MEDIO AMBIENTE

La decadencia del pinar de Betancuria

El aspecto de este bosque, plantado hace 80 años, resulta desolador con troncos que simulan “lápices clavados al revés”

Itziar Fernández 17 COMENTARIOS 20/02/2024 - 07:06

El histórico bosque de pinos de Castillo de Lara, dentro del Parque Rural de Betancuria, agoniza. El espacio, que también es una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), muestra un aspecto desolador. Este pulmón verde majorero sufre una persistente sequía y numerosos senderistas han criticado el abandono que presenta en la actualidad. Este monte es el único de la Isla declarado de utilidad pública y las competencias sobre su gestión están delegadas al Cabildo.

El pinar se plantó hace 80 años pero ahora sus troncos parecen “lápices clavados al revés”. Durante años se invirtió en su mantenimiento, pero los planes de conservación han fracasado. La falta de agua, la escasez de lluvias, las altas temperaturas y las frecuentes calimas han afectado de forma intensa a este macizo montañoso. En las últimas décadas se han invertido abultadas partidas económicas en planes de reforestación, pero han fallado, tal vez por una mala gestión y políticas equivocadas. Sólo varios ejemplares de pino canario han sobrevivido en estas condiciones, al situarse en las vaguadas, al abrigo de las montañas y gracias a los trabajos de mantenimiento y limpieza en el merendero. Entre ellos todavía sobreviven algunas especies endémicas como joraos, cuernúas e higueras.

El biólogo y director técnico del Jardín Botánico de Fuerteventura, Stephan Sholz, explica que la mayoría de los ejemplares del pinar están muertos, tal y como se aprecia en la actualidad. “La persistente sequía, el viento y la erosión son algunas causas de su desaparición”, detalla. A pesar de ello, el pino es una especie muy resistente, algunos ejemplares se han conservado y han sobrevivido en las zonas bajas. “Considero que la solución no es la tala, sino dejarlos y si se secan definitivamente se caerán, aportando masa forestal para la zona”, propone.

A juicio de Stephan, la solución tampoco pasa por introducir acebuches o flora autóctona debido a la elevada desertización del suelo. “Puede ocurrir que llueva y veamos florecer algunos ejemplares, pero el bosque ha desaparecido”, comenta.

Por otro lado, Carla Alba Represa, técnico de Medio Ambiente ya jubilada, conoce bien el espacio y participó en diferentes actuaciones forestales en este espacio. “Trabajé durante años como técnico de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias y del Cabildo, y se destinaron fondos para el mantenimiento del pinar y alrededores, a pesar de que nunca fue un lugar idóneo para el pino porque ni el suelo, ni los factores climáticos ayudaban a su crecimiento y parecía un bosque de bonsais”, recuerda.

Los majoreros siempre han utilizado todos los mecanismos a su alcance para el mayor aprovechamiento del agua de lluvia, lo heredaron de sus antepasados, y Betancuria es un claro ejemplo, con un paisaje repleto de gavias, charcas, maretas, cadenas, norias y molinos, elementos para conseguir el aprovechamiento hídrico de la Isla. “Esta zona rural contaba con una gran actividad agrícola y ganadera, que tal vez contribuyó a la conservación del entorno ejerciendo una labor positiva en el pinar, pero su capacidad natural de regeneración era escasa”, afirma.

Sin embargo, Carla recuerda que su aspecto cambiaba en función de las lluvias. Hubo temporadas en las que un precioso manto verde cubría todas las laderas y ofrecía un aspecto floreciente mientras que en los años más secos se propuso hasta un sistema de regadío, “algo bastante absurdo teniendo en cuenta que la naturaleza no se riega”, reflexiona.

“La persistente sequía, el viento y la erosión son algunas causas de su desaparición”

“Fui testigo de que los pinos se secaban, los primeros en desaparecer fueron los carrascos. En la etapa franquista pensaban que para crear una zona verde había que poner árboles, pero en Fuerteventura la vegetación más abundante es de pequeño tamaño: matorrales, tabaibas, acebuches, especies propias de las zonas áridas, pero se empeñaron en pinos”, subraya.

