EJÉRCITO

Homenaje a Eustaquio Gopar y Rafael Alonso, dos de 'los últimos de Filipinas'

Gopar pudo regresar a Fuerteventura y fue alcalde de Tuineje

Diario de Fuerteventura 0 COMENTARIOS 03/06/2019 - 07:31

El Mando de Canarias rindió homenaje este domingo en Puerto del Rosario a los majoreros Eustaquio Gopar y Rafael Alonso, dos de los "los últimos de Filipinas" coincidiendo con el 120 aniversario del asedio, conocido como el sitio de Baler, al que fue sometido el destacamento español por parte de insurrectos filipinos en 1898.

Rafael Alonso, natural de Villaverde, en La Oliva, y Eustaquio Gopar, de Tuineje, junto a dos canarios más José Hernández, de La Laguna, y Manuel Navarro, de Las Palmas de Gran Canaria, participaron en la Guerra del 98, un conflicto que dejaría a España sin sus posesiones en Cuba, Puerto Rico y Filipinas y a Estados Unidos como gran potencia mundial.

Rafael Alonso y Eustaquio Gopar se alistaron en el Batallón de Cazadores Expedicionarios Filipinas número 2, al que destinaron al pueblo de Baler, al norte de Manila.

Un total de 57 hombres del destacamento español fueron sometidos al asedio por parte de los insurrectos filipinos, en un episodio que derivó en el encierro de los soldados en la iglesia de Baler durante 337 días.

El asedio finalizó en junio de 1899. Tras el asedio, Eustaquio Gopar pudo regresar a Fuerteventura, recibir honores como uno de "los últimos de Filipinas", ser juez de paz y alcalde de Tuineje hasta que falleció, en 1963.

Rafael, en cambio, no pudo regresar a su isla natal: falleció con 21 años, después de seis meses sitiado, víctima del beriberi, una enfermedad ocasionada por la falta de vitamina B1 que aportan los vegetales y la carne, y que en zonas como Filipinas se origina debido al consumo de arroz sin cascara, donde se halla la vitamina.

Los restos de Alonso, junto al de otros soldados, se enterraron en la iglesia de Baler, hasta que en 1903 fueron exhumados y trasladados a España para ser depositados más tarde en un mausoleo en honor de los héroes de Cubas y Filipinas en el cementerio de La Almudena, en Madrid.

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