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Jorge Ávila, el majorero viral que triunfa con su humor en Canarias

Se encuentra cerrando la gira ‘Esto no estaba pensado’, con la que actuó por primera vez en Fuerteventura, y aspira a dar el salto a la Península

Rubén Montelongo 0 COMENTARIOS 09/11/2025 - 08:01

Sobre un escenario, con el micro en la mano y sacándole una risa al respetable, o en un sketch de humor con jugadores de la primera plantilla de la Unión Deportiva Las Palmas. Así es como posiblemente haya aparecido el majorero Jorge Ávila, de 31 años, en el timeline de su cuenta de TikTok o Instagram.

La viralidad, que gestiona con naturalidad y que le ha hecho crecer a pasos agigantados, lo ha llevado a realizar una gira con su show Esto no estaba pensado por islas como Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y su Fuerteventura natal. Ahora, con el fin de la gira en el horizonte, busca la mejora como cómico al tiempo que se marca metas ambiciosas que prefiere no revelar.

Aunque es natural de Gran Tarajal, el humorista reside ahora en Gran Canaria. Se fue con 18 años a estudiar Ingeniería Mecánica, pero regresó a mitad del cuarto año a la Maxorata. “Aquello no era para mí. Me volví y trabajé durante tres años”, añade Ávila. Sin embargo, se decidió por volver a la isla capitalina para terminar lo que le restaba para graduarse, pero nuevamente abandonó: “Me puse a trabajar de lo que trinqué. De fontanero, porque mi padre lo es y algo sabía, de repartidor, en las plataneras... y fue ahí cuando apareció la comedia”.

Un día, en el que Jorge se planteaba cuáles iban a ser los siguientes pasos en su vida, tomó la valiente decisión de elegir por sí mismo. “Con 27 años me dije que buscaría algo para mí y vi que había una noche de micro abierto de comedia para hacer cinco o 10 minutos en un local que se llamaba The Classroom en Las Canteras”. Jorge se subió al escenario y su primera interacción con un espectador sirvió de precedente para lo que se ha convertido en parte de su seña de identidad como humorista: el crowd work. Un estilo de contacto con el público donde la clave para Jorge está en “cómo se dicen las cosas y no en lo que se dice”.

Este movimiento, que se ha puesto de moda con cómicos como Jorge Dávila, Galder Varas o David Cepo como referentes, se basa en hacer humor mediante la interacción con el público. Un movimiento, además, que se ha hecho viral en redes y que el propio majorero reconoce que le ha venido bien.

“Trabajé de lo que trinqué. De fontanero, de repartidor, en las plataneras... y fue ahí cuando apareció la comedia”

Precisamente, ese reconocimiento gracias a las redes sociales ha logrado que el humorista canario haya crecido a pasos agigantados: “Para que te hagas una idea de cómo ha ido de rápido, antes, para poder llenar un recinto de 500 o 700 personas, tenías que trabajar durante años, crear un buen texto, crear tablas y coger experiencia. Algo lógico y normal, pero ahora es cierto que todo ese tiempo te lo saltas con las redes sociales porque, de repente, la gente acude”.

Muchas personas creen que el show de Jorge se basa únicamente en dialogar con el público, precisamente por el contenido que sube a sus redes, pero no es así. “Yo soy un 60 por ciento texto y 40 por ciento hablar con la gente, porque creo que eso ayuda a oxigenar mucho el texto. Por ejemplo, si hablo del amor, enlazo el tema y hago varias preguntas a una persona”, explica.

Una interacción que, al darse en lugar y momento determinados, se convierte en algo “único” y que no se va a repetir y, por tanto, aprovecha para subir a sus redes sin desvelar el espectáculo. Algún humorista ha criticado el crowd work, aunque para Jorge “se trata solo de una opinión”. “Algunos”, prosigue, “creen que el teatro debería tener una mayor exigencia, pero después miras a Jorge Dávila o Galder Varas y ponen un cartel no sé dónde y se llena. La gente quiere ese tipo de show”.

Los sketches son también una de las peculiaridades de este artista. Todo surgió a modo de broma y gracias a su hermana, que le introdujo en Instagram: “Me dijo algo de una story, un vídeo que se borra en 24 horas... ¿Cómo? ¿Hacer el canelo se borra en 24 horas? ¡Me encanta!”, recuerda entre risas.

En ese momento empezó a filmar momentos de su vida cotidiana hasta que evolucionó a pequeñas escenas de humor: “Una vez voy a jugar a pádel con un colega y a la semana tenía todo el equipo de pádel. Se lo compró todo en el Decathlon y se dejó una pasta terrible. Dije, es el típico de pádel”. Sus amigos le propusieron grabarlo y así comenzó una larga lista de vídeos que son “divertidísimos” y que, además, “tienen un montón de margen”, como “el típico flipado que ha ido a correr dos días y ya se cree runner o el que ha ido a pelear un par de veces y ya se cree luchador de MMA”.

Península

Uno de los mayores retos para los humoristas canarios es dar el salto a la Península y triunfar. Jorge explica que tiene “sueños grandes”, que son “una excusa” para levantarse de la cama y, aunque cree que se trata de un tópico, opina que “si no lo conseguiste, por lo menos lo intentaste”. Una de sus aspiraciones es que su producto triunfe más allá del Archipiélago, y ya ha tenido, en el momento de esta entrevista con Diario de Fuerteventura, una experiencia en una pequeña sala de Madrid. “Un espacio para 60 personas en plena Gran Vía, la sala Soho. Está súper guapa, típico club de comedia, con sofacitos, súper bien decorado...”, explica.

Empezó a filmar momentos de su vida cotidiana hasta que evolucionó a pequeñas escenas de humor

Actuó en octubre del año pasado y volvió el mes pasado con el objetivo de exigirse a sí mismo. De hecho, en aquella primera experiencia tan solo una decena de personas le conocía. “Fui acostumbrado a Canarias y allí la gente va más tranquila”. Jorge pensaba que su show no estaba funcionando, pero los dueños de la sala le dijeron que había estado bien. “Fue una experiencia de un 5,5 o seis, pero, en aprendizaje, de matrícula de honor. Como girito final, en la tercera fila se me durmió un señor”, ríe.

Manolo Vieira es uno de los referentes de Jorge, que recuerda ver su especial cada fin de año en la Televisión Canaria. Mientras crecía, vio a otros como Kike Pérez y Omayra Cazorla, y añade a otros tres cómicos de la Península: Andreu Buenafuente y Berto Romero, de quienes reconoce seguir todo lo que hacen y, “en especial, como algo diferente”, siempre le flipó Javier Coronas. “Si observas mi show, a veces hago la broma de ser un poco cortante adrede, Coronas juega mucho a eso y me encanta”, explica.

Con su espectáculo ha estado en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y, en octubre, por primera vez en Fuerteventura, en Antigua. “Me gustaría estar en todas las Islas”, reconoce, al tiempo que destaca el cariño del público. “Los teatros, las salas y los auditorios tienen su programación y no es tan fácil conseguir un espacio de un mes a otro”, explica.

Por ello, se encuentra ya trabajando en intentar recorrer todas las Islas el año que viene. De aquí a enero, cuando termina la gira, le quedan actuaciones el 15 de noviembre en Tejina, el 21 de noviembre en Maspalomas, el 28 de noviembre en La Perdoma, el 19 de diciembre en Ingenio y, por último, el 10 de enero en Lanzarote.

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