DEPORTES

Manuel Anxo, lanzador de disco en el exilio

El tuinejero, residente en Madrid, buscará ser campeón sub-23 de España y competirá contra los mejores atletas

Rubén Montelongo 1 COMENTARIOS 24/03/2022 - 07:36

Manuel Anxo Simón Alonso (Gran Tarajal, 2001) comenzó en atletismo por descarte y desde que empezó, allá por 2014, no le ha ido nada mal. Sexto de Europa en categoría sub-18, bronce en el campeonato de España sub-20 y, este mismo año, aún siendo sub-23, ha logrado lanzar más lejos que nunca el disco, hasta los 53,54 metros. Un lanzamiento que consigue, por cierto, tras recuperarse de una lesión de rodilla que le obligó a pasar por quirófano el pasado mes de abril.

Pero todo tiene un inicio y en el caso de Anxo está ligado al fútbol. Comenzó con tres años a correr detrás de la pelota con sus amigos en Gran Tarajal hasta que llegó a infantil de segundo año donde su vida deportiva dio un vuelco. “Haciendo la pretemporada, en agosto de 2014, no aguantaba, no tenía rendimiento físico y me querían mandar con el equipo B”, recuerda.

Esto significaba separarse de sus amigos, por lo que perdió interés en el deporte del balón y, motivado por un monitor de piragüismo y atletismo que lo vio aquel verano y gracias al empuje de su padre, dio el salto al atletismo, al histórico club de Playas de Jandía. Al principio probó de todo: “Todas las modalidades del atletismo menos la marcha y el fondo porque cuando me apunté estaba bastante gordito, pero yo probé de todo”.

Anxo, desde que era pequeño, tenía una fuerza para tirar piedras “impresionante” y ya con 11 o 12 años lograba lanzar más lejos que su padre cuando iban a la playa. “Por eso el énfasis de mi padre en que me apuntara a lanzamiento”, cuenta el atleta.

Y así lo hizo, poco a poco se fue decantando por los lanzamientos y, fruto de la escasa cantidad de entrenadores, aprendió las disciplinas de peso y disco pues eran “las más rápidas de aprender”. La falta de especialización llevó al joven Anxo a aprender de manera autodidacta, viendo vídeos en YouTube y entrenando por su cuenta durante dos años, desde 2015 a 2017.

“Empecé a cambiar gracias a Elías y a Naira, que son entrenadores de Fuerteventura y también a Ramón, presidente de la Federación de Atletismo de Fuerteventura. Me vieron en 2017 compitiendo y me empezaron a entrenar. A ellos les debo el cambio físico y técnico”, relata el discóbolo.

Y llegaron las marcas. En 2018, Anxo lanzó el disco -de 1,5 kilos- hasta los 58,30 metros, convirtiéndose, en aquel entonces, en la segunda mejor marca de todos los tiempos en España en esa categoría y lo que le reportó una plaza en el Campeonato de Europa sub-18 celebrado en Hungría ese mismo verano donde finalizó en sexta posición.

Hasta Hungría le acompañaron tanto sus entrenadores como el presidente de la Federación en lo que el atleta define como “la mejor experiencia de mi vida”. “Hasta que no compites en un campeonato de ese nivel no piensas en poder llegar ahí o por lo menos yo no lo pensaba, vamos, ni de broma”, recalca.

En 2019, un nuevo cambio llegó para Anxo, cuando abandonó el Playas de Jandía para incorporarse a la disciplina en el CD UAVA de Gran Canaria. Allí comenzó a entrenarle José Francisco Ríos quien, en la actualidad y desde la distancia, es, junto con Jorge Grass, quien conforma el cuerpo técnico que prepara al joven majorero.

Estudios y deporte

Pese a competir a gran nivel en España, Anxo tiene claro que los estudios son lo primero. En 2019 empezó a estudiar fisioterapia en Gran Canaria y, desde septiembre de 2020, se mudó a Madrid para seguir con el grado y la competición.

La falta de entrenadores en la Isla llevó a Anxo a realizar peso y disco

“Si algo he sabido siempre, gracias a mis padres, es que primero son los estudios y después el lanzamiento, el deporte. Yo tengo claro que de esto no se vive, aunque seas el número uno del mundo y ser el mejor de un deporte es muy difícil”, aclara.

Actualmente, entrena en Majadahonda (Madrid), donde el pasado mes de febrero salían a la luz las polémicas palabras del concejal con respecto a los canarios que usaban las instalaciones municipales. Más allá de los conflictos, Anxo no lo ha tenido fácil pues, tras varios meses en la capital, tuvo que pasar por quirófano en abril de 2021 para someterse a una intervención en su menisco.

Si bien cualquier persona podría haberse visto afectada, el majorero le buscó el lado positivo y aprovechó los primeros meses tras la operación y estudió “como si no hubiera un mañana” para los exámenes finales de la universidad y aprovechó los meses de verano para la recuperación.

Primero, la calidad

Su pretemporada comenzó en septiembre con un cambio importante en su manera de prepararse. Tras la operación, Anxo prepara sus entrenamientos de manera concienzuda, buscando “sensaciones” y priorizando la “calidad” del entrenamiento a “la cantidad”.

Este mismo año logró su mejor marca absoluta enviando el disco de categoría absoluta -2 kilos- hasta los 53,54 metros que, pese a no darle la mínima para el campeonato de Europa sub23 de este mes de marzo, le sitúa con la mejor marca nacional de su categoría y le podría servir para representar a España en cualquier encuentro internacional para su edad que se dispute. Poco después, el pasado mes de febrero, finalizó, por primera vez en su carrera, el sexto de España en categoría absoluta.

Ahora mismo el discóbolo del sur de Fuerteventura y de origen gallego está preparándose para la División de Honor de Atletismo, la máxima liga nacional de este deporte, y lo hará bajo el escudo de la Sociedad Gimnástica Pontevedra. La liga se divide en tres jornadas y la primera tendrá lugar el 30 de abril. Se enfrentará a lanzadores, tanto en peso como en disco, del FC Barcelona, la Real Sociedad y el Tenerife CajaCanarias, entre otros.

Esto no queda aquí, Anxo tiene entre ceja y ceja mejorar su resultado en un campeonato de España. Su mayor logro hasta ahora es un tercer puesto y este año, en el que el también canario y una de las mayores promesas del disco, Yasiel Sotero, no participa tras haberse sometido a una operación, el majorero buscará colgarse la medalla de oro o de plata. “Con quedar por arriba del bronce, estaría contento”, señala.

El sueño del lanzador de Tuineje es volver a ser internacional, ponerse la equipación de la selección española de atletismo y, por qué no, romper la barrera de los 60 metros, esa cifra que los discóbolos se marcan para cuando sean “mayores” pero el propio Anxo admite que “para eso quedan muchas papas por comer”.

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