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Fuerteventura estrena un paritorio especial frente a la COVID

Los alumbramientos han aumentado en la Isla en el último año y las matronas han conseguido unas instalaciones modernas para atender sin riesgos a una madre contagiada

Paritorio COVID, en Maternidad del Hospital Virgen de la Peña. Fotos: Carlos de Saá.
Itziar Fernández 0 COMENTARIOS 22/03/2021 - 07:18

En Maternidad del Hospital General de Fuerteventura se cumple un año de la aparición de la COVID-19 y del estado de alarma con los deberes hechos. En estos doce meses de pandemia el centro hospitalario insular ha creado el primer paritorio COVID, dotado con todas las medidas de seguridad, material, equipos de aislamiento, alta tecnología y formación para que los partos sean más seguros para la madre y el bebé. Incluso, en Pediatría, se han acondicionado dos habitaciones en aislamiento para atender a madres positivas y que puedan convivir con sus bebés.

Debido a la pandemia, muchas de las mujeres embarazadas se han planteado la idea de dar luz en casa. A pesar de ese miedo, parir en un hospital sigue siendo un momento muy especial y único para los futuros progenitores.

Además, el personal sanitario nunca deja de estar activo y atento y, por ello, ha previsto nuevos protocolos para poder dar a luz de la manera más segura. Aunque la madre obtenga un resultado negativo en la prueba de PCR que se le ha hecho previamente, debe llevar mascarilla de todos modos. Lo que es obligatorio es la asistencia de una sola persona en la sala de parto y la eliminación de las visitas posteriores al alumbramiento.

“Al principio, algunas mujeres tuvieron que parir sin su pareja, pero enseguida se corrigió y se permitió la entrada” de alguno de los progenitores o de la pareja, “porque sabemos que su apoyo es fundamental para ellas en ese momento tan importante”, recalca Loli Mesa, jefa de matronas del Hospital General Virgen de la Peña, aunque después en Pediatría hay restricciones y las madres están junto a sus bebés sin familiares, por seguridad.

“Aquí los primeros días trabajábamos con la misma incertidumbre que en el resto del país, pero por suerte no nos hemos visto desbordadas como en otros hospitales”, explica, y pone como ejemplo el Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote: “Allí, ante el volumen de contagios, crearon una planta aislada para partos COVID; en nuestro caso sólo hemos efectuado reformas y mejoras”, apunta Mesa.

Las profesionales de Fuerteventura han luchado para no tener que separar a una madre contagiada de su bebé en las primeras horas de vida y que puedan estar con sus parejas. El protocolo establece que se debe aislar a la madre positiva, pero eso complica los programas de ayuda a la lactancia materna. “Cuando una madre es positiva, el bebé nace negativo, y ante el lógico temor al contagio se les ha de separar. Nosotras propusimos y conseguimos que estén juntos, aislados en una habitación, porque consideramos que, cumpliendo con todas las medidas, las madres podían y debían estar con su bebé y amamantarlo para seguir con nuestro programa de lactancia materna, porque está comprobado que es lo mejor para el recién nacido en sus primeras horas de vida”, resume Mesa.

“Hemos redactado escritos, leído informes y luchado para que se cumpla con nuestras demandas porque había que afrontar el virus con seguridad, pero sin abandonar nuestros proyectos. Son muchos los beneficios de la lactancia materna y hay que evitar separar a una madre positiva de su bebé”, insiste.

Esta unidad cuenta con un equipo de quince matronas y, en la actualidad, dispone de cuatro paritorios, a los que hay que sumar el nuevo destinado a la COVID y un quirófano para las cesáreas. Según las estadísticas, Fuerteventura registra una media de mil partos al año, y en los últimos meses se ha detectado un incremento de nacimientos de un ocho por ciento, aproximadamente.

Madres contagiadas

“En un espacio libre se ha instalado un paritorio que siempre está disponible y es exclusivo para madres positivas en coronavirus, siguiendo el protocolo de seguridad establecido”, explica la jefa de matronas. Aunque todos estén ocupados, el paritorio COVID siempre debe estar disponible para una emergencia: “En cualquier momento puede anunciar una madre residente que está de parto y que es positiva o se puede derivar a una mujer migrante rescatada en el mar que se halla en esta misma situación”, indica. En este año, se registraron dos embarazadas susceptibles de ser positivas en COVID que alumbraron a sus bebés, y también dos mujeres dieron positivo después del parto pero, ante el desconocimiento, fueron atendidas en las instalaciones habituales.

“Ahora, a todas las mujeres embarazadas que ingresan se les hace la prueba. Todos los días una matrona realiza la PCR a las que ingresan en planta, pero se tarda 24 horas y en ocasiones no tenemos los resultados antes del parto”, detalla Mesa. Otro problema en este año ha sido la llegada de muchas mujeres migrantes embarazadas que ingresaban tras llegar en patera. “Se desconoce su estado de gestación, no tienen historial, ni registros y han viajado en contacto con positivos, por lo que se necesita unas instalaciones adecuadas”, detalla Mesa.

