Nieves Rodríguez Rivera

Canarias como colonia

A quien escribe ya nada le sorprende. Menos aún las declaraciones políticas de quienes componen este gobierno. En un país donde un partido “Se acabó la fiesta”, de un influencer, alcanza votos suficientes para entrar en el parlamento europeo y donde los políticos hacen declaraciones como si fuesen instagramers, ya todo es posible. La simplificación del discurso alcanza cuotas de preescolar y la formación intelectual de nuestros gobernantes es simplemente vergonzosa.

Se ha extendido tanto la narrativa popular que, han convertido el “hablar para el pueblo” en un ejercicio de cinismo calculado con una prosa vulgar y simplista. 

Sin embargo, hay ocasiones donde a una le sorprende declaraciones como las hechas por el presidente del Gobierno Canario, Fernando Clavijo, que han pasado sin respuesta ni gloria por parte de los demás partidos. Clavijo afirmó en una entrevista que “en ocasiones la Administración del Estado trata al archipiélago "como una colonia" y por ello es preciso "levantar la voz". Sorprende una afirmación como esta procedente de un presidente y de un partido, que han estado gobernando más de una veintena de años en Canarias. ¿Qué han hecho en todo este tiempo para superar esta situación?

Si buscamos la definición de “colonialismo” leemos que es el "régimen político y económico en el que un Estado controla y explota un territorio ajeno al suyo". Ocurre cuando una nación subyuga a otra, conquistando a su población y explotándola, a menudo imponiendo su propio idioma y valores culturales a su pueblo”.

Por una vez parece que el presidente dice una verdad que es incontestable, pero lo que resulta curioso es el vasallaje que este gobierno ha tenido con todos los partidos centralistas, gobierne quien gobierne y admitiendo la existencia de una desigualdad histórica, que de alguna manera les conviene. Pues, como todos sabemos, las ayudas recibidas de la U.E para Canarias, como región ultraperiférica, es un regalo envenenado que el gobierno acoge por su condición de colonia europea, punto estratégico y neurálgico para su control de las fronteras.  

Esta posición política de Canarias, como colonia sería hasta aceptable si, los términos económicos y la situación social en el archipiélago fuese otra, pero desgraciadamente, no lo es. El grado de corrupción en las islas es alarmante, no solo por las comisiones y desfalcos que descubrimos cada día a manos de asesores, comisionistas o gobernantes y por el despilfarro en obras que nunca acaban, sino por el empeño en convertir a Canarias en un escenario cinematográfico donde se escenifican unas películas de indios, donde los soldados americanos siempre ganan. Un territorio masificado y depauperado, expoliado y adocenado, cuya única empresa es el sector turístico que explota a los nativos y donde pasan sus vacaciones los ricos europeos.

Por una vez, Clavijo ha definido correctamente la situación política de canarias, somos una colonia, pero ya no basta con levantar la voz, ya lo hizo el pueblo canario el 20 A, y el mismo Fajardo dijo que, al pueblo había que oírlo, a lo que el presidente de la patronal hotelera y extrahotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel)  respondió, sin un ápice de vergüenza, que “había escuchado al pueblo y que subirían el salario en el sector hotelero, pero que antes, los sindicatos deben quitar la demanda que les habían hecho por el complemento de  antigüedad”.

Este es el nivel de nuestros empresarios, y de lo que le han permitido los gobernantes, quienes desean que siga siendo una colonia para poder seguir expropiando, expoliando, aprovechándose del abandono secular de esta colonia, y exprimiendo a una sociedad que va camino de perder su historia y su idiosincrasia.

Ya no basta alzar la voz sino iniciar un proceso de cambio interno y profundo. Esto solo puede iniciarse a través de la cultura y de lo que supone: el amor a tu propia tierra, a su patrimonio y legado cultural, que nos salvará de tanta insustancialidad y desconocimiento.

Solo la cultura nos hará más fuertes, una vez conozcamos nuestra historia y nuestras fortalezas. Solo con el conocimiento de la realidad, de las circunstancias que nos conforman, podremos liberarnos del yugo colonialista y, de este modo, tendremos el arrojo y la fuerza necesaria para cambiar los hechos y pasar, definitivamente, de ser una colonia a una nación con todos sus derechos.

 

Comentarios

Pero como vais a ser una nacion si no teneis nada solo sois islas polvorientas
Pero Nieves,te llenas la boca escribiendo sobre los simplista y lo populista de la política actual,y acabas pidiendo una Nación para Canarias.Pero que ridiculez estás escribiendo, Nieves.Canarias,gracias al turismo,al igual que el resto de España,empezó a sacar el cuello fuera del agua gracias al turismo.¿Que industria teníamos en Canarias en los años 50......60...?.La Cal?.El cereal?.¿No le parece curioso que tuviéramos que emigrar al Sáhara o Sudamérica a buscar una mejor calidad de vida?.Si tan bien estábamos, no le veo el sentido querida Nieves.Entonces que idiosincrasia echas de menos,la de la pobreza y miserias?.Me da que eres el ejemplo claro del polulismo utópico,y desconoces la historia de miserias de Canarias antes de llegar el turismo.Es más, le voy a decir algo para que lo tenga claro para toda la vida.En el supuesto que Canarias le dieran la categoría de Nación libre e independendiente,en momento que se hiciera oficial,Marruecos tardaría 5 minutos en poner la bandera en tu casa y el velo en tu cabeza. Nación Canaria,dice la señora Nieves......
soy unos cobardes que escriben de tras de una pantalla cobardes decirle a la cara.
Nieves, resulta casi cómico que te quejes del populismo y luego abogues por una nación canaria. Antes del turismo, Canarias era un yermo de pobreza que obligó a muchos a buscar suerte en el Sáhara o Sudamérica. Hablar de independencia mientras ignoras cómo el turismo nos sacó del abismo es como desear regresar a la miseria de los años 50. Tu propuesta de nación parece más una fantasía ignorante que una solución viable. Sin el respaldo de España, nos convertiríamos rápidamente en el nuevo juguete de Marruecos.
Señor Censor: Lamento ver que mis opiniones no encuentran cabida en su periódico. Parece que en nombre de la libertad de expresión se erige usted como guardián de la ortodoxia, decidiendo qué voces merecen ser escuchadas. Es una lástima que, en vez de fomentar el debate y la confrontación de ideas, se elija la cómoda senda de la censura. Pero no se engañe, la verdad, aunque acallada, siempre encuentra su camino...... Atentamente
“Ricos europeos “…. Está muy equivocada; aquí viene las clases obrera de Europa; claro que hay hoteles de 5 estrellas todo incluido pero este turista no salen del hotel ni quiere. Los ricos se van a Marbella, Baleares y otros lugares conocidos - las clases media a Estepona, Castellón, Cádiz etc - solo hay que mirar las turistas en las islas Canarias - son súper agradables pero son bastante pobres …. Tanto odio hacia nuestra turísta es realmente terrible y pone en peligro nuestro futuro
Además de escribir en ordenador, que eso lo sabemos hacer todos, ¿cómo piensas financiar los presupuestos de la nueva nación?; con las divisas del turismo, supongo.

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