Estos problemas no existían, nunca, nunca, en los tiempos que conocí de chiquillo: finales de los cincuenta, comienzo de los sesenta: sólo uno o dos coches... algún día... otros, ninguno...circulaban por la terrible pista de tierra que llegaba a Morro, "asfaltada" de "permanente", baches, piedras... que "desarmaban" a coches y pasajeros. Ése era el estado en que se encontraba cualquiera al acercarse a la "capital" de Jandía, después de haberse molido , empolvado, mareado... en el lago, interminable trayecto desde la "portaa", en Matas Blancas, zigzagueando por barrancos, montañas y JABLES, unas veces acercándose a las costas de Barlovento y otras a las de Sotavento. Y siempre, en el jable, con la amenaza de "enterrarse" el coche en las arenas, en medio de un paisaje desolado, con pocas posibilidades de pasar otro automóvil que prestara auxilio, y ninguna de comunicarse para pedir auxilio...estos problemas no existían, nunca, nunca, en los tiempos que conocí de chiquillo: finales de los cincuenta, comienzo de los sesenta: sólo uno o dos coches... algún día... otros, ninguno...circulaban por la terrible pista de tierra que llegaba a - o salía de - Morro: "asfaltada" de "permanente", baches, piedras... que "desarmaban" a coches y pasajeros. Ése era el estado en que se encontraba cualquiera al acercarse a la "capital" de Jandía, después de haberse molido , empolvado, mareado... en el lago, interminable trayecto desde la "portaa", en Matas Blancas, zigzagueando por barrancos, montañas y JABLES, unas veces acercándose a las costas de Barlovento y otras a las de Sotavento. Y siempre, en el jable, con la amenaza de "enterrarse" el coche en las arenas, en medio de un paisaje desolado, con pocas posibilidades de pasar otro automóvil que prestara auxilio, y ninguna de comunicarse para pedir auxilio... Eso sí: era muy ameno de ver las interminables manadas de cabras, camellos, burros... pululando por todos lados, ¡ y huyendo del ruido de la cosa extraña que veían acercarse! Otra cosa maravillosa y que nunca olvidaré, es la visión extraordinaria de las SOLITARIAS playas, salinas, lagunas, matas... de la costa de Solana Matorral, donde entonces no existía ninguna otra construcción destacada que el torreón del sifón para elevar el agua de mar (desde un pozo, extraída con un molino...) a las gavias de salmuera. (Aún existe el torreón y, casi, semi enterrado, el pozo).