El personal de Endesa en la central Las Salinas, en Fuerteventura, ha realizado, en colaboración con los tres parques de bomberos de la Isla, un simulacro activado por el derrame químico de ácido clorhídrico, por el volcado de la carretilla que transportaba la sustancia.

Los voluntarios que integran este servicio de Bomberos en Fuerteventura quisieron perfeccionar su formación ante una posible emergencia donde, se simulase un derrame químico de ácido clorhídrico diluido en una ocupación de planta semi baja con presencia del personal de mantenimiento por un trabajo concreto.

El trabajador al que le ocurre el accidente se aparta de la zona conocedor de los riesgos de producto, y activa el plan de emergencia de la planta, el jefe de emergencia activa al equipo de segunda intervención para equiparse y crear un perímetro de seguridad para que nadie se acerque al derrame. Dada la magnitud de la emergencia se activa nivel tres solicitando ayuda al exterior.

Simultáneamente, se manda a tres personas del equipo de segunda intervención a equiparse con equipos para derrames químicos, para ir a la zona y en lo que llega la ayuda exterior ir conteniendo y tratando el derrame. Al actuar el personal de segunda intervención en la zona se simuló una afección por los vapores con desvanecimiento en las cercanías del derrame.

Así pues, la intervención exterior ensayó un escenario con heridos por vapores químicos, realizando el correspondiente rescate, descontaminación y atención médica

La actuación ha finalizado exitosamente por el gran despliegue de medios y la implicación de todas las partes. Este tipo de simulacros permite mejorar y acelerar los tiempos para el personal de la central e incrementa el conocimiento del cuerpo de bomberos de las instalaciones.

El operativo llevado a cabo en la central de Salinas ha servido para verificar la habilidad en la puesta en práctica del rescate, al simular una emergencia médica de varios participantes en el simulacro. Se han comprobado los procedimientos, el material necesario y la destreza del equipo.

Al finalizar la incidencia, que ha durado unas dos horas, se analiza el desarrollo de esta maniobra de rescate, identificando las mejores prácticas, así como las posibilidades de mejora que se han dado durante la ejecución.