Trabajo expedienta a Aena por la sordera de un trabajador del aeropuerto
La Inspección de Trabajo ha procedido a “iniciar expediente sancionador” a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ante la pérdida auditiva de un trabajador del aeródromo de Fuerteventura, supuestamente por la falta de material adecuado para evitar perjuicios físicos por el elevado ruido que soporta en la pista.
Un empleado del aeropuerto de Fuerteventura, a través del sindicato CSIF, puso su situación en conocimiento de la Inspección de Trabajo, que efectuó varias visitas a las instalaciones de Aena los pasados meses de junio, julio y noviembre.
La Inspección de Trabajo reconoce que la “enfermedad profesional” que sufre el trabajador de Aena está relacionada con “la falta de equipos de protección auditiva adecuado”. Por esta razón, se inició un expediente sancionador a la empresa.
El CSIF explicó este sábado que el trabajador afectado se dedica a tareas de balizamiento y aseguró que la plantilla de técnicos de mantenimiento del aeropuerto de Fuerteventura “tienen pérdida de audición u otras deficiencias auditivas anormales fruto de la exposición a niveles de ruido superiores a los permitidos”.
Según el sindicato, esos daños físicos a los trabajadores se producen “supuestamente por negligencia de la empresa, ya que obligaban a los técnicos a no usar protección auditiva en la pista”, puesto que con esta “no escuchan la emisora” y las “instrucciones” de la torre de control.
El ruido que genera un avión al despegar supera los 120 decibelios, recuerda el sindicato, que ha asesorado al trabajador afectado por la sordera. La Inspección de Trabajo, además de la apertura de un expediente sancionador, señala que ha “propuesto” un recargo de las posibles prestaciones generadas por la sordera de un 30 por ciento.
Por otro lado, la Inspección de Trabajo ha requerido a Aena para que entregue a los empleados que trabajan en la pista del aeropuerto majorero los “protectores auditivos con emisora incorporada” de manera “inmediata”. Hasta el momento en el que se entreguen los citados equipos, “deberán realizar los trabajos de mantenimiento tres personas, una de las cuales controle exclusivamente la emisora, siempre que pueda existir ruido ambiental”.
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