Se acondicionan dos habitaciones para no separar a madres positivas de sus bebés

De este modo, en un espacio libre se instaló el nuevo paritorio COVID, que está dividido en dos zonas, denominadas limpia y sucia, y está equipado con todo el material de protección. La profesional se adentra en la zona limpia y, siguiendo las instrucciones se coloca el equipo de protección individual (EPI), entra en paritorio y, en soledad, atiende a la madre en el parto. El paritorio es bastante frío, sin nada en sus paredes, para facilitar su higiene, y está dotado con toda la tecnología necesaria para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.

“En estos casos, la matrona tiene que trabajar sola, salvo que se complique el parto, para no poner en riesgo a todo el personal, mientras un ginecólogo puede seguir el nacimiento al otro lado de la puerta, supervisando” el proceso, indica Mesa. “El equipo apoya a la matrona desde fuera, ya que dentro hay teléfono, ordenador, y puede consultar cualquier prueba o informe”, añade la matrona.

Uno de los problemas más habituales es el nerviosismo. También se empañan las gafas protectoras al trabajar con un equipo parecido al de un astronauta, se suda y, repentinamente, cuando se necesita comprobar un resultado, las profesionales no ven absolutamente nada. “Los líquidos de limpieza de gafas son esenciales, porque trabajar en esas condiciones es muy duro; ha sido nuevo para todos, y se han dado casos en los que requieres la ayuda de una compañera para tomar una decisión o leer un informe”, relata Mesa.

La matrona que enseñó en exclusiva a Diario de Fuerteventura el funcionamiento del paritorio COVID en el Hospital General de Fuerteventura, María Jesús Callazo, resaltó que este paritorio es realmente una joya por su calidad y eficacia. “Es una infraestructura moderna, equipada con todo lo necesario en plena pandemia. Muchos hospitales de la Península lo demandan y no lo han conseguido... Está informatizado, con control de temperatura y hasta la cuna es una maravilla, con todos los equipos necesarios ante una emergencia”, explica. En este sentido, las matronas de Fuerteventura se muestran “muy contentas con todo lo que se ha conseguido este año”. Otro aspecto fundamental es seguir de forma estricta la salida y retirada del traje, y ser rigurosos en la zona sucia, para evitar la propagación del virus fuera de la instalación.

Lactancia materna

Esta unidad también está implicada en el programa mundial de defensa de la lactancia materna. El lema es contribuir a crear un planeta más saludable. A este programa se suman otras administraciones, como el Cabildo de Fuerteventura, la asociación Avanfuer y centros de Atención Primaria. Loli Mesa comenzó en el año 2018 con la conversión de Fuerteventura en isla IHAN. Las siglas responden a Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia, una acción lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef para animar a los centros sanitarios, particularmente las salas de maternidad, a adoptar prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna en exclusiva, desde el mismo instante del nacimiento del bebé.

Para conseguir esta acreditación, el centro hospitalario debe cumplir una serie de requisitos. El Hospital General de Fuerteventura fue reconocido como Hospital Amigo de la Infancia, con el sello IHAN, y después se ha trabajado para que se haga extensivo a todos los centros de Atención Primaria de Fuerteventura. Así, se ha procedido a habilitar espacios para que las mujeres puedan amamantar a sus hijos libremente, sin ser juzgadas ni etiquetadas por dar el pecho en espacios públicos. El mensaje es que apoyar la lactancia materna es apoyar la salud y el bienestar de la infancia de la Isla. Por eso, en plena pandemia, las matronas han luchado para que una madre positiva pueda estar en contacto con su bebé.

SE INAUGURA LA CONSULTA PARA EL DUELO GESTACIONAL

El Hospital General de Fuerteventura ha estrenado este mes de febrero el Proyecto de Atención al Duelo Gestacional, con un equipo multidisciplinar formado por matrona, auxiliar, enfermera y ginecóloga. La matrona que coordina la consulta, Mar Medina, explica que, tras recibir formación en Madrid y Barcelona, han iniciado el programa en la Isla, con un ligero retraso como consecuencia de la pandemia. “Lo consideramos esencial en la actualidad para visibilizar el duelo en la sociedad y que las mujeres reciban tratamiento respetuoso en un proceso tan doloroso”, resume Medina.

En el proyecto hay dos aspectos: “El médico se encarga de la parte física, pero el duelo emocional debe tratarse para que la madre pueda superarlo y que no se convierta en un problema de salud para toda su vida”, explica la matrona. Por supuesto, Medina reconoce que una mujer nunca va a olvidar la pérdida, pero se ofrece una atención profesional para que aprenda a vivir con ese dolor.

“Una mujer puede sufrir una interrupción del embarazo, una muerte gestacional, un fallecimiento gemelar, pérdida en una fecundación artificial o sufrir un nacimiento de un bebé con malformación que fallece horas o días más tarde”, expone la matrona, y agrega que esos son sólo algunos de los numerosos casos que se pueden dar.

“Muchas mujeres se van a casa con el dolor, lo sufren en silencio e, incluso, se esconde este dolor en la sociedad; por eso tenemos que darle visibilidad y enseñar que se debe tratar”, insiste la matrona. La consulta supone un avance en el Hospital de Fuerteventura, que ha logrado sacarla adelante con la voluntad y esfuerzo de las profesionales sanitarias.

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