Mestura Puerto: cómo hacer una ciudad con alma de barrio
La capital majorera está embarcada en un proyecto de participación ciudadana que persigue la mejora del espacio público de la ciudad, aunque no de las infraestructuras, sino de aspectos como la cohesión social, el tejido asociativo o la relación entre los vecinos.
El Ayuntamiento auspicia, así, la iniciativa Mestura Puerto, coordinada por el estudio de arquitectura Fasebase y que acaba de terminar su primera fase de diagnóstico, en la que han participado varias personas procedentes del ámbito público, empresarial, cultural, vecinal o académico.
Puerto del Rosario parte con claras fortalezas en el proyecto Mestura Puerto, de la Concejalía de Participación Ciudadana y Desarrollo Local, y que coordinan los arquitectos Bentejuí Hernández y Artemi Hernández, del estudio Fasebase. Para empezar es, junto a Gran Tarajal (Tuineje) el núcleo poblacional más activo y con mayor tejido asociativo de la Isla y cuenta, además, con infraestructuras propias de una ciudad de 100.000 habitantes, a pesar de contar con un tercio de esta población.
Mestura es un proyecto inspirado en la red internacional Civic Wise que promueve el empoderamiento ciudadano, a través de acciones concretas basadas en la inteligencia colectiva, la innovación cívica y el diseño abierto.
El coordinador de la iniciativa, el arquitecto Bentejuí Hernández, del estudio Fasebase, explica que en esta primera fase, que comenzó a principios de septiembre y se desarrolló durante ese mes, se ha realizado un diagnóstico intensivo previo, “principalmente centrado en el espacio público, entendido como foro de relación personal, y no tanto como conjunto de infraestructuras”. Las herramientas utilizadas fueron talleres, mesas sectoriales y entrevistas directas a once ciudadanos de distintos ámbitos “desde políticos a profesionales o técnicos, pero siempre bajo un prisma personal y no en su dimensión representativa”, subraya.
Los temas sobre los que se ha indagado, bajo conceptos bautizados como ‘percepción inicial’ e ‘imaginario’, son ecología, sanidad, cultura, deportes, infancia y juventud, movilidad o bienestar social. “Recogemos solo percepciones, por ejemplo, hay quien cree que el parque infantil perfectamente dotado del barrio no tiene uso”, explica Hernández que, sin embargo, insiste en aclarar que el diagnóstico no se centra en las infraestructuras y que el fin último es pulsar el tejido ciudadano y asociativo con el que cuenta la ciudad.
Entre las cuestiones más mencionadas por los participantes en las mesas y entrevistas, se encuentra la preocupación por la movilidad y la accesibilidad, “que se perciben como claramente mejorables, no ya a escala barrio o ciudad, sino a nivel del municipio de Puerto del Rosario, e incluso insular”, asegura el coordinador de Mestura. También se ha detectado la falta de una comunicación eficaz de las actividades y programas que se llevan a cabo “que son muchos, realizados tanto por administraciones como asociaciones, clubes y otros colectivos y que, sin embargo, no llegan a la población por lo disperso de los canales de comunicación”, aduce Hernández.
El objeto de Mestura es crear una plataforma de participación y cooperación que incluya y conecte a personas, iniciativas y recursos “para poder desarrollar economía o cultura como comunidad”. Es decir, se pretende dar un paso más allá de la programación pública, contando con el tejido social, empresarial y otros agentes del territorio. Para ello, el proyecto habla de Puerto del Rosario como una ‘ciudad-barrio’, que tiene la oportunidad de recoger los beneficios de ambos conceptos.
Así, cuenta con potentes dotaciones por ser capital de Isla “con las ventajas que ello conlleva” y una escala sociológica e incluso urbanística de pequeña ciudad: “todos se conocen y todo está conectado, lo que propicia las relaciones en el espacio público y la cohesión social”, apunta el arquitecto.
El objeto de Mestura es crear una plataforma que conecte a personas, iniciativas y recursos para desarrollar economía o cultura como comunidad
Como profesional, Bentejuí Hernández opina que también morfológicamente la capital ofrece una oportunidad de crecimiento ordenado, pausado y con criterio “porque su construcción fue tan súbita, en los últimos 50 años, que no está colmatada y existen por tanto solares y espacios libres por toda la ciudad”, dice. “Además, está el Plan General, que ordena los usos del suelo y, asimismo, hablamos de un núcleo pequeño donde intervenir, no de una urbe de ocho millones de habitantes”, asegura.
Mestura se abre a cualquier persona que quiera participar, “es una plataforma abierta y horizontal, donde tienen cabida vecinos o residentes fuera de Puerto, de cualquier disciplina profesional o perfil social”, explica Hernández.
Tras la presentación del informe del diagnóstico, se iniciará la segunda fase del proyecto, hasta principios de 2018, donde se verán los prototipos de actuación sugeridos, “que puedan entrar en el contexto de Mestura”. Con el asesoramiento de los coordinadores, se creará una metodología para su implantación.
La primera actuación prevista es una acción en la Gavia de Los Hormiga en el barrio de El Charco. “Allí hay una plaza que no funciona como punto de relación vecinal”, explica Hernández. La idea de intervenir en esta zona parte de la iniciativa huertos urbanos y Avanfuer. “Hay posibilidades de reactivar la plaza, ya que hay elementos sociales muy interesantes, como la cercanía de una guardería, o el buen estado de la plaza”, dice.
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