CULTURA

Fuerteventura difunde su cultura maho a través de un libro con fotografías de Tarek Ode

La publicación constituye una mirada al pasado preeuropeo de la Isla

Diario de Fuerteventura 0 COMENTARIOS 25/03/2022 - 09:11

El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, ha editado la publicación 'La Cultura Maho de Fuerteventura. Una mirada a través de la fotografía', un trabajo con el que da a conocer de manera visual parte del patrimonio arqueológico perteneciente a la población maho.

Contando con fotografías de Tarek Ode y textos de los arqueólogos Rosa López y Derque Castellano, el proyecto es promovido por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, dirigido por el Servicio de Patrimonio Cultural y elaborado por la empresa Arenisca.

Las imágenes articulan los apartados en los que se divide la publicación, aportando pinceladas de los modos de vida y lugares elegidos por estas primeras poblaciones para vivir. Muchos de estos lugares contienen un alto significado místico o simbólico, como los espacios donde se localizan mensajes grabados en piedra.

Para el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico, Rayco León, la fotografía tiene el poder de trasladarnos a un paisaje pasado que sigue presente como si se tratase de una máquina del tiempo.

Con este trabajo se muestra parte de estos valores culturales, en concreto los que pertenecen a la cultura maho, compuesto por cuevas, casas de piedra, muros y grabados, repartidos todos ellos por el territorio insular

El paisaje cultural de Fuerteventura está configurado por un amplio abanico de elementos reconocibles.

De norte a sur, la Isla cuenta con un gran número de yacimientos arqueológicos recogidos en su mayoría en la carta arqueológica insular, con unos 700 yacimientos inventariados de distintas tipologías y características.

Para esta publicación se han seleccionado algunos de los más conocidos o con mayor entidad, como los poblados del Valle de la Cueva, La Atalayita o La Muley, y otros enclaves como el Corral de las Hermosas, Montaña del Sombrero, Tindaya, Cueva de Villaverde, Barranco del Cavadero o el yacimiento de Tisajoyre, entre otros.

La población maho habitó la Isla durante aproximadamente 1500 años, ocupando sus unidades geográficas como barrancos, malpaíses, montañas y valles.

El agua, los pastos, la piedra para construir, los animales silvestres, la pesca y el marsico fueron factores que se tuvieron muy en cuenta para seleccionar los sitios donde instalarse y variadas tipologías de yacimientos indican la existencia de estructuras con diferentes funcionalidades: de hábitat estable, eventual, ganadero, ritual y de abastecimiento de agua.

Se incluyen, también, algunos de los resultados más recientes frutos de la actividad arqueológica en la Isla y que han aportado nuevos datos acerca de su dieta o gestión de los diferentes recursos económicos, como los ejecutados en Cueva de la Punta de Caletones en el municipio de Betancuria, promovida por la Consejería de Patrimonio Histórico del Cabildo.

Todo esto acompañado de imágenes poderosas por su calidad y espectacularidad que le confieren unas características idóneas como herramienta de divulgación de parte del patrimonio cultural.

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