La huerta de Ángel, un bosque comestible
La agroecología permite recuperar terrenos yermos para convertirlos en fértiles con hasta un 60% menos de riego
Convertir terrenos yermos en fértiles para cultivar productos ecológicos y con técnicas que minimicen el consumo de agua es uno de los objetivos de la agroecología, cuyos primeros ejemplos se pueden ver en proyectos como La huerta de Ángel, desarrollada por el joven majorero Ángel Borrero Sosa en su finca de Tefía en lo que ha dado en llamar un “bosque comestible”.
Con esta iniciativa, Ángel ha demostrado, en tan solo un año, que los áridos suelos majoreros pueden producir frutos saludables con un estimado 60 por ciento en ahorro de consumo de agua.
El proyecto se rige por los principios de la agroecología en la que se están empleando técnicas de permacultura y la recuperación de suelos, siguiendo las enseñanzas del experto en agroecología, regeneración de paisajes agrícolas desérticos, Georg Friedrich Horn, firme defensor de una idea: “El desierto se puede cambiar y convertirse en un paisaje fértil, la base de nuestras futuras generaciones”.
Rico (diminutivo de Federico) como se le conoce en Fuerteventura, trabaja en el desarrollo de distintos proyectos que permitan dotar de mayor fertilidad a terrenos áridos, retener el agua y aprovechar al máximo los recursos disponibles para transformarlos en fertilidad.
Expone como parte fundamental de su trabajo el uso de compost, además de Material Ramal Fragmentado (MRF), biochar (carbón producido a través de un proceso de pirólisis), estiércol animal y minerales de roca y agua. Esto permite regenerar los suelos y convertirlos en una fuente de riqueza agrícola y aumentar así, además, la biodiversidad en los mismos.
Para el desarrollo de este tipo de concepto es fundamental trabajar en la retención de agua en el suelo. “Ese poco que cae en la Isla hay que retenerlo. Eso se consigue manejando materiales como el MRF”, explica el experto. Propone, para ello, reconsiderar el uso y la gestión de la biomasa y entender este concepto como una “política de consenso”.
“Es posible retener la poca agua que cae durante mucho más tiempo en los suelos de Fuerteventura a través de la regeneración del paisaje que en ello juega un papel fundamental”, señala. Rico podrá transmitir su experiencia en el campo de la agroecología una vez más en el desarrollo de una nueva formación que se impartirá en Los Llanos de la Concepción del 1 al 6 de octubre, en concreto en Las gavias de Juanita, terrenos con los que otro aventajado y comprometido alumno, Nacho González, aspira a seguir el ejemplo de La huerta de Ángel.
El objetivo de ambos proyectos es regenerar los suelos para que produzcan alimentos saludables. Así mismo, y en una visión de futuro, generar con esta actividad trabajo y una dinamización del medio rural además de incentivar el turismo en el interior de la Isla. Otro de los objetivos es compartir lo aprendido con el resto de la ciudadanía invitando a implementar este concepto en otros lugares de la Isla.
En estos proyectos se apuesta por la plantación de algunos cultivos locales, además de ser especies útiles en todo el mundo que se adaptan a estas condiciones extremas climáticas, tanto a nivel de plantas como árboles frutales.
Así, se sembrará calabacín, calabaza, cebolla, ajo, papa.. pero también ocra, ajillo chino y ajo de Ucrania, mijo, millo conejero, Canna edulis, muchas variedades de tomate, etcétera. Las verduras se producirán a lo largo de todo el año. En cuanto a los frutales se apuesta por la tunera, peral, manzano, pitango, mango, morera, higueras, pitaya o tamarindos, entre otros.
Ángel Borrero se muestra orgulloso de los frutos que está produciendo su huerta. Como abono, el joven agricultor emplea MRF y estiércol de cabra y gallina procedente de los animales de la finca familiar. Al mismo tiempo, los residuos de alimentos sirven de pienso a este ganado en una fórmula sostenible que cierra el círculo agrario.
En su perfil de Instagram, Ángel explica el proceso de transformación de unos terrenos inertes en fértiles forrando el suelo de MRF “para su protección y retención de humedad”. El siguiente paso es mojar esta capa de biomasa por encima para que se filtre el agua y “poco a poco se convierta en compost”.
Tan exitosos son los resultados que hasta su madre, educada en la agricultura tradicional, se ha convencido de las bondades de estos métodos de cultivo y ya los está aplicando en su finca.
Plantas antiplagas
El propósito último del proyecto es demostrar que protegiendo la tierra con materia de compostaje como el MRF y un cuidado acorde a sus necesidades se puede obtener la misma rentabilidad agrícola con un menor consumo de agua, superior al 60 por ciento.
“Apostar por la regeneración, de ahí el apelativo de bosque, con los nutrientes naturales que le aportamos, nada de productos químicos ni fitosanitarios. Para ello, otra de las acciones es la siembra de plantas tradicionales que previene las plagas”, añade Ángel.
“Buscamos el control de la erosión y la gestión racional del agua”
La filosofía de la agroecología se defiende en este proyecto hasta el último de sus significados. Será la propia naturaleza la que preserve los cultivos de plagas invasoras gracias a la plantación de especies como la altabaca, muy conocida en los barrancos de Fuerteventura, que atrae hacia ella misma las plagas en lo que se denomina “planta huésped”, así como romero, lavanda o ruda y otras plantas aromáticas como la albahaca, con un fuerte olor. Especies que realizan una doble función: atraer a las abejas para la polinización y disuadir a los insectos de que atacan los cultivos.
Con Las gavias de Juanita, el joven Nacho González desea seguir el ejemplo de La huerta de Ángel para sacar adelante una iniciativa de dinamización social y colectiva. La idea surgió tras la realización de un curso de agroecología con la asociación Avanfuer impartido por Georg Friedrich Horn.
“Crisis como la del Covid nos abren los ojos sobre la importancia de ser autosuficientes”, defiende este joven que trabaja en labores de mantenimiento en una hotel rural en Tefía durante el verano y que ahora se encuentra inmerso en la restauración de la vivienda de sus bisabuelos para reconvertirla en casa rural.
Tras contar ya con las oportunas licencias espera se pueda inaugurar este establecimiento en poco tiempo. Nacho no descarta ofrecer alimentos ecológicos cultivados en los terrenos de las gavias que rodean el futuro alojamiento turístico, como una forma más de turismo sostenible.
Taller formativo
Las gavias de Juanita serán sede de una nueva formación dirigida por Georg Friedrich Horn en su incansable propósito de dejar un legado de conocimiento que impulse a las nuevas generaciones a conseguir cuidar y mantener la fertilidad del suelo. “Todo un reto y a la vez imprescindible para la vida de nuestros ecosistemas que cada vez son más frágiles a los cambios provocados por el hombre y sus malas prácticas a lo largo de mucho tiempo”, según sostienen los organizadores del encuentro.
Bajo el epígrafe de Trabajo de recuperación de suelos majoreros se ofrecen una serie de actividades para conocer la agroecología y la regeneración del suelo en “un proceso de dinamización social, empoderamiento y transfer tecnológico”, comenta el grupo divulgador. “Buscamos entre otros objetivos el control de la erosión, el aumento de la fertilidad, y la gestión racional del agua”, añade.
En menos de un año, la huerta ha pasado de ser una era en Tefía a un bosque
En este punto, recuerdan los trabajos desarrollados en La huerta de Ángel o las incipientes labores de Nacho González en Las gavias de Juanita, sede del encuentro formativo. El grupo de trabajo contará con expertos procedentes de Hamburgo (Alemania). Un pequeño equipo de voluntarios con diferentes cualidades desde Andalucía y también unos cuantos quizás de Tenerife, “dispuestos a prestar un servicio social para la tierra”, apoyando esta iniciativa de reverdecer tierras majoreras.
“Es parte de nuestra visión fomentar a su vez este elemento intercultural tan útil en este trabajo”, comentan los organizadores del encuentro. Entre los formadores se encuentran Prudencio Cabrera, director técnico de Garden Center, especialista en sistemas de control integrado de plagas y sanidad forestal. Tania Azurmendi, trabajadora social que realiza las funciones de asesora, guía de apoyo y acompañamiento en procesos de transformación social y Orlando Cabrera, gerente de la planta de compostaje Compost Majorero.
Se abordarán además temas sobre fertilidad del suelo, restauración del paisaje, producción de forraje para ganado y temas sociales. Un economista y un estadista aportarán sus conocimientos y experiencia en gestión económica. El equipo procedente de Alemania estará compuesto por un físico y carpintero, una profesora de educación especial y Celine Müller-Berg, la mujer de Rico, experta en diseño, arte y naturaleza.
De especial interés para el sector ganadero es el tema de la producción de alimentos y gestión de ganado. El evento cuenta con el apoyo de la cooperativa Ventis Analytika, Garden Center Fuerteventura, Compost Majorero, Chekipa Foundation de Oasis Wildlife Fuerteventura y La huerta de Ángel.
Generar empleo
Como coordinadora de la iniciativa en la Isla, Tania Azurmendi explica que los proyectos desarrollados bajo la tutela de este grupo de agroecología liderado por el experto alemán persiguen no solo regenerar los suelos de cultivo con la producción de biomasa, sino ahondar en todos los aspectos sociales y económicos que redunden en la generación de riqueza forestal, personal y económica: “Un proyecto que genere empleo para la comunidad y que sea un ejemplo a seguir para otros lugares”. Como ya se puede comprobar en una de las primeras iniciativas puestas en práctica: La huerta de Ángel.
“En menos de un año ha pasado de ser una era en Tefía a un bosque usando las técnicas que se le han inculcado desde los talleres formativos como el que volvemos a poner en marcha ahora”, señala.
En cuanto a Las gavias de Juanita se plantea como una iniciativa ciudadana que siga los pasos de La huerta de Ángel. Con los talleres formativos este grupo de expertos persigue generar sinergias y contribuir a aumentar la participación de voluntariado y entidades para la aportación de recursos en este programa.
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