hoteleras.
Hoy, la vivienda de alquiler es escasa y cara en Caleta de Fuste y sus alrededores. Con el aumento especulativo de esta obra, se supone que tendrá que aumentar la población residente para atender las nuevas instalaciones hostelera, centros comerciales, etc..., que pretenden abrir. Pero como a estos especuladores eso no les importa, ¿dónde, a qué precio, y en qué condiciones tienen previsto alojar la población trabajadora que supuestamente tendrá que venir con esa brutal ampliación?
Con independencia de las medidas legales que se empleen para intentar frenar ésta barbaridad, es urgente que comencemos una campaña de concienciación popular contra este nuevo fraude especulativo. No podemos esperar, ellos pretenderán engañar de nuevo a la población diciendo que esa obra traerá dinero y trabajo, y que todos nos beneficiaremos, cuando eso, además de ser una gran mentira que ya conocemos, la agresión ecológica será tan brutal, que pondrá en peligro el futuro de este espacio de la isla. Solamente conviene pensar lo que supondrá triplicar los vertidos de residuos al mar, con la cantidad de problemas de contaminación ocasionados por los actuales vertidos.
Debemos empezar a concienciar a la población contra esta nueva agresión, y prepararnos para una lucha larga y dura contra este otro despropósito.
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