Isabel, hija y nieta de canarios que volvieron de Venezuela: “Los retornados piden vivir dignamente y cobrar lo que es justo”
Bernardino, de 76 años, y Colinda, de 74, llegaron a España en abril del pasado año. Los dos se sumaron a los alrededor de un millar de canarios retornados en 2017
“Al Gobierno se le debería caer la cara de vergüenza por no ayudar a los canarios retornados”, insiste Isabel Rodríguez Duarte. Esta hija y nieta de canarios llegó en 2002 de Venezuela a las islas en busca de tranquilidad y nuevas oportunidades. Sus padres lo hicieron en 2017 huyendo del Gobierno de Nicolás Maduro. Ahora lucha para que sus progenitores tengan una pensión del Gobierno canario y acaben sus días de una forma digna.
Bernardino y Colinda se conocieron en Venezuela. Los dos tenían en su documentación a Canarias como lugar de nacimiento. Ella viajó con 11 años, junto a su madre y hermanas, tiempo después de que su padre, Carmelo Duarte, huyera en 1950 de La Palma tras ser sentenciado a muerte por su ideología republicana. Bernardino, con 18, emigró de La Palma a Venezuela en busca de una oportunidad laboral.
Isabel recuerda el papel de agitador cultural de su abuelo, un profesor de lengua y literatura convertido en escritor, poeta, creador de ateneos y fundador del Centro Hogar Canario de Paraguaná. Allí aún se recuerda su legado con el Premio Orden Institucional “Maestro Carmelo Duarte”, creado por el Centro hispano Paraguaná.
Antes de llegar Hugo Chávez al poder, Isabel viajó a la antigua colonia holandesa de Curazao y a la vecina Colombia. Allí “me impactó la diferencia con Venezuela con respecto a la tranquilidad y seguridad de Colombia”, asegura. Más tarde esta maestra de escuela se planteó que no quería seguir viviendo en el país bolivariano y junto a su marido y su hija, de dos años, se fueron a Tenerife en busca de “oportunidades igualatorias”.
Isabel rememora cómo el que hoy es su exmarido tenía “un permiso de reagrupación familiar por estar casado con una europea, pero cuando llegamos a Tenerife no le querían dar el Número de Identidad de Extranjeros (NIE)”. Finalmente, unos familiares le consiguieron trabajo en La Palma. Cuando llegamos allí “un policía local nos dijo que el NIE lo tenía asignado desde que pisamos Canarias. Venimos sin saber nuestros derechos, todo es tan diferente aquí y te tienes que ocupar de tantas cosas sin saber”, lamenta.
De La Palma, a La Gomera y en 2005 a Fuerteventura. Aquí Isabel y sus dos hijas han intentando salir adelante aunque ha echado en falta ayudas, salvo la del emigrante retornado que es un derecho “porque coticé en Venezuela trabajando como maestra”.
En el año 2016 Isabel recibió malas noticias desde Venezuela. Su padre había enfermado de cáncer. La situación del país no jugaba a su favor. La falta de medicamentos y el deterioro de los hospitales dificultaban poder optar a un tratamiento de radioterapia.
Bernardino, de 76 años, y Colinda, de 74, llegaron a España en abril del pasado año. Los dos se sumaron a los alrededor de un millar de canarios retornados en 2017
Isabel cuenta cómo el oncólogo le dijo a su padre: “Aunque se tenga dinero para el tratamiento, el problema es que lo haya”. Finalmente, sus hijos repartidos por Noruega, Madrid y Fuerteventura decidieron que Bernardino y Colinda regresa ran a Canarias. Después lo haría el único hijo que hasta ese momento vivía en el país latinoamericano.
Bernardino, de 76 años, y Colinda, de 74, llegaron a España en abril del pasado año. Los dos se sumaron a los alrededor de un millar de canarios retornados en 2017, según datos del partido opositor Voluntad Popular.
El matrimonio dejó atrás un país cuya realidad, recuerda Isabel, pasa por luchar para conseguir papel higiénico; superar obstáculos casi imposibles como la rotura de una rueda del coche o exponerte a un asalto de algún motorizado que termina con el robo del móvil mientras se espera en un semáforo.
Pensiones
A finales de 2015 el Gobierno de Venezuela interrumpió el pago de pensiones a los beneficiarios en el exterior. La medida afectaba a pensionistas residentes en España y a emigrantes retornados, gran parte canario-venezolanos para los que su pensión era la única fuente de ingresos. Según el coordinador de Voluntad Popular en el archipiélago, Máximo Díaz-Estébanez, de los 8.500 pensionados venezolanos que residen en España alrededor de 3.500 viven en las Islas.
“Mis padres son los dos pensionistas y cobraban la pensión en Venezuela, pero desde que salieron de allí ya no tienen derecho a ella”, explica Isabel. “Venezuela les sigue pagando la pensión, pero en una cuenta venezolana que no es canjeable aquí porque el país tiene un control de canjeo de divisas que no permite que se saque dinero de la cuenta en otro país. Además, aunque estuviera permitido, la pensión que ellos están cobrando al cambio es de un euro. Y tampoco nos serviría”, añade.
El Gobierno de Canarias anunció a principios de este año una nueva línea de ayudas de emergencia de 530 euros a los emigrantes canarios retornados que lleven dos años sin cobrar su prestación por parte del Gobierno de Maduro. Serán beneficiarios aquellos mayores de 65 años que llevan, al menos, dos años sin cobrar ingresos y que se encuentren empadronados en el Archipiélago.
Isabel explica que esta medida aún “está en pañales, nadie la está cobrando”. Además, “mis padres tienen un problema añadido y es que ni siquiera pudieron hacer el trámite en Venezuela. Cuando llegaron a Madrid fueron al consulado venezolano para solicitar ser pensionistas aquí y no les tramitaron el papel. Ellos están en un vacío”, lamenta.
También ha intentado solicitarles la pensión no contributiva, pero la respuesta, hasta ahora, es que “no tienen los requisitos como vivir diez años en España. El problema es que no se contabiliza desde que se nace”, explica. Hasta ahora, Isabel, sus dos hijas, sus padres y su hermano intentan llegar a fin de mes con el único sueldo de Isabel.
La mujer insiste en que solo intenta que sus padres vivan dignamente. “Nos han llegado a preguntar si somos españoles. Soy española y mis padres también y es un derecho. Es indignante que nos pregunten si somos españoles”. “Mi familia se fue de Canarias huyendo, ella por ser hija de republicana y él para poder comer y no porque quisieran”, agrega.
Isabel termina lamentando que haya personas retornadas que “serán desahuciadas y comiendo en comedores en Canarias porque no tienen otra opción”.
Comentarios
1 Bueno Mar, 20/03/2018 - 07:49
2 Javier Mar, 20/03/2018 - 15:20
3 Lanzaroteño ausente Mar, 20/03/2018 - 17:12
4 Lanzaroteño ausente Mar, 20/03/2018 - 17:12
5 Noseñor Mié, 21/03/2018 - 08:17
6 Venga ya Mié, 21/03/2018 - 16:45
7 Juam Orribo Vie, 23/03/2018 - 11:08
8 José P. Lun, 02/04/2018 - 12:41
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