Los armadores de la cofradía de Morro Jable destacan las elevadas capturas desde mayo de bonito listado, pero advierten de las dificultades de la flota artesanal para mantenerse en activo
Pesca en Fuerteventura: buenas capturas de atún, pero gastos que asfixian
Los armadores de la cofradía de Morro Jable destacan las elevadas capturas desde mayo de bonito listado, pero advierten de las dificultades de la flota artesanal para mantenerse en activo
Los marineros de Morro Jable registran este verano unas excelentes capturas en la campaña del bonito listado. En los primeros días de agosto, los barcos habían entrado cargados con 3.000 kilos de bonito. La temporada finaliza en noviembre y estos días buscan la recuperación económica tras la marejada, rachas de calimas y los fuertes vientos.
La cofradía sureña cuenta con una flota artesanal de 15 armadores federados. El patrón mayor de la cofradía de Morro Jable, Juan Placeres, anuncia que desde mayo, que arrancó la campaña, hasta principios de agosto ya se habían contabilizado 240 toneladas de bonito listado. Unas cantidades similares registra la cofradía de Gran Tarajal.
Además, aclara que por Canarias pasan cinco especies de atún. “Terminarán poniendo cuotas a esta modalidad también, porque los atuneros congeladores están dando demasiada caña al bonito listado y rabil”, manifiesta Placeres. Seguidamente, recuerda que ya se ha cogido el 55 por ciento de la cuota de bonito del norte o barrilote, con una cuota nacional de 18.000 toneladas.
El patrón del barco Alicia Jesús, Rayco Ojeda Santana, expresa que comienzan meses de intenso trabajo tras el parón de vacaciones en julio, y esperan recuperar beneficios hasta finales de año, con las calmas del otoño. “En enero empezamos con una pequeña cuota de atún rojo, que se cerró en marzo, y en verano la pesca tradicional es el bonito listado, que en esta zona se suele acabar en septiembre. Después, en invierno, es la conocida pesca de fondo, como bocinegro, sama, picuda o pez rey”, explica el pescador de Morro Jable.
Para Rayco, urge un cambio tanto en el modelo de cuotas impuesto a la flota artesanal canaria como en la organización de la cofradía de Morro Jable. “El mercado está manipulado por las grandes empresas, que nos pagan a 1,45 euros el kilo de bonito, que se vende a 13 euros en el supermercado”, cuestiona.
“Hay que luchar para que lo paguen a un precio justo y conseguir la venta directa de nuestro producto, como en otras cofradías, gestionado por nosotros, para que los marineros puedan obtener un salario más alto, porque de lo contrario esta pesquería desaparecerá en el futuro ante tanta restricción e impuestos”, anuncia el pescador.
“El listado requiere salir a 10 y 12 millas”, detalla. “Con la brisa y con mi barco de 9,30 metros de eslora tardo hasta cuatro horas en llegar al caladero, la pesca es artesanal, con anzuelo, somos tres marineros a bordo y se invierten muchas horas”, relata. Seguidamente, recuerda que hay que pagar salarios, seguridad social, seguros, impuestos y lo que se gana es “bastante poco”.
“Este sector necesita una mejor organización, para que los beneficios recaigan en los pescadores que trabajamos en un sector alimentario, saludable para la población”, insiste Rayco. “Como sigan asfixiando al marinero estoy convencido de que va a desaparecer el sector pesquero en Canarias”, añade el armador sureño.
Además, resalta que “se trabajan muchas horas gratis”. La noche anterior a ser entrevistado por Diario de Fuerteventura habían ido a coger carnada. “Cogemos cebo vivo o muerto y practicamos una pesca artesanal: una caña con un anzuelo para cada bonito y en la pesca de fondo ponemos tres anzuelos”.
Rayco Ojeda se queja de que reciben 1,4 euros por un kilo de bonito que se vende al final a 13
También hay momentos gratificantes: “Este año, en mi barco cogimos un atún rojo de 300 kilos, todo un logro porque somos un barco muy pequeño”, describe este armador, que pese a todo invierte en el futuro y prepara la compra de una embarcación nueva y mayor en un astillero del País Vasco.
Los principales problemas para los armadores canarios están relacionados con la imposición de cuotas, la falta de relevo generacional, los gastos de salarios y seguros, los impuestos y las inspecciones anuales para los barcos profesionales.
“La situación es muy preocupante, porque para contratar a un joven tiene que estar titulado como marinero pescador y necesita dos años de formación”, señala. “Además, urge la retirada de cuotas, mejorar los precios y acabar con el furtivismo con una mayor vigilancia y sanciones a los que no respetan la normativa”, insiste Rayco.
