El Gobierno de Canarias ha reconocido este martes que la quiebra del turoperador alemán FTI supone un "mazazo" para el sector, aunque ha lanzado un mensaje de tranquilidad dejando claro que esta situación "no supone para nada lo que se vivió con Thomas Cook en Canarias".

La consejera de Turismo autonómica, Jessica De León, llama a la calma después de que el turoperador alemán FTI, el tercero más grande de Europa, se declarara en quiebra.

En el caso de Canarias, el operador es el tercero para el archipiélago, representando el 3 por ciento del turismo total que reciben las islas.

La consejera canaria ha reconocido que el turoperador alemán había venido dando señales, en los últimos meses, "de esta posible situación de quiebra", tras la que podrían verse afectados unos 1.500 empleados en las islas y alrededor de una veintena de hoteles en propiedad, fundamentalmente en Gran Canaria y Tenerife.

Ahora espera que la situación de FTI sea pasajera y "no afecte de forma significativa a la temporada de invierno", ha indicado para luego anunciar que la Consejería mantendrá este miércoles un encuentro con las patronales turísticas para cuantificar "cuántos son los impagos asociados a los hoteles que trabajan con este grupo".

La responsable canaria de Turismo también ha adelantado que mañana está previsto un encuentro con los cabildos para informar de la situación que pueden atravesar las islas y poner sobre la mesa "distintas medidas con datos más certeros sobre la cuantificación por la situación de FTI en Canarias".

De León ha hablado a primera hora de este martes con la Secretaría de Estado de Turismo y está previsto hoy un nuevo encuentro, a las tres de la tarde, para analizar la situación generada tras la bancarrota del operador turístico alemán.

Desde Fuerteventura, la consejera ha lanzado un mensaje de tranquilidad para los trabajadores, la industria turística y para los clientes de FTI que hayan venido con paquetes, pues "la compañía se ha comprometido a repatriarlos".

Sin embargo, ha explicado que están pendientes de "aquellos que han comprado vuelos u hoteles sueltos sin paquetes, que son los que pueden tener mayor problema a la hora de regresar".

"Hemos mantenido contactos con Aena y la embajada alemana para que nos vayan trasladando la situación de sus conciudadanos para ir ayudándoles a salir", ha indicado para luego anunciar que quienes tienen el paquete comprado a partir del 4 de junio, no viajarán hacia Canarias.

El turoperador FTI no tiene vuelos operando, pero sí asientos contratados con distintas compañías y turoperadores por lo que la conectividad "no se verá afectada de forma directa, pero sí de forma indirecta".

La quiebra del turoperador Thomas Cook en septiembre de 2019 dejó un enorme agujero entre el empresariado canario, que tuvo que pagar las cuotas de IGIC a Hacienda de facturas que no habían cobrado del turoperador.

"De Thomas Cook aprendimos muchas cosas, entre ellas la fragilidad de una industria que se resiente cuando pasa algo en el exterior y también que los hoteleros y empresarios canarios, cuando quebraba una aerolínea, tenían que pagar IGIC de facturas que nunca iban a cobrar", ha reconocido de León.

La medida se modificó en 2022 y el reglamento se publicó el 27 de marzo por lo que "el devengo del IGIC para las facturas que están pendientes de cobro hoy es una realidad y se pueden acoger todos los hoteleros".

Es decir, "no se cobra el IGIC hasta que no cobren las facturas por parte de su deudor".

Respecto a las consecuencias que la quiebra dejará en los trabajadores del operador turístico, De León ha precisado que aún es "prematuro" dar datos pues se sigue a la espera de que la compañía aclare qué va a pasar con aquellos que tienen en propiedad.

La Dirección General de Trabajo en Canarias está ya en contacto con Madrid para, llegado el caso, iniciar la tramitación de ERES o ERTES, y de ayudas que pudieran darse como pasó cuando se produjo la bancarrota de Thomas Cook, momento en el que el Servicio Canario de Empleo habilitó ayudas para los trabajadores.