Según diferentes expertos, los pinos de Castillo de Lara se hallan en el límite bajo de su piso climático y la persistente sequía de los últimos años los ha rematado. Los críticos creen que han faltado estrategias en silvicultura forestal y sostenibilidad. El plan era sustituir la vegetación por otra más adaptada al espacio, mientras una se fortalecía y crecía se mantenían los pinos pero no dio resultado. Sin olvidar que existen numerosas variables ambientales en pleno cambio climático.

Datos históricos

Según fuentes bibliográficas, a finales de 1935 y como consecuencia de unas lluvias abundantes, el Cabildo de Fuerteventura inicia la primera reforestación que agrupaba las fincas que había adquirido, como Castillo de Lara, Parra Medina y Los Charcos. En ese tiempo se inició la plantación de 3.000 especies de árboles frutales y de monte para repartirlos por los pueblos de la Isla.

En 1941 se acometió el proyecto para salvaguardar el suelo de su degradación. Llegaron 6.000 pinos, canario y carrasco, desde el distrito de Gran Canaria, dentro de un Plan denominado Reforestación de Betancuria, redactado por el ingeniero de minas Miguel Morales, con el objetivo de crear una guardería forestal en Castillo de Lara y con la idea de que al plantar en las cimas de Fuerteventura se frenaría la degradación del suelo, ocasionada por las fuertes escorrentías por lluvias y que los embalses serían capaces de retener mayor cantidad de aguas.

Incluso Gustav Winter, el empresario alemán que llegó a ser propietario de Jandía, tomó parte y quiso poblar con 100.000 pinos canarios el Pico de la Zarza, pero no lo consiguió porque tuvo problemas con los medianeros y con la voraz cabaña caprina.

“Regar el pinar es absurdo teniendo en cuenta que la naturaleza no se riega”

En el año 1950 ya se propuso la paralización del plan forestal de Betancuria porque no se habían cumplido ninguno de los objetivos propuestos. A pesar de las inversiones realizadas, como una partida de 800.000 pesetas de la época, la construcción del albergue forestal y los más de 25.000 plantones adquiridos, no se habían alcanzado los fines planteados.

No obstante, el plan siguió adelante durante ocho años. Algunos jóvenes agricultores participaron en esta plantación, y se llegaron a introducir hasta 200 pinos cada día en Betancuria. Gran parte de los taxones plantados se perdieron por la persistente sequía y el pastoreo abusivo de cabras. En décadas posteriores se siguió con la repoblación en las cumbres majoreras, pero se cambió a una masa vegetal con plantas endémicas, en microparcelas.

La última actuación tuvo lugar el año pasado, con la culminación de obras por un importe de 1,3 millones de euros para mejorar el estado del pinar, frenar la erosión del suelo y conservación del entorno natural de Castillo de Lara y Parra Medina. Las actuaciones consistieron en restaurar las cadenas de piedras, reemplazar los vallados, eliminar las especies arbóreas muertas e instalar una red de riego, junto a una segunda obra consistente en acondicionar la pista forestal para la gestión de la Finca de Castillo de Lara.

Trabajos experimentales

La Consejería de Transición Ecológica encargó en diciembre de 2020 el servicio denominado “Fomento de la economía circular en regiones áridas a través de sistemas multifuncionales de manejo del suelo: conservación de la biodiversidad, gestión de residuos, sumideros de carbono y lucha contra la desertificación”. Entre las actuaciones hay trabajos experimentales en el Pinar de Betancuria, consistentes en la implantación de una serie de parcelas donde se están testando, mediante toma de datos regulares, por parte de investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL), la bonanza de este manejo agroforestal para la restauración de hábitats en regiones áridas y semiáridas. Este programa finalizó el pasado mes de diciembre y actualmente el Servicio de Biodiversidad de la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias gestiona renovar el contrato con la ULL para dar continuidad a la toma de datos en los próximos años.