Historia viva
La historia de la Cofradía de Pescadores de Morro Jable y las dificultades de la pesca las conoce bien uno de sus fundadores, Lorenzo Roger, marinero de 87 años de edad. Este año fue el pregonero de las fiestas del Carmen de la localidad sureña. Lorenzo recordó los años 60 y 70 del pasado siglo, cuando faenaban hasta 80 barcos en Morro Jable “si los tiempos estaban buenos”.
“De forma voluntaria participé en las reuniones con los responsables de pesca de Canarias y trabajé para crear nuestra propia cofradía de pescadores, con el fin de unir a todos los profesionales de la Isla y defender nuestra pesca tradicional, sin el uso de nasas agresivas, para mantener la riqueza marina de nuestro territorio”, recuerda Roger.
De este modo, en el año 1969 consiguieron constituir la Cofradía de Pescadores de Morro Jable, aunque llevaban varios años con ese objetivo. “Hicimos historia porque creamos la primera cofradía gracias a la unión de los marineros y, en aquellos tiempos ya venían pescadores de El Cotillo y Gran Tarajal a pescar a Morro Jable por la abundancia de pescado que se registraba en nuestras aguas”, rememora Lorenzo.
El marinero demostró un gran empuje. Llegaba de la mar y se subía al barco de línea para trasladarse a reuniones a Gran Canaria con el representante de pesca de Canarias de aquel entonces, Hilario Estévez, para exigir la retirada de las nasas, palangres y otras artes de arrastre.
“Al principio no había unión entre todos los marineros de la Isla porque algunos querían usar nasas, palangres y artes de arrastre, otros en cambio apostaban por la pesca artesanal. Fueron años de muchos debates y reuniones para conseguir un objetivo común: obtener más beneficios, proteger nuestros pesqueros, retirar artes agresivas y pensar en el futuro. También pedíamos sanciones y más vigilancia a los barcos que venían de fuera a nuestros caladeros sin respetar las normas, ni limitaciones”, detalla Lorenzo.
También recuerda con lucidez las primeras elecciones en 1980 para elegir de forma democrática al primer patrón mayor de Morro Jable, en las que fue designado el propio Lorenzo. “Siempre tuvimos a personas muy capacitadas para hacer los libros de cuentas y dejar por escrito el trabajo de constitución de la cofradía”.
Al principio, colaboró un maestro del colegio para crear los libros fundacionales, luego el médico Carlos González Cuevas, y secretarios para escribir las actas y que hubiera archivo de la historia de la cofradía de Morro Jable. “Sin embargo, me dijeron que los primeros libros se perdieron con el paso de los años, aunque los datos de cuentas y capturas se mandaban al Gobierno de Canarias para dejar constancia de nuestra actividad marinera en Morro Jable, ya que la cofradía comercializaba con el pescado por cuenta propia y luchamos para obtener beneficios para los marineros profesionales de la Isla”, apunta.
Después de la de Morro Jable, que abrió el camino, se crearon las cofradías de Gran Tarajal y de Corralejo. Lorenzo Roger todavía conserva su viejo barco en el muelle de Morro Jable. “En aquellos tiempos los barcos se fabricaban en un astillero de El Cotillo, con un trabajo artesanal, y los marineros compraban sus embarcaciones en Fuerteventura”.
“Muchos jóvenes que procedían de familias marineras salieron a trabajar fuera. En mi caso estuve embarcado con 23 años en una empresa de Bélgica y navegué por medio mundo, eso era bastante habitual porque en Fuerteventura la pesca era muy artesanal, se reducía a pescado blanco y se dependía del tiempo, se ganaba muy poco dinero y se pasaban muchas penurias, y poco a poco fuimos ampliando y mejorando”, confiesa Roger.
Muchos marineros se embarcaban fuera, ahorraban para comprar su propio barco y convertirse en un armador profesional en Fuerteventura. “En Morro Jable formé mi familia, fui muy feliz, y ahora me alegro de que la cofradía siga en activo, cada vez más consolidada, con buenos profesionales que mantienen la pesca artesanal”, concluye el fundador. Eso sí, no se olvida del espíritu reivindicativo: insta a los profesionales a que luchen para conseguir sus objetivos, mejorar sus beneficios y dignificar su profesión, esencial y necesaria para el futuro.
Comentarios
1 Marinero Mié, 16/08/2023 - 08:26
2 Taburiente Mié, 16/08/2023 - 10:11
3 Morro jable Mar, 22/08/2023 - 16:00
4 Hiesmo Jue, 24/08/2023 - 09:05
5 Mascona Jue, 24/08/2023 - 15:57
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