Los últimos días de julio, el Ayuntamiento de Tuineje comenzaba unas obras de urgencia para acondicionar el recinto ferial de Gran Tarajal. Se trata simplemente de la demolición del techo y el cambio de la estructura metálica del recinto. Un informe municipal advertía de la peligrosidad de la instalación. Las obras tenían un presupuesto de unos 35.000 euros. La alcaldesa, Esther Hernández, aseguraba que esperan poder contar “con un recinto en condiciones, que pueda volver a ser un punto de encuentro cultural y social para todos, y en el cual poder celebrar y festejar todos los eventos importantes”.

Es algo provisional porque hay en camino una iniciativa muy ambiciosa que, de momento, solo es un anteproyecto. El Cabildo de Fuerteventura encargó el año pasado al estudio LPAStudio, del arquitecto Juan Palop, un diseño para ejecutar un recinto ferial con un presupuesto que superaría los tres millones de euros.

El espacio resultante no solo sería un recinto ferial para organizar eventos por parte del ayuntamiento o de otras instituciones, sino que pretende ser un “espacio público para el uso diario y espontáneo de vecinos y visitantes”, según dice la memoria del anteproyecto. Una “máquina de movilización ciudadana”.

El actual recinto ferial de Gran Tarajal está situado en primera línea de playa, en la intersección del paseo marítimo con la desembocadura del barranco. “A esta situación urbana estratégica hay que añadirle el componente ambiental de zona inundable”, señala el estudio técnico, que fija como uno de sus objetivos el de “revisar y actualizar las condiciones funcionales, materiales y de accesibilidad del recinto”.

La estrategia de intervención, en más de 4.500 metros cuadrados, incluye la apertura del espacio ferial al entorno, la corrección de la cota del auditorio al nivel de calle para hacerlo accesible y el rediseño del escenario, así como sus dependencias anexas y los quioscos que dotan de baños y cafeterías al auditorio al aire libre.

El diseño mantiene parte de la estructura: los dos cubos o torres que albergan las escaleras del escenario y los quioscos. Añade dos graderíos de piedra local en la parte baja, un revestimiento en la zona intermedia ejecutado con tierra compactada que remata con un jardín en cubierta y una pérgola de madera que aporta sombra y sustento a las plantas. Habría, en distintas zonas, pavimento con adoquines, gradas ajardinadas y una pasarela de madera.

“Este patrón se utiliza tanto para el auditorio como para los quioscos y persigue crear un paisaje urbano abstracto dominado por graderíos y pérgolas ajardinadas que transcienda el uso específico de cada edificación”, dice el anteproyecto de Palop.

Los trabajos en el escenario contemplan cubrir la zona del auditorio y las dependencias complementarias, tanto para vestuarios, zonas de control o salas de ensayo. El proyecto contempla, igualmente, entre cinco y siete quioscos para cafeterías, con sus aseos y almacenes, integrados en zonas ajardinadas. El auditorio, que estaría al aire libre, tendría una capacidad para unas 3.000 personas sentadas.

La intervención se reparte entre los 1.630 metros cuadrados del escenario, unos cien de los quioscos, 1.770 del auditorio y más de 1.100 metros de paseo, dentro del ámbito que integra el auditorio con el paseo marítimo y el paseo del frente del barranco.

Además de este espacio público, el anteproyecto incluye también una propuesta de ampliación en la parcela situada a poniente, que permitiría conectar con el parque y la estación de guaguas. En cuanto al presupuesto, de los tres millones de euros previstos, dos serían para las edificaciones y el resto para las obras de urbanización y para demoliciones y movimiento de tierras.

En caso de que se ampliara el proyecto a esas otras actuaciones, se podría extender hacia el entorno urbano del sur, en las calles Hierro, Alcalde Jaime Castillo, Avenida Paco Hierro o Plaza Terrero, con un presupuesto aproximado de 1,5 millones de euros, y al entorno norte, con otros 1,6 millones.

Estado actual del recinto ferial de Gran Tarajal. Foto: Carlos de Saá.

“Uso espontáneo”

“Este nuevo espacio debe invitar al uso espontáneo y diario de vecinos y visitantes, complementando así los eventos culturales y populares que se suceden de forma puntal a lo largo del año”, dice el anteproyecto de Palop.

Pretende ser un “espacio público para el uso diario de vecinos y visitantes”

El recinto ferial y su entorno incluiría una solución de drenaje basada en sistemas naturales de infiltración que evitase comprometer el espacio público en caso de inundación, ya que se encuentra en la desembocadura del barranco. Las graderías de piedra también están pensadas para absorber el agua.

El director del proyecto sería el arquitecto y biourbanista Juan Palop-Casado y el jefe del proyecto Alberto Toret, junto a un amplio equipo de arquitectos y otros profesionales, como paisajistas o expertos en drenaje sostenible. El anteproyecto ya está en estudio por parte tanto del Ayuntamiento de Tuineje como del propio Cabildo de Fuerteventura, que deben dar su visto bueno para la ejecución.

Infografía del anteproyecto.