El puerto de Corralejo es el presente: el principal muelle de la red de Puertos Canarios por número de pasajeros. El de Gran Tarajal tiene más pasado, de cuando el peso económico de Fuerteventura pivotaba sobre el sector primario y las exportaciones. Para ambos, el Gobierno autonómico ha encargado proyectos de ampliación, que deberán estar culminados en los próximos meses. El siguiente paso será su tramitación ambiental.

“La solución por la que se ha optado para Corralejo”, señala el viceconsejero de Infraestructuras y Transportes del Gobierno de Canarias, el majorero Gustavo Santana, “favorece una operativa cómoda y segura”.

A falta de que se concrete el proyecto y salga a exposición pública, en principio se ha descartado la ampliación con un espigón en forma de media luna para albergar un muelle deportivo. La fórmula que se baraja consistiría en un “crecimiento hacia el norte”, aclara.

El espejo de Corralejo es el puerto de Playa Blanca, en Lanzarote, que este año culminará su ampliación tras una inversión de más de 40 millones. Al otro lado de la orilla se ha construido un nuevo dique que contará con dos atraques, de 100 y 170 metros, para barcos de pasajeros, y un tercer atraque para cruceros medianos, de unos 240 metros de eslora. Una filial de TUI ya ha mostrado su interés por atracar el próximo mes de noviembre, nada más finalizarse las obras.

Santana indica a Diario de Fuerteventura que la ampliación del muelle de Corralejo por la que apuesta el Gobierno autonómico “ocuparía un 40 por ciento menos” que en el diseño que se analizó de forma inicial, en pasadas legislaturas, “lo que supone una mejora ambiental y un menor uso de materiales”.

En una respuesta oficial al Parlamento de Canarias, la Consejería precisa que la nueva dársena comercial exterior albergaría “tres buques comerciales tipo ferry con hasta 150 metros de eslora, dejando la dársena actualmente existente para usos turísticos, deportivos, pesqueros y de buques de organismos oficiales”, como las patrulleras de la Guardia Civil.

Una vez entregado el proyecto de ampliación, “a finales” de este año, se procedería a la tramitación ambiental, para la que se estima un plazo “de 12 a 15 meses”. Primero, para obtener la declaración de impacto ambiental del Gobierno de Canarias y luego la adscripción del dominio público marítimo terrestre afectado por el Ministerio para la Transición Ecológica, “momento en el cual la obra podrá licitarse por el ente Puertos Canarios, previa aprobación de la partida presupuestaria correspondiente”.

En la práctica, la vertiente deportiva del muelle ya se está ampliando con el adjudicado aumento de pantalanes: la zona portuaria pasará de 216 puntos de atraque a 423. Las obras se contrataron en octubre y tienen un plazo de ejecución de ocho meses. Se encargaron a la empresa especializada Astilleros Amilibia Untziolak por 2,1 millones.

Nuevo muelle de Playa Blanca, 'espejo' de Corralejo.

La dársena comercial del norte albergaría tres buques de hasta 150 metros

Santana señala que buena parte de los trabajos “no son visibles”, como “la fabricación de pantalanes” para su posterior traslado a Corralejo. “El puerto tiene una elevada demanda y, de hecho, hay más de cien embarcaciones ahora mismo en lista de espera para acceder a un atraque”, recalca. Para la dársena deportiva, apunta, se continuará en principio “con la gestión directa”. Si en el futuro se cambiara de criterio, tendría que abordarse en Puertos Canarios, explica.

Sobre la posibilidad de que Corralejo se convierta en el futuro en un destino de cruceros, Santana se muestra cauto, y no solo por la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, que preocupa: “En el caso de Playa Blanca, hasta ahora lo que hay es una declaración de intenciones, que habrá que ver cómo se concreta porque el sector de los cruceros ha sufrido muchísimo”.

El viceconsejero destaca que el objetivo principal del muelle de Corralejo será “atender principalmente las conexiones regulares entre Fuerteventura y Lanzarote, que en situación normal tienen más de un millón de usuarios, muchos de ellos turistas que, en ese sentido, pueden realizar un papel equivalente al de los cruceristas, desde el punto de vista económico”, dice.

Gustavo Santana, viceconsejero de Infraestructuras.

Gran Tarajal

La ampliación del muelle de Gran Tarajal es una de las históricas reivindicaciones del municipio de Tuineje. El anhelo es que pueda convertirse también en punto de atraque de cruceros de tamaño mediano.

En diciembre de 2018 atracó el primer crucero -el Balmoral- después de cinco años sin recibir ninguno. Fue una parada puntual y no exenta de polémica: sus 218 metros de eslora dejaron pequeño el muelle y el barco tuvo que zarpar con la ayuda de un remolcador, con un día de retraso.

El viceconsejero de Infraestructuras y Transportes asegura que en breve esperan recibir el estudio de alternativas para alargar el dique actual. “No debemos olvidar que es una zona con unos condicionantes ambientales de interés que hay que tener en cuenta”, apunta Santana, quien considera que “habrá que hacer un proyecto lo más factible que se pueda, que dé solución a Gran Tarajal, pero también teniendo en cuenta esos condicionantes ambientales”.

En otra respuesta oficial al Parlamento, el ente público Puertos Canarios indicó que se espera que este próximo verano, con el estudio de alternativas sobre la mesa, se pueda iniciar la tramitación ambiental ante la comunidad autónoma. El plazo de tramitación será de unos 12 meses.