Comentarios

Tanto técnico y tanta tecnología, tantos recursos mal administrados( excepto, los que van a los bolsillos) y no son capaces de observar lo que tienen delante. Quizás ya sea tarde para ese bosque. Pero si realmente hubieran tenido un verdadero interés solo tenían que observar que según ha dejado de tener agua la presa ( por falta de limpieza y mantenimiento) el micro clima que mantenía esa zona llena de humedad, desapareció. Como el dinero que se "invirtió" en la nada.
Llevamos 10 años con un descenso brutal en la precipitación, ya escasa de por sí, en nuestra tierra majorera. Este invierno está siendo el peor desde que hay registros, tanto en calor como en calima (sequedad) y ausencia total de lluvias. El pinar sin cuidados está condenado; prácticamente ni las palmeras son capaces de soportar esto. El Cabildo debe ponerse manos a la obra para salvar los palmerales que quedan y reforestar con agua tratada y capturanieblas dondea sea posible con especies endémicas, como si es sólo tabaiba y cardones. O gestionamos bien y nos preocupamos por el territorio, o ni aulagas van a quedar.
Esto les da igual lo único que tienen de vegetación y al garete es el reflejo de la sociedad sin asociaciones de vecinos y las pocas que existen demandan solo cosas para fiestas asaderos y poco más , el egoísmo atroz
La gestion del Cabildo es nefasta en todos los sentidos......no hace falta ser un lumbreras para ver los efectos del nepostismo implantado por los nacioanlistas salvadores de Fuerteventura.
La solución creo que sería la instalación de riego por goteo con el agua depurada en Betancuria...con lo que costo crearlo... 989
Sin duda uno de los pinares más verdes de Canarias, gracias a la labor encomiable del Cabildo y Gesplan...
Aquí es donde se ve, que los políticos les da igual la isla, están centrados en gastar dinero para las cadenas hoteleras o empresas y el resto, callar la boca de algún majorero cuando grita mucho poniendo un apaño.
Comentarios 1 y 2, EXCELENTES.
Entre ellos todavía sobreviven algunas especies endémicas como joraos, cuernúas e higueras. El autor de este artículo debería repasar el concepto de "endémico" La higuera NO es endémica, es introducida por el hombre con fines agrícolas.
Entre ellos todavía sobreviven algunas especies endémicas como joraos, cuernúas e higueras. El autor de este artículo debería repasar el concepto de "endémico" La higuera NO es endémica, es introducida por el hombre con fines agrícolas.
Comentario 4, sobresaliente, es la realidad.
La presa, la presa esa es la prueba y la valla nuevita del coto de caza que han puesto en esa ladera. Esa es la prueba del nefasto cabildo que tenemos
Usando el agua que solo se pierde por una única fuga desde hace más de 2 años por la Playa del Valle, (a cambio tenemos más abajo una bella "fuente milagrosa" ;-) se podría regar medio Pinar con un sencillo riego por goteo; pero nada, la fuga sigue ahí, se debe dejar para que no salgan más fugas nuevas... un insulto a la inteligencia.
Q nos esperamos de algo q esta en el abandono?Menos técnicos y hablar con algún viejito de la zona.Te dira q debes hacer y no propuestas ingentes de dinero q se pierde por el camino. Menos subvenciones y poner a parados a trabajar.Empleo de agua reutilizada,caños,bancales para evitar la erosión. Y sobre todo controlar el ganado suelto q capa a sus anchas.Cabras con nombres y apellidos.Se hace algo?
Una decadencia de la gente tb no presionan nada no se manifiestan siempre culpando a los políticos quien los vota ? Nadie tiene critica a nada siempre balones fuera , después cuatro comentarios de tasca de bar culpando a ecologistas , aquí solo quieren subvenciones ara asfaltos y fiestas y que les subvencionen todo el agua etc
Pinos y fuerteventura no están unidos de la mano. Lo ideal sería quitar estas especies de la zona.
Los cambios que se intentan generar en esta tierra y con este clima no pueden realizarse sin un empuje artificial. Dejar que "la naturaleza haga el trabajo" estará bien cuando ya se haya desarrollado un bosque que cree de por sí un microclima. Y eso sólo se podrá hacer con el empuje humano, como ha ocurrido en los desiertos de Israel y Arabia.

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