CULTURA

Imágenes de Fuerteventura desde la bici

Francesco D’Onia ha recorrido 5.000 kilómetros en bicicleta para realizar las fotografías de la Isla que la pintora Carmen Ginés plasma en sus lienzos

Foto: Rafael Fuentes.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 26/12/2019 - 07:32

Carmen Ginés y Francesco D’Onia forman el tándem de IMaGines, con el objetivo de plasmar la Isla en originales cuadros confeccionados a mano. Él se encarga de recoger las instantáneas que más tarde ella pinta en sus lienzos de diferentes formatos que ofrecen al público a modo de elaboradas y artesanales obras artísticas.

Francesco D’Onia trabajaba para el sector del turismo y Carmen Ginés, madrileña de origen, era asesora financiera. Proceden de Roma, donde se conocieron y residían antes de recalar en Fuerteventura.

En uno de sus viajes de vacaciones, se enamoraron de la Isla. Decidieron aparcar sus profesiones para dedicarse de lleno a la fotografía y a la pintura, seducidos por los paisajes y colores de la Maxorata.

Para captar las imágenes, Francesco recorre la Isla en su bicicleta. En dos años, dice que ha recorrido ya alrededor de 5.000 kilómetros de pista. Este romano, asentado desde hace años en la Isla, asegura sentir “pasión por esta tierra”.

También es un ferviente lector de la historia de las Islas Canarias y de los obras de los primeros historiadores del Archipiélago. Con discreción, como si de una valiosa joya se tratase, muestra el último libro que ha llegado a sus manos: se trata de La Historia de Nuestra Señora de Candelaria de Fray Alonso de Espinosa, en una edición de difícil acceso, que guarda como un tesoro.

En el tiempo que lleva en Fuerteventura, ha tenido la oportunidad de leer obras de José Viera y Clavijo y se ha empapado de la vida de ilustres personajes que formaron parte de la historia de Canarias.

Francesco también aprende de la sabiduría popular. En sus itinerarios, se ayuda de una carta topográfica que las gentes del lugar, con las que se va encontrando, le ayudan a actualizar con los apelativos que en cada localidad tienen para un mismo accidente geográfico o zona.

Así, ha aprendido los distintos topónimos de los lugares que ha visitado, los oficiales y oficiosos, junto con su altitud, que no duda en emplear para ubicar las fotografías realizadas. Cuenta estas experiencias con fervor e, incluso, se ha planteado crear su particular carta topográfica digital, con todos los apelativos que le han ido transmitiendo los vecinos, acompañada de las imágenes que reflejan cada uno de los paisajes que ha conocido.

Por su parte, Carmen comenta que, aunque no ha estudiado Bellas Artes, la pintura es su “pasión”. A pesar de ser autodidacta, esta pintora demuestra en sus pequeños lienzos una pulida técnica. Dice que la pintura era lo que le permitía relajarse y desconectar de su profesión en el sector financiero, que requería una gran capacidad de concentración. 

Representaron al Ayuntamiento de La Oliva en la última feria de artesanía de Antigua y su logo, una composición del nombre de pila de la pintora, María del Carmen, y su apellido, forma ya parte del mercado de las tradiciones en la Casa del Coronel de La Oliva.

Francesco aprende de la sabiduría popular. En sus itinerarios, se ayuda de una carta topográfica que las gentes del lugar le ayudan a actualizar con los apelativos que en cada localidad tienen para un mismo accidente geográfico o zona

Allí pueden verse imágenes realizadas en las montañas de Escanfraga y La Muda, o en la Fuente de Tababaire, entre otros muchos espacios naturales donde Francesco capta curiosos baifos, que parecen posar para su cámara, y otras especies de la fauna majorera, como el cangrejo colorado encontrado en Los Molinos.

Allí tuvo la oportunidad de retratar un colorido ejemplar, especie de la que explica que no es originaria de Fuerteventura, sino de la isla de Ascensión, y que los majoreros capturan, deslumbrándola en la noche con sus linternas.

Los artistas cuentan también con un estudio propio en Tamaragua, en el que confeccionan sus cuadros. Cada uno de los elementos que los componen se realiza de manera artesanal (bastidores, marcos o montaje de los cuadros) y siempre con material adquirido en la Isla. “Todo comprado aquí”, como les gusta destacar.

Carmen señala, con orgullo, que gracias a los cuadros que ha vendido con el sello IMaGines, el paisaje majorero está repartido en más de 2.000 lugares del mundo. “Es un buen reclamo de la Isla”, comenta.

Mientras Francesco prosigue su recorrido para sumar más kilómetros de pista a su récord, Carmen continúa desarrollando su inquietud artística. Lo último, un mural en la sala infantil de la biblioteca de Corralejo. “Es un regalo para los jóvenes lectores”, dice.

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