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Peligro, estafa informática: el acusado era víctima

Una filial del Santander abrió a su nombre una cuenta, utilizada para engañar al cliente de una empresa de electricidad

M. Riveiro 1 COMENTARIOS 09/09/2024 - 19:22

La situación es rocambolesca, a la par que injusta. Un vecino de Fuerteventura ha sufrido en primera persona una acusación por un supuesto delito informático, que le ha hecho pasar por el banquillo, cuando en realidad era un perjudicado. Se le acusaba de haberse beneficiado de una estafa y la Fiscalía le solicitaba dos años de prisión y una responsabilidad civil superior a los 1.500 euros.

El ciudadano residente en la Isla ha resultado absuelto y la sentencia del caso pone el foco en las debilidades de una sociedad digital en la que fallan los controles para evitar que los cibercriminales campen a sus anchas y conviertan a ciudadanos anónimos en presuntos delincuentes y, en última instancia, en víctimas.

Los hechos sucedieron a más de 1.600 kilómetros de Fuerteventura, en Vigo. Una persona desconocida hackeó el correo electrónico de Alberto (nombre ficticio), entre el 21 y el 30 de diciembre de 2021, modificando una factura por importe de 1.536 euros que le había remitido una empresa por trabajos de electricidad que le había realizado.

El Juzgado cuestiona que sea “práctica habitual” la posibilidad de abrir cuentas en bancos virtuales” con solo “una copia informática del DNI y un número de teléfono”

El hacker accedió a la cuenta de correo electrónico y al mensaje de la empresa de electricidad, cambiando en la factura enviada el correo del remitente. La variación fue sutil: el correo pasó de tener una extensión de Outlook a otra de Hotmail. En ambos casos se trata de servicios del gigante de la informática Microsoft. Para el cliente que recibe la factura, el cambio era prácticamente imposible de detectar.

El otro cambio en la factura también era difícil de reconocer para cualquier usuario de la empresa eléctrica: quien efectuó la estafa cibernética modificó en el documento original el número de la cuenta corriente en la que se debía efectuar el pago.

¿Por qué resultó acusado el majorero? La cuenta en Openbank, una filial del Santander, en la que se recibió el dinero, estaba a su nombre. Su defensa, ejercida por el abogado Juan Manuel Verdugo, alegó que no tenía nada que ver con esa cuenta, que no era de su titularidad, que los datos con los que se abrió eran erróneos y que tampoco tenía relación con el teléfono que aparecía vinculado en el banco.

La política de las entidades bancarias “dificulta enormemente el seguimiento del dinero en los casos de estafas informáticas”, alerta la sentencia

El Juzgado de lo Penal número uno de Vigo falló a su favor. La sentencia encierra un mensaje de alerta: “Como viene siendo una práctica habitual, la posibilidad de abrir cuentas en bancos virtuales en los que sólo es preciso tener una copia informática del DNI y un número de teléfono, dificulta enormemente el seguimiento del dinero en los casos de estafas informáticas”. Basta una imagen del DNI de una persona para abrir una cuenta a su nombre. En este caso, el afectado, que ha denunciado a su vez al banco, ni siquiera lo ha extraviado y se desconoce cómo pudo llegar a manos de los cibercriminales.

Estafas informáticas, en auge en la Isla

El año pasado, de unas 7.150 infracciones penales investigadas en Fuerteventura, unas 1.150 fueron estafas informáticas, que aumentaron un 48 por ciento. En el primer trimestre de 2024 se registraron unas 280, casi un 16 por ciento más que en el mismo periodo de 2023.

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