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Pelotamano, un deporte sin árbitro y con referencias del siglo XVI

En la actualidad solo se practica en la isla de Lanzarote

Diario de Fuerteventura 2 COMENTARIOS 16/05/2024 - 20:06

La pelotamano es un juego difundido de las culturas europeas, que entró a Canarias de la mano de los primeros pobladores normandos o a través de la llegada de los españoles; lo que implica que se asentó en las Islas a partir de los siglos XV y XVI. La primera noticia sobre la práctica del juego de la pelota en Canarias data de 1616, y hace mención a la venta de unas casas en Teguise (Lanzarote) pertenecientes al juego de la pelota (Hernández Auta, 1989): “(…) son unas caxas baxas terreras dellas cubiertas y otras disqubiertas con todos los solares y lo demás a ellas anezas y pertenecientes que son en esta billa al juego de la pelota (...) que lindan por una parte con casas de los erederos de Luis De león potrolado con el callejón que ha al corral del pueblo y por delante con la calle real del juego de la pelota)” (Protocolos de Lanzarote). En la isla de Fuerteventura, Ramón Fernández Castañeyra menciona el juego un poco anterior a 1887: “En la plaza los días de fiesta, luchas y juegos de pelota y pina”. (Fernández Castañeyra. Manuscritos. Archivo Histórico de Fuerteventura).

Tradicionalmente se jugaba en el tiempo libre, tras la salida de la misa dominical y en las fiestas de los pueblos. En la actualidad, se juega de forma ocasional y como ocupación del tiempo libre.

La pelotamano es un juego deportivo tradicional de cooperación-oposición practicado actualmente en la isla de Lanzarote, donde ha conservado las antiguas formas de los juegos de pelota, y del que se tienen referencias en otras islas como Fuerteventura, La Palma, Gran Canaria y, en menor grado, Tenerife.

En esta actividad participan dos equipos de cinco jugadores cada uno, aunque, de forma menos habitual, pueden estar constituidos por cuatro o seis jugadores, y en un espacio de tierra que tiene unas dimensiones de ocho o nueve pasos de ancho y 60-70 pasos de largo.

Sólo se marcan las líneas laterales y, en sus extremos, se colocan unas piedras pequeñas denominadas cabos de bote. En la zona media, 30-35 pasos, se señala una línea que es la denominada raya de faltas. En ésta se coloca la piedra de falta que sirve de referencia al jugador que realiza el saque y es donde se lleva la cuenta del tanteo.

Los jugadores reciben distintas denominaciones según la zona que ocupen dentro del espacio de juego. En primer lugar, se encuentra el botador que es el encargado de sacar o botar la pelota. También están los jugadores de vuelta, que son los que estratégicamente intentan ganar el espacio al equipo contrario y por tanto suelen ser los que más adelantados. Además, está el jugador de tercio, ubicado tras los jugadores de vuelta y por último el jugador de salto que se ubica al fondo del terreno propio.

Una particularidad en el uso del espacio es que sólo en el momento del saque están obligados los jugadores a situarse detrás de la raya de faltas; a partir de ese momento el espacio pasa a ser común y de uso compartido por los dos equipos.

El juego consiste, a grandes rasgos, en intentar devolver una pelota maciza de cuero, de pequeño tamaño y escaso bote, que es lanzada por el equipo contrario, antes de que dé dos botes en el suelo, golpeándola con la palma de la mano o, en su caso, en pararla con la mano o el pie para que no siga su curso.

Pelota

La pelota, de elaboración artesanal, tiene un diámetro de 45 a 47 milímetros y pesa alrededor de 50 gramos. Está compuesta de un núcleo de tiras de goma recubierto de hilo de lana y, finalmente, forrada de dos piezas de cordobán (cuero de cabra curtido).

Un elemento característico del juego es el bote, especie de banqueta o atril construido de madera, con tres o cuatro patas, que consta de una parte fija con un eje vertical que permite la opción de regulación de la altura y, en la parte superior de este eje, va colocada una loseta de barro de unos 20 cm. de lado cuya inclinación puede ser regulada a voluntad. Sobre esta loseta se lanza la pelota haciéndola rebotar, antes del golpe de saque, con la misma mano con la que será puesta en juego. El bote se coloca en la dirección contraria a la del viento.

Las faltas y las rayas, así como la forma de ganar estas últimas, son fundamentales en el desarrollo del juego. Las faltas son infracciones a las normas del juego. Entre las más comunes del botador se encuentran que la pelota no supere la raya de faltas en el momento del saque, que se envíe la pelota directamente fuera del campo de juego o que la pelota golpee el bote y luego no se contacte con ella para enviarla al campo contrario.

Las faltas cometidas por el resto de los jugadores pueden ser desde que coja la pelota con la mano al primer bote, así como que la pelota, al ser golpeada, salga de la mano de forma defectuosa o con un sonido extraño. También, otra posible falta, es cuando la pelota sea enviada directamente fuera de los límites del campo o que pase por detrás del último jugador, ya se de buena o arrastrándose. También es falta si la pelota es tocada por un jugador del mismo equipo que acaba de golpearla o si la pelota da su primer bote sobre la rata lateral. Por último, es falta si se intenta dar a la pelota de aire y se falla, si un jugador no la golpea antes del segundo bote. La realización de una falta supone punto directo para el otro equipo, por ejemplo, 15-0.

Tanteo

El tanteo se contabiliza por chicos y pajeros. La cuenta parcial se lleva de forma similar al tenis: 15, 30, 40, y 50 o chico, obteniendo un chico aquel equipo que pasa de 40 teniendo una diferencia de dos. Cinco chicos hacen un pajero. Existe la particularidad de que, si un equipo consigue un chico y el otro tiene varios obtenidos con anterioridad, no se contabiliza ese chico, sino que se le resta uno al equipo perdedor. Esto supone que, siempre, al menos uno de los dos equipos debe tener cero chicos en su marcador. Los chicos se anotan en la piedra de la falta, dibujando una pequeña rayita que sale de ella. Cuando se acumulen cinco chicos, se borran y traza un círculo alrededor de la piedra que representa un pajero.

El pajero, respecto a otro pajero, también se rige por esta misma norma anterior; “chico borra chico, pajero borra pajero”. Las rayas se marcan con dedo en la tierra, paralelas a la raya de falta y en la zona media del espacio de juego, a la altura en la que la pelota es detenida por uno de los jugadores después del segundo bote o se detiene por sí misma, o en el punto en el que ha salido por uno de los laterales, si previamente ha dado al menos un bote dentro del campo. Si se acumulan dos rayas o hay una raya y alguno de los dos equipos tiene 40 en su marcador, los equipos intercambian sus posiciones en el campo, pasando a sacar el equipo que esta al “resto”, y se juega/n la/s raya/s por el orden en el que fueron realizadas.

Un equipo gana la raya si consigue detener la pelota o que salga del campo por un lateral, previo bote dentro de él, por delante (respecto a su posición en el campo) de la raya, es decir, gana la raya aquel equipo que tenga la raya entre él la pelota. Cuando se juega la raya, debe terminar forzosamente en tanto, y no puede generar una nueva raya. Su valor es igual al de las faltas.

Las características del juego y la complejidad de muchas de sus acciones o situaciones obligan a tener que practicar la pelotamano de forma activa para poder entender perfectamente su desarrollo.

Algunas particularidades de este juego son que no existe la figura del árbitro, los propios jugadores resuelven los posibles conflictos y llevan la cuenta de los tantos, y que tampoco existe un tiempo límite de juego, sino que éste continúa mientras haya luz solar.

Actualmente, el juego de pelotamano está próximo a su desaparición como práctica habitual ya que el número de practicantes es mínimo y se practica muy esporádicamente. Es necesaria una rápida intervención para rescatar este juego tradicional.

El Programa “No Olvides Lo Nuestro” del Cabildo de Fuerteventura tiene entre sus objetivos principales la recuperación de esta práctica en nuestra Isla, difundiéndola por centros de enseñanza y realizando muestras, talleres y exibiciones que motiven a su práctica.

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