La joven bailarina majorera regresa a su hogar después de formarse en Cataluña y actuar en Madrid y Berlín con la responsabilidad de conferir mayor difusión a este arte escénico
Silvia Aguiar ante el reto de visibilizar la danza en Fuerteventura
La joven bailarina majorera regresa a su hogar después de formarse en Cataluña y actuar en Madrid y Berlín con la responsabilidad de conferir mayor difusión a este arte escénico
Silvia Aguiar ha sido en los últimos meses una de las artistas más reclamadas en las actividades culturales de Fuerteventura, curiosamente en una de las disciplinas artísticas con menor presencia en las programaciones de la Isla, la danza. Ha participado recientemente en los actos organizados con motivo del pregón de las Fiestas del Rosario a cargo de la actriz Mariam Hernández, quien la presentaba como “talento emergente de la escena artística”, y en la Feria del Libro, con una obra en homenaje al universal Miguel de Unamuno que ella misma ha diseñado y representado.
Su talento quedó demostrado desde muy joven tras conseguir hace tres años en el certamen de 2021 el primer premio Maxo Arte en la categoría de artes escénicas, certamen que volvió a ganar la pasada edición de 2023 con la obra The Process. En la actualidad, a sus 23 años, es una floreciente estrella de la danza en su Fuerteventura natal, a donde ha regresado para instalarse tras su periplo internacional con actuaciones grupales. Con su retorno se ha propuesto el reto de que la disciplina artística que practica y ahora también enseña gane presencia en la Isla.
Desde niña, Silvia sintió especial atracción por el baile. Comenzó a dar muestras de su talento para el arte escénico desde los cuatro años, con bailes de salón y gimnasia rítmica. Luego vendría la danza comercial, hasta que a los 14 años se introduce en el mundo de la danza contemporánea. A los 16 años ya sabía que quería continuar dedicándose a esta modalidad artística, preferencia que entroncaba con la posibilidad de proseguir los estudios por la rama de Magisterio y Educación Física. Finalmente, una visita a la feria de universidades de Madrid la sacó de dudas. Allí contempló una actuación de los alumnos de una de las escuelas de danza. “Ahí tomé la decisión de dedicarme a la danza profesionalmente. No me podía quedar con las ganas”, dice.
De esta manera, a los 18 años su pasión por el baile le lleva a decantarse por los estudios de danza en una de las escuelas más prestigiosas del sector, el Institut of the Art Barcelona (IAB), donde opta por desarrollar su carrera en danza contemporánea y ballet. El centro de estudios barcelonés ubicado en Sitges le ofrecía una formación con proyección internacional dado que todos los cursos se impartían en inglés y los docentes provenían también de diferentes países.
La proyección internacional del Institut of the Art Barcelona fue uno de los motivos por el que la joven bailarina decidió desplazar su vida hasta Cataluña donde además de conseguir una sólida formación académica y práctica en danza conseguía los contactos necesarios que más tarde le permitirían poner en escena su talento. “En la danza no te puedes mover solo a nivel nacional”, explica la artista.
Así, tras su paso por Madrid o Barcelona, al concluir los estudios, se trasladó a Berlín donde participó junto a compañías en diversas presentaciones grupales, bajo la dirección de coreógrafos de talla internacional. La experiencia berlinesa ha sido un importante empuje para Silvia, quien en la actualidad es su propia coreógrafa y representa en solitario las piezas creadas por ella misma. “En danza contemporánea uno tiene que ser coreógrafo, compositor y bailarín”, explica. Aunque aún no se ha aventurado a componer sus propias escenografías, confía en que en el futuro pueda colaborar con los músicos para desarrollar sus piezas artísticas.
Desde niña, Silvia Aguiar sintió una especial atracción por el baile
Silvia explica el proceso creativo: “Lo más importante es el mensaje que se desea transmitir al espectador. Intento pensar en el recorrido, el viaje que quiero trasladar como artista y que desearía que también emprendiera el público. Busco adaptar esa travesía con la música. Deben ser canciones que me transmitan esas emociones que deseo expresar a través de la danza y seleccionar las que mejor encajen en cada instante”.
En concreto, para crear la pieza Alisios, puesta en escena en la Feria del Libro de Fuerteventura en homenaje a Miguel de Unamuno se inspiró en la obra del escritor durante su estancia en la Maxorata, De Fuerteventura a París.
Más danza
Sobre la presencia de la danza en los programas culturales de la Isla, la joven bailarina comenta que aunque está ganando visibilidad en los últimos años, “sería muy difícil para un un bailarín sobrevivir solo de los eventos que se organizan”. “Para un artista de esta disciplina desarrollar su carrera en solitario es complicado de por sí, a no ser que pertenezca a una compañía”. Es por ello que se ha propuesto en esta nueva etapa profesional el objetivo de labrarse un futuro en la Isla, donde espera continuar con su carrera a través de la creación de una escuela de baile, además de conseguir que la danza tenga mayor presencia en la escena artística majorera.
Con sus piezas no solo consigue conferir mayor visibilidad a la danza contemporánea en Fuerteventura, sino que busca transmitir entre su joven alumnado que en la Isla también se puede desarrollar esta faceta. “Me da un vuelco el corazón cada vez que pienso que puedo aportar este impulso por la danza en el lugar donde nací”, comenta emocionada.
“Sería muy difícil para un bailarín sobrevivir solo de los eventos que se organizan”
Silvia Aguiar se muestra orgullosa también de haber podido regresar a su hogar a demostrar que el baile es una opción más de expresión artística. Tras cinco años fuera de la Isla, ahora ha decidido asentarse en Fuerteventura para explorar su faceta más personal, crear sus propias piezas y darlas a conocer ante el público majorero. “Ahora quiero investigar qué puedo ofrecer en solitario, crear mis propias piezas, saber hasta dónde puedo llegar con mis procesos creativos y qué puedo aportar de manera individual al universo de la danza”, puntualiza. No descarta presentarse a certámenes en el entorno de las Islas. Su objetivo es introducirse en el circuito de danza de Canarias, del que dice es “muy prolífero”. Encuentros como el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Canarias, Masdanza, creado por la bailarina Natalia Medina, así lo certifican.
Para Silvia sería “un sueño” conseguir que Fuerteventura contara con su propia compañía de danza. Explica que en más de una ocasión se ha planteado acudir a sus antiguos compañeros del Institut of the Art Barcelona para que optaran por este privilegiado enclave para desarrollar su faceta artística. “No solo por la importancia que supondría disponer de una compañía de danza en la Isla, sino porque es un lugar que inspira a crear”.
Con su nuevo proyecto empresarial en el que ejerce de productora, coreógrafa, bailarina y docente, ha conseguido contar además con un grupo de alumnos de corta edad a los que imparte clases de danza en Morro Jable, en la Escuela Municipal de Música de Pájara.
Premios
Agradece además la oportunidad que ofrecen los premios Maxo Arte a los jóvenes talentos emergentes. “Ganar el certamen me abrió las puertas, me permitió darme a conocer”, señala. Un paso adelante que le ha permitido presentar su arte a los programadores culturales y gozar de la presencia de su espectáculo en muestras como la reciente de la Feria del Libro de Fuerteventura o las fiestas de Puerto del Rosario. Curiosamente de este último evento, comenta que fue la propia pregonera, la actriz Mariam Hernández, quien se puso en contacto con ella para que participara en su puesta en escena donde pudo reencontrarse con su antigua compañera de estudios y baile, la artista plástica Sara Gutimeli